San Nicolás de Tolentino
septiembre 10, 2024

Biografía

Es preciosa la vida de este gran santo agustino. Las crónicas de su tiempo le pintan encarnando en sí a dos hombres o naturalezas: al apostólico y lleno de celo por el bien de sus hermanos y al entregado a la soledad y maceración de su cuerpo en un vida de total oración. Ambos caminos los supo recorrer y lo hizo bien.

De sus padres dice el Proceso de Beatificación: «Eran personas de mucha fe bien vivida y buenos cristianos y frecuentaban las prácticas de piedad… De ellos se decía comúnmente que eran buenas personas, que se abstenían de hacer el mal y obraban el bien». Y el mismo hijo, nuestro Nicolás, nos presta este hermoso testimonio: «Mi padre y mi madre me dijeron en muchas ocasiones que, a pesar de no ser personas ni de talento ni ricas en medios económicos, deseaban hijos y para ello hicieron votos a San Nicolás de Bari que si el Señor les daba prole por su intercesión la consagrarían a la vida religiosa igual que fuese hijo que hija. Hecho el voto, fueron peregrinos a Bari para alcanzar cuanto le habían pedido. Al volver mi madre, me dio a luz como ella me refirió. Pero ya está bien, tú no quieras saber más y a nadie cuentes cuanto te he dicho».

¿Cómo vivió su niñez este niño así, milagrosamente obtenido? Es otro testigo quien nos cuenta: «Era muy devoto y frecuentaba todas las funciones religiosas a pesar de su niñez. Conocía el espíritu de penitencia y hasta las tres de la tarde que volvía de la escuela no probaba bocado. Nunca se le veía quedarse por la calle para jugar con los otros niños. Era el limosnero de la familia Gurutti y distribuía con gran caridad y piedad cuanta limosna pedía, especialmente a los niños pobres. Era voz común en Castel Sant’ Angelo que Nicolás era santo y llamado a escalar una gran santidad».

Ya entonces recibió gracias especiales del Señor, como ya mayor y poco antes de morir revelará a otro religioso con gran sigilo: «Hermano mío, la inocencia de que hablamos se pierde con los años. En verdad, yo que soy un pecador, como tú bien conoces, en aquella inocente edad, asistiendo al sacrificio de la Misa, veía con estos mis ojos a un Niño todo vestido de blanco, lleno de resplandor que a la elevación de la Hostia, me decía: «Los inocentes y los buenos me son muy queridos». Con los años quedó privado de aquella visión.

 «Era muy devoto y frecuentaba todas las funciones religiosas a pesar de su niñez. Conocía el espíritu de penitencia y hasta las tres de la tarde que volvía de la escuela no probaba bocado.»

Desde muy niño conoció a los ermitaños agustinos y dijo: «Yo también quiero hacerme agustino». Y aquel deseo de niño se convirtió en realidad cuando ya tuvo la edad necesaria. Quizá fue por el 1259-60 cuando nuestro joven se entregaba en profundidad a vivir la vida religiosa del noviciado agustino, tratando de asimilar la doctrina de su Santo Padre fundador y todas las prácticas de la vida religiosa…

Progresó en los estudios, se ordenó sacerdote y se entregó de lleno a toda clase de apostolados, sobre todo, al de la predicación y obras de caridad.

Los procesos de su Beatificación lo pintan así: Puro, modesto, sin ambición, tranquilo, amable, comunicativo, leal, humilde, discreto… Llevaba una vida de gran mortificación. Pasaba largas temporadas sin probar bocado y llenaba su cuerpo de cilicios.

Las conversiones que obraba y los prodigios que el Señor hacía por su medio corrían de boca en boca. Todos le tenían como santo mientras él se juzgaba por un gran pecador.

Recibió grandes consuelos de parte del Señor y de la Virgen a la que profesaba tierna devoción. Ella se le apareció pocos días antes de morir para anunciarle que se lo llevaría al cielo dentro de diez días. El 10 de septiembre del 1305, a los setenta años, diciendo «Me ofrezco en sacrificio de alabanza a Vos, Señor» expiró.

«

Recibió grandes consuelos de parte del Señor y de la Virgen a la que profesaba tierna devoción. Ella se le apareció pocos días antes de morir para anunciarle que se lo llevaría al cielo dentro de diez días.

¡Oh glorioso protector de las almas del purgatorio, San Nicolás de Tolentino! Con todo el afecto de mi alma te ruego que interpongas tu poderosa intercesión en favor de esas almas benditas, consiguiendo de la divina clemencia la condonación de todos sus delitos y sus penas, para que saliendo de aquella tenebrosa cárcel de dolores, vayan a gozar en el cielo de la visión beatífica de Dios. Y a mi, tu devoto siervo, alcánzame, ¡oh gran santo!, la más viva compasión y la más ardiente caridad hacia aquellas almas queridas.

Por nuestro Señor Jesucristo.

Amén.

Rezar un Padre Nuestro, Ave María y Gloria a la Santísima Trinidad.

Santos Publicados

Beata Madre María de San José

Beata Madre María de San José

Biografía Desde su infancia llevó una vida cristiana ejemplar. A los cinco años de edad se trasladó con su familia a vivir en la ciudad de Maracay, capital del mismo Estado. A los trece, se consagró al Señor cuando en su Primera Comunión el 8 de diciembre de 1988, día...

leer más
Santo Domingo Savio

Santo Domingo Savio

Biografía Domingo, nació en Riva del Piamonte, Italia, en 1842. Era hijo de un campesino y desde niño manifestó deseos de ser sacerdote. Cuando San Juan Bosco empezó a preparar a algunos jóvenes para el sacerdocio, con objeto de que le ayudaran en su trabajo en favor...

leer más
San Ángel

San Ángel

Biografía San Ángel nació en Jerusalén en el año de 1185, sus padres, que eran judíos se convirtieron al cristianismo. Tras la muerte de sus padres, él y su hermano gemelo Juan, decidieron ingresar entre los Carmelitas,​ la ejecución de la profesión religiosa la...

leer más
San Florián

San Florián

Biografía San Florián nació cerca del año 250 en la ciudad de Aelium Cetiumin, hoy conocida como Saint Pölten - Austria. Según la tradición era comandante del ejército romano en Baviera, siendo responsable de la brigada de bomberos. Durante la persecución de...

leer más
San Felipe y Santiago el Menor, Apóstoles

San Felipe y Santiago el Menor, Apóstoles

Biografía El evangelio dice que era de Caná de Galilea, que su padre se llamaba Alfeo y que era familiar de Nuestro Señor. Es llamado "el hermano de Jesús", no porque fuera hijo de la Virgen María, la cual no tuvo sino un solo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, sino...

leer más
San Atanasio de Alejandría

San Atanasio de Alejandría

Biografía ​Era la época en que Arrio, clérigo de Alejandría, confundía a los fieles con su interpretación herética de que Cristo no era Dios por naturaleza. Para considerar esta cuestión se celebró un concilio (el primero de los ecuménicos) en Nicea, ciudad del Asia...

leer más
San José Obrero

San José Obrero

Biografía Hoy la Iglesia recuerda, en el día de los trabajadores, a san José, obrero. Pablo VI se ha expresado al respecto: "Vosotros, los hijos del trabajo, que durante siglos habéis sido los esclavos de la labor, buscad a aquel que declara que la vida es sagrada,...

leer más