Atracción al Mismo Sexo
o Confusión de Identidad
La homosexualidad designa las relaciones entre hombres o mujeres que experimentan una atracción sexual, exclusiva o predominante, hacia personas del mismo sexo.
En 1975, el Vaticano publicó su Declaración sobre ética sexual, cuyos párrafos centrales sobre la homosexualidad son los siguientes:
“… piensan algunos que su tendencia [homosexual] es natural hasta tal punto que debe ser considerada en ellos como justificativa de relaciones homosexuales en una sincera comunión de vida y amor semejante al matrimonio, en la medida en que se sienten incapaces de soportar una vida solitaria. Indudablemente, esas personas homosexuales deben ser acogidas en la acción pastoral con comprensión y deben ser sostenidas en la esperanza de superar sus dificultades personales… También su culpabilidad debe ser juzgada con prudencia. Pero no se puede emplear ningún método pastoral que reconozca una justificación moral a estos actos por considerarlos conformes a la condición de esas personas. Según el orden moral objetivo, las relaciones homosexuales son actos privados de su ordenación necesaria y esencial”.
En pocas palabras, si bien las personas homosexuales siempre deben ser tratadas con respeto, caridad y bondad, nunca debemos alentar o apoyar los actos o conductas homosexuales.
Que el Espíritu Santo sea nuestro guía en este camino de reflexión.
Fuente: “Cómo acompañar a personas que experimentan atracción al mismo sexo o confusión respecto a su identidad” esta basada en los artículos de Human Life International (https://www.hli.org/marriage-family-sexuality/).
Créditos: Apostolado “Sexualidad, expresión del amor”
“Cómo acompañar a personas que experimentan atracción al mismo sexo o confusión respecto a su identidad”
1.- ¿La homosexualidad es innata?
Los dos estudios citados con más frecuencia por aquellos que creen que la homosexualidad es innata se realizaron en 1991. Estos fueron el de Simon LaVey sobre el hipotálamo humano y el de Michael Bailey sobre las orientaciones sexuales de gemelos idénticos y fraternos.
1.- El Estudio de LaVey
Simon LaVey, él mismo homosexual, examinó los cerebros de 35 cadáveres masculinos (16 heterosexuales y 19 homosexuales) para ver si podía encontrar alguna diferencia entre ambos grupos. Descubrió que un grupo de neuronas cerebrales conocidas como INAH3 (por sus siglas en inglés) era el doble de grande en hombres heterosexuales que en homosexuales. Sin embargo, hubo varias dificultades evidentes con el estudio de LaVey:
• En primer lugar, LaVey no se molestó en verificar que las 16 personas «no homosexuales» fueran, de hecho, heterosexuales. LaVey lo reconoció como «una clara deficiencia de mi estudio».
• Además, el grupo de neuronas cerebrales en tres de los cerebros «heterosexuales» era más pequeño que el del promedio de los «homosexuales», y tres de los cerebros «homosexuales» tenían grupos de INAH3 más grandes que el promedio de los «heterosexuales».
• Otra falla fatal fue que el tamaño de la población de muestra de LaVey era ridículamente pequeño. El examen de 35 cadáveres no demuestra que la orientación sexual de miles de millones de seres humanos es genética.
• Finalmente, la lógica de LaVey es evidentemente errónea porque el grupo de neuronas en cuestión no ha sido probado ni como causa ni como efecto de la homosexualidad. En otras palabras, el menor tamaño podría ser consecuencia de la actividad homosexual y no causa de la misma, como ocurre con otras partes del cerebro que se expanden o contraen debido a un mayor o menor uso.
2.- El Estudio de Bailey
El Dr. J. Michael Bailey de la Universidad Northwestern y el Dr. Richard Pillard de la Escuela de Medicina de la Universidad de Boston publicaron un estudio basado en gemelos criados en los mismos hogares.
En grupos de gemelos idénticos donde un hermano era homosexual, encontraron que había un 52% de probabilidad de que el otro gemelo también fuera homosexual. Este número fue del 22% para gemelos fraternos (no idénticos) y solo del 9% para hermanos no gemelos.
La conclusión a la que llegaron los autores a partir de estos hallazgos fue que la incidencia de la homosexualidad aumenta a medida que el vínculo genético entre los hermanos es más cercano. Por lo tanto, concluyeron que la homosexualidad debe tener una base genética.
Al igual que en la investigación de LaVey, hubo deficiencias muy serias en la metodología de este estudio:
• Para empezar, la publicidad para voluntarios del estudio se realizó en una revista homosexual. Por lo tanto, se puede esperar que la incidencia de homosexualidad entre todos los encuestados sea excepcionalmente alta.
• En segundo lugar, el hecho de que, en el caso de los gemelos idénticos, el 48% de los que tenían hermanos homosexuales no fueran ellos mismos homosexuales indica que la homosexualidad es en gran medida el resultado de influencias ambientales. Bailey mismo reconoció: «Debe haber algo en el ambiente que produzca gemelos discordantes». De hecho, investigaciones anteriores habían mostrado una correlación extremadamente fuerte entre la experiencia previa del incesto y la homosexualidad, pero Bailey y Pillard desestimaron los efectos del incesto como «insignificantes».
• Anne Fausto, bióloga del desarrollo de la Universidad Brown, señaló que la falla central del estudio fue su incapacidad para separar los factores ambientales de las influencias genéticas. Ella dijo: «Para que un estudio de este tipo tenga algún significado, habría que observar a gemelos criados por separado. Es una mala interpretación de la genética».
En los últimos 25 años se han realizado otros estudios importantes sobre la orientación sexual sin llegar a conclusiones definitivas. Sin embargo, cualquiera que sea el resultado de los estudios científicos, el punto más importante que podemos señalar es que la cuestión de la naturaleza genética de la homosexualidad es completamente irrelevante para el debate.
Nadie es perfecto. Todos tenemos falencias físicas, mentales, emocionales y espirituales que toman muchas formas diferentes y cada uno de nosotros debe esforzarse por superar sus fallas y debilidades para la mayor gloria de Dios.
Incluso si los homosexuales «nacen así», esto no es excusa para ceder a sus deseos y ponerse en peligro a sí mismos y a otros. Después de todo, se ha demostrado que el alcoholismo es un rasgo genético. Pero ¿acaso eso da a los alcohólicos el derecho a conducir ebrios y a estar protegidos de las consecuencias de ese comportamiento? ¡Por supuesto que no!
El psicólogo Harold Fishbein de la Universidad de Cincinnati ha sugerido que puede haber una disposición genética hacia el comportamiento racista. Si se prueba que el racismo es un rasgo genético, ¿aprobaremos que grupos de personas odien y discriminen a negros, judíos e inmigrantes? ¡Por supuesto que no!
Si se prueba que la cleptomanía es genética, ¿deberíamos legalizar e incluso honrar el robo compulsivo de una persona? ¡Por supuesto que no!
Finalmente, si se demuestra que la «homofobia» tiene un componente genético, ¿reconoceremos y aceptaremos las demandas de los homofóbicos? ¡Por supuesto que no!
Fuente: Traducido de Cfr Brian Clowes. (Mayo 14, 2020). Aren’t Homosexuals “Born That Way”? https://www.hli.org/resources/homosexuality-nature-or-nurture/
Audio 1
2.- Cuestiones generales sobre la homosexualidad
En 1990, los investigadores Judith Reisman y Edward W. Eichel concluyeron que el porcentaje real de hombres homosexuales en los Estados Unidos era del 1 % al 2 %, una cifra confirmada por una docena de grandes estudios que también muestran que solo el 3.1 % de los hombres y el 3.3 % de las mujeres han tenido alguna vez una experiencia homosexual en toda su vida, incluso si fue una sola experiencia de este tipo.
Una amplia encuesta de 2003 realizada por Statistics Canada a 135,000 personas encontró que solo el 1.3% de los hombres y el 0.7% de las mujeres se identificaron como homosexuales.
Finalmente, el estudio gubernamental más reciente en los Estados Unidos sobre el porcentaje de personas que se identifican como LGBT fue realizado por la Encuesta Nacional de Entrevistas de Salud. Esta encuesta de 2018 encontró que el 1.9% de los hombres se identificaron como homosexuales, el 1.4% de las mujeres como lesbianas, y el 0.8% de los hombres y el 1.8% de las mujeres como bisexuales.
En total, el 97.3% de los hombres y el 96.8% de las mujeres se identificaron como heterosexuales. Esto significa que el número de adultos que se identifican como lesbianas, homosexuales o bisexuales ha permanecido relativamente constante durante el último cuarto de siglo. [1]
*Por otra parte, la investigación en el área de la salud pública muestra que el comportamiento homosexual activo no es un estilo de vida saludable, conlleva consecuencias físicas y mentales perjudiciales. [2] *
Gracias a los grandes esfuerzos de la profesión médica, el SIDA ha pasado de ser una sentencia de muerte automática a una enfermedad crónica debilitante. A pesar de que el número de muertes ha disminuido drásticamente, el número de personas que viven con SIDA está aumentando constantemente (el uso de condones tiene una tasa de fallo del seis al ocho por ciento) y el 70% de los casos nuevos aún ocurren en hombres homosexuales o bisexuales. [3]
En cuanto a las consecuencias mentales, el Dr. Robert Spitzer de la Universidad de Columbia encuestó a una amplia gama de ex homosexuales y encontró que el 1% de los hombres y el 4% de las mujeres habían estado clínicamente deprimidos durante los últimos doce meses. En contraste, el 43% de los hombres homosexuales y el 47% de las lesbianas reportaron estar clínicamente deprimidos durante el mismo período de tiempo. [4]
La ciencia siempre respalda las enseñanzas de la Iglesia. Aquellos que evitan el sexo fuera del matrimonio, la pornografía, el divorcio, la anticoncepción, la esterilización, el aborto y otros pecados sexuales suelen ser más felices que los que no lo hacen. Esto es apenas natural, Dios desea que seamos felices, no solo en la otra vida sino también en esta. [5]
Respecto a cambios en el estilo de vida, mientras que podríamos encontrar varios ejemplos de hombres que después de considerarse «heterosexuales», estar casados y tener hijos, abandonaban repentinamente a sus familias y adoptaban el «estilo de vida» homosexual, lo contrario también es cierto. Expertos en psiquiatría y psicología afirman que hay muchos ex homosexuales que ahora viven felices como heterosexuales. Por ejemplo, Nicholas Cummings, ex Presidente de la Asociación Estadounidense de Psicología quien, junto con su equipo de trabajo, ha tratado a más de 2.000 personas homosexuales con problemas mentales, afirma que conoce a cientos de ellos que, por deseo propio, han cambiado con éxito su orientación sexual.
También se han realizado muchos estudios que muestran que personas que creyeron ser homosexuales eventualmente llegan a considerarse heterosexuales. Uno de estos estudios, publicado en Archives of Sexual Behavior (Archivos de Comportamiento Sexual), revista académica publicada por la Academia Internacional de Investigación Sexual, mostró que el 70% de los adolescentes que alguna vez tuvieron una «atracción romántica» por el mismo sexo se describían más tarde como heterosexuales incondicionales. [6]
Fuentes:
[1] Desde el inicio hasta aquí traducido de Cfr Brian Clowes. (Febrero 2, 2022). How Many People are Homosexuals? https://www.hli.org/resources/prevalence-of-homosexuality-in-the-us/
[2] Traducido de Cfr Brian Clowes. (Junio 9, 2020). Is Homosexual Behavior Really as Healthy as Heterosexual? https://www.hli.org/resources/homosexuality-is-not-a-healthy-lifestyle/
[3] Traducido de Cfr Brian Clowes. (Marzo 9, 2022). Is AIDS a “Gay” Disease? https://www.hli.org/resources/is-aids-a-gay-disease/
[4] Desde la cita anterior hasta aquí traducido de Cfr Brian Clowes. (Agosto 14, 2020) Why Are Homosexual Activists So Afraid of “Ex-Gays”? https://www.hli.org/resources/ex-gays/
[5] Traducido de Cfr Brian Clowes. (Junio 26, 2020) What Does the Catholic Church Teach about Homosexuality? https://www.hli.org/resources/catholic-church-on-homosexuality/
[6] Desde la cita anterior hasta aquí traducido de Cfr Brian Clowes. (Agosto 14, 2020) Why Are Homosexual Activists So Afraid of “Ex-Gays”? https://www.hli.org/resources/ex-gays/
Audio 2
3.- ¿Están mejor los niños con una mamá y un papá?
Un titular reciente del Pew Research Center dice: «Aproximadamente seis de cada diez estadounidenses dicen que la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo es buena para la sociedad». Los números han cambiado drásticamente desde la encuesta de 2003 que encontró que «el 32% [de los encuestados] dijo que las parejas del mismo sexo deberían recibir los mismos derechos que las parejas casadas» y otro 32% que dijo que el tema realmente no les importaba.
Como podemos ver, los tiempos están cambiando, pero ¿qué significa eso para la sociedad? Al pensarlo, me viene a la mente el viejo dicho que dice que somos tan fuertes como nuestro eslabón más débil.
Hoy vemos mucha tristeza alrededor del mundo, especialmente entre los jóvenes. Si bien las razones son muchas, probablemente se encuentre entre ellas el hecho de que un número significativo de niños provienen de familias desintegradas. De hecho, un artículo de 2019 en World Psychiatry informa que «solo alrededor del 60% de los niños estadounidenses viven con sus padres biológicos casados». Esta es una estadística triste que perjudica gravemente a nuestra sociedad.
Si los niños sienten un vacío en sus familias, si no son miembros valiosos para ellas, si han sido ignorados o tratados como propiedad, tendrán dificultades para ver su propio valor como seres humanos. *Y si no pueden ver su propio valor, tampoco verán el de las personas que los rodean, lo cual influye en su manera de ver el mundo y tratar a los demás, lo que en últimas afecta toda la sociedad*. Como solía decir uno de mis antiguos profesores de psicología, *»las personas heridas hieren a las personas»*. Es simple pero cierto. Y los estudios han demostrado que los niños heridos, ignorados o a los que les falta un padre tienen más probabilidades de crecer y tener relaciones poco saludables.
Piensa en tus propios padres por un momento. Salvo casos de abuso o negligencia, la mayoría de las personas nunca querrían renunciar a uno o ambos padres. Nos sentiríamos perdidos sin ellos. Y aunque un hijo de padres del mismo sexo puede ser amado, le falta uno o ambos padres biológicos. No se beneficia del don de la complementariedad de los padres, de la interacción y comunicación del hombre y la mujer más importantes de su vida. En esencia, le falta una parte de sí mismo.
Algunas personas pueden decir que los niños adoptados tampoco están con sus padres biológicos. Aunque estos niños también puedan experimentar la carencia que proviene de no crecer con sus familias biológicas, si son criados en un hogar con una madre y un padre, se beneficiarán de la dinámica madre-padre, de esa complementariedad que una pareja del mismo sexo no puede ofrecer.
Se han realizado más de cien estudios sobre los efectos de la crianza homosexual en los hijos adoptados. Algunos de ellos han dado como resultado que la crianza de padres homosexuales es perjudicial para los niños y otros, que es beneficiosa. Sin embargo, cada estudio que demuestra que la paternidad homosexual es buena para los niños se realizó de manera descuidada, ignoró principios científicos básicos o fue realizado por los propios homosexuales.
Los estudios que han sido realizados con estándares científicos rigurosos por investigadores imparciales han demostrado que la paternidad homosexual es confusa y dañina para la psicología de los niños.
El “New Family Structures Study”, estudio sobre la estructura de las nuevas familias, realizado por el investigador Mark Regnerus, entrevistó a 15.000 adultos de entre 18 y 39 años y les hizo docenas de preguntas, incluso si uno de los padres había estado alguna vez involucrado en una relación entre personas del mismo sexo. Este estudio «encontró que los niños criados por parejas del mismo sexo estaban significativamente peor que los criados por un hombre y una mujer en una relación comprometida». Estas personas, ahora adultas, dijeron que «experimentaron significativamente más depresión, mala salud, desempleo, uso de drogas, problemas con la ley, infidelidad, parejas sexuales, victimización sexual y recuerdos infelices de la infancia». Tenemos que querer algo mejor para nuestros hijos.
Si queremos ayudar a los niños a ser adultos felices y saludables, debemos volver como sociedad a los valores familiares. *Es necesario considerar el matrimonio como algo vital para la salud y el bienestar de toda la sociedad*. «Hasta que la muerte nos separe» no significa hasta que encuentre a alguien mejor o hasta que me aburra. «Hasta que la muerte nos separe» es un compromiso y un llamado a amar al cónyuge todos los días de mi vida.
Permitir ataques al matrimonio y la familia solo tendrá efectos perjudiciales en los niños y en la sociedad. Es por eso por lo que debemos cambiar la mentalidad de nuestra sociedad ayudando a las personas a comprender la dignidad y el valor de todos los seres humanos y la importancia de mantener el matrimonio entre un hombre y una mujer.
*Fuimos creados para crecer en familias con madres y padres, para entender nuestra propia dignidad y valor de forma que podamos tratar a los demás con ese mismo respeto*. Estamos llamados a amar y cuidar a los hijos que Dios nos ha dado y a hacer cambios positivos en la sociedad para que las generaciones futuras puedan beneficiarse de lo que hemos hecho en lugar de lamentar nuestros errores.
Fuente: Traducido de Cfr Susan Ciancio. (Enero 6, 2023). Defending the Sanctity of Marriage https://www.hli.org/resources/the-debate-about-homosexuality/
Audio 3:
4.- ¿Qué enseña la Iglesia sobre los actos homosexuales?
El Catecismo de la Iglesia católica resume las enseñanzas históricas de la Iglesia sobre la homosexualidad:
El Catecismo de la Iglesia católica resume las enseñanzas históricas de la Iglesia sobre la homosexualidad:
“Un número apreciable de hombres y mujeres presentan tendencias homosexuales profundamente arraigadas. Esta inclinación, objetivamente desordenada, constituye para la mayoría de ellos una auténtica prueba. Deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta. Estas personas están llamadas a realizar la voluntad de Dios en su vida, y, si son cristianos, a unir al sacrificio de la cruz del Señor las dificultades que pueden encontrar a causa de su condición”. CIC 2358
“La homosexualidad designa las relaciones entre hombres o mujeres que experimentan una atracción sexual, exclusiva o predominante, hacia personas del mismo sexo. Reviste formas muy variadas a través de los siglos y las culturas. Su origen psíquico permanece en gran medida inexplicado. Apoyándose en la Sagrada Escritura que los presenta como depravaciones graves (cf Genesis 19) (Rm 1, 2-27) (1 Co 6, 10) (1 Tm 1,10) la Tradición ha declarado siempre que ‘los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados’. Son contrarios a la ley natural. Cierran el acto sexual al don de la vida. No proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual. No pueden recibir aprobación en ningún caso”. CIC 2357
“Las personas homosexuales están llamadas a la castidad. Mediante virtudes de dominio de sí mismo que eduquen la libertad interior, y a veces mediante el apoyo de una amistad desinteresada, de la oración y la gracia sacramental, pueden y deben acercarse gradual y resueltamente a la perfección cristiana”. CIC 2359.
En 1975, el Vaticano publicó su Declaración sobre ética sexual, cuyos párrafos centrales sobre la homosexualidad son los siguientes: “… piensan algunos que su tendencia [homosexual] es natural hasta tal punto que debe ser considerada en ellos como justificativa de relaciones homosexuales en una sincera comunión de vida y amor semejante al matrimonio, en la medida en que se sienten incapaces de soportar una vida solitaria. Indudablemente, esas personas homosexuales deben ser acogidas en la acción pastoral con comprensión y deben ser sostenidas en la esperanza de superar sus dificultades personales… También su culpabilidad debe ser juzgada con prudencia. Pero no se puede emplear ningún método pastoral que reconozca una justificación moral a estos actos por considerarlos conformes a la condición de esas personas. Según el orden moral objetivo, las relaciones homosexuales son actos privados de su ordenación necesaria y esencial”.
En pocas palabras, si bien las personas homosexuales siempre deben ser tratadas con respeto, caridad y bondad, pero nunca debemos alentar o apoyar los actos homosexuales. [1]
En el Concilio de Trento de 1563, la Iglesia católica expuso su doctrina sobre el matrimonio, la cual se basa, no sólo en las enseñanzas de Cristo en Mateo: que «el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos se harán una sola carne», y que «lo que Dios unió, no lo separe el hombre”; sino también en el hecho de que las sociedades prosperan cuando las familias florecen, y para esto es indispensable que un hombre y una mujer que se unen en matrimonio se adhieran a este voto por el resto de sus vidas.
Un matrimonio tiene dos fines o propósitos, ser unitivo y procreativo a la vez. Lo anterior significa que el matrimonio no solo une a la pareja, sino que esta debe permanecer abierta a la nueva vida que pueda surgir como resultado de su unión. [2] “Un hombre y una mujer unidos en matrimonio pueden estar, sin culpa suya, incapacitados para tener hijos. Pero esta incapacidad se debe a un problema de infertilidad (que a veces puede curarse), y no por una imposibilidad intrínseca, como en el caso de las parejas del mismo sexo”. [3]
Recientemente leí un libro llamado “Change of Possession” sobre una familia católica en dificultades. Y aunque la historia es ficción, las batallas que enfrentan los personajes son las que vemos todos los días, especialmente cuando se trata de atracción hacia personas del mismo sexo. En la historia, uno de los personajes, que es ateo, lucha contra la homosexualidad y busca el consejo de un sacerdote. En un momento, el joven se cuestiona sobre si hacerse católico y el sacerdote le dice: “No puedo prometerte que sentirás el amor de Cristo envolviéndote por el resto de tu vida, que te despertarás después del bautismo como lo harías en la mañana de una luna de miel, que nunca te sentirás solo, decepcionado o desanimado, o que nunca desearás sentir brazos físicos a tu alrededor. Pero puedo prometerte que, si verdaderamente abres tu corazón a Cristo, si te entregas a Él por completo, los consuelos tanto en esta vida como en la próxima serán equiparables a los del matrimonio más perfecto o el sacerdocio más santo”.
A este joven, como a muchos en nuestro mundo actual, le faltaba algo en su vida. Se sintió perdido y solo. Se dejó arrastrar por una sociedad que le decía que estaba bien hacer lo que quisiera con su cuerpo. Cayó presa de una cultura que grita que todo lo placentero es bueno. Pero como cristianos, sabemos que hay otro camino. Un camino mejor. Aunque el mundo quiere que nuestra sexualidad sea lo que nos defina y lo más importante en nuestras vidas, sabemos que no nos define completamente. Somos mucho más que seres sexuales. [4]
Fuente:
[1] Desde la cita anterior hasta aquí traducido de Cfr Brian Clowes. (Junio 26, 2020) What Does the Catholic Church Teach about Homosexuality? https://www.hli.org/resources/catholic-church-on-homosexuality/
[2] Traducido de Cfr Susan Ciancio. (Enero 6, 2023). Defending the Sanctity of Marriage https://www.hli.org/resources/the-debate-about-homosexuality/
[3] Traducido de Adolfo J. Castañeda. (Diciembre 9, 2022). Does God Forgive Homosexuality? https://www.hli.org/resources/does-god-forgive-homosexuality/
[4] Traducido de Cfr Susan Ciancio. (Enero 6, 2023). Defending the Sanctity of Marriage https://www.hli.org/resources/the-debate-about-homosexuality/
Audio 4:
5.- ¿Es pecado la atracción al mismo sexo?
La Iglesia enseña que los actos sexuales que resultan de la atracción homosexual, al igual que los actos sexuales realizados por una pareja heterosexual no casada, son inmorales [1].
La Iglesia distingue entre la atracción homosexual (a veces llamada “homosexualidad”) y el acto homosexual. La atracción homosexual en sí misma no es un pecado sino un trastorno objetivo porque inclina a la persona a cometer un pecado grave. Por eso, en su Carta a los Obispos de la Iglesia Católica sobre la Pastoral de las Personas Homosexuales de 1986, la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe aclaró: “la particular inclinación de la persona homosexual, aunque en sí no sea pecado, constituye sin embargo una tendencia, más o menos fuerte, hacia un comportamiento intrínsecamente malo desde el punto de vista moral. Por este motivo la inclinación misma debe ser considerada como objetivamente desordenada».
La Iglesia Católica, reflexionando sobre la Palabra de Dios en la Biblia y la Sagrada Tradición y sobre la ley natural, bajo la guía del Espíritu Santo, siempre ha enseñado que los actos homosexuales son intrínseca y gravemente malos. [2]
En el Antiguo Testamento encontramos varias referencias a los actos homosexuales, entre otras, se encuentran las siguientes: “No te acostarás con varón como con mujer; es abominación” (Lev 18:22) y “Si alguien se acuesta con varón, como se hace con mujer, ambos han cometido abominación: morirán sin remedio; su sangre caerá sobre ellos” (Lev 20:13).
En el Nuevo Testamento leemos: “¿No sabéis acaso que los injustos no heredarán el Reino de Dios? ¡No os engañéis! Ni los impuros, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los ultrajadores, ni los rapaces heredarán el Reino de Dios” (1 Cor 6: 9-10).
Pero quizás la condena más elocuente y directa de la actividad homosexual en particular y de una sociedad permisiva en general está contenida en el capítulo 1 de la carta a los Romanos. Allí se describe nuestra cultura occidental con una claridad aterradora: “Por eso Dios los entregó a las apetencias de su corazón hasta una impureza tal que deshonraron entre sí sus cuerpos; a ellos que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, y adoraron y sirvieron a la criatura en vez del Creador, que es bendito por los siglos. Amén. Por eso los entregó Dios a pasiones infames; pues sus mujeres invirtieron las relaciones naturales por otras contra la naturaleza; igualmente los hombres, abandonando el uso natural de la mujer, se abrasaron en deseos los unos por los otros, cometiendo la infamia de hombre con hombre, recibiendo en sí mismos el pago merecido de su extravío… los cuales, aunque conocedores del veredicto de Dios que declara dignos de muerte a los que tales cosas practican, no solamente las practican, sino que aprueban a los que las cometen”. (Rom 1, 24-27. 32). [3]
La dura condena de los actos homosexuales que encontramos en la Biblia no significa que las personas que los cometen sean siempre subjetivamente culpables. En otras palabras, esas personas pueden no ser culpables de pecado a los ojos de Dios porque pueden no ser conscientes de que sus acciones son pecaminosas. Sobre este punto, el documento del vaticano denominado Declaración sobre ética sexual afirma: “Este juicio de la Escritura no permite concluir que todos los que padecen esta anomalía por esta causa incurran en culpa personal; pero atestigua que los actos homosexuales son por su intrínseca naturaleza desordenados y que no pueden recibir aprobación en ningún caso”.
Aquí la Iglesia hace la distinción entre el acto homosexual en sí, que siempre es intrínsecamente desordenado, y la culpa subjetiva de quien lo realiza. El mal ejemplo, la mala enseñanza de los adultos a los niños, la explotación sexual y otros factores, de hecho, anulan o disminuyen esa culpa. Recordemos que *para que haya pecado mortal no sólo es necesario que el acto en sí sea gravemente malo, sino que además la persona debe tener plena conciencia de este hecho y consentir libremente en la acción*. [4]
No hay ninguna falta por grave que sea que la Iglesia no pueda perdonar. «No hay nadie, tan perverso y tan culpable que, si verdaderamente está arrepentido de sus pecados, no pueda contar con la esperanza cierta de perdón»… Cristo, que ha muerto por todos los hombres, quiere que, en su Iglesia, estén siempre abiertas las puertas del perdón a cualquiera que vuelva del pecado (cf. Mt 18, 21-22). CIC 982
La Iglesia ofrece reconciliación y sanación a las personas arrepentidas que han participado en actos homosexuales a través del sacramento de la confesión, necesario para recibir la comunión y alcanzar la salvación. Pero la Iglesia también ofrece ayuda y apoyo pastoral a estos hermanos nuestros para que puedan vivir una vida casta. El apostolado Courage ofrece orientación pastoral y espiritual, tanto individual como grupal, a personas con atracción hacia el mismo sexo. Todos debemos apoyar este hermoso ministerio con nuestras oraciones y sacrificios.
Si la persona con atracción al mismo sexo resiste su inclinación a pecar, ya sea de pensamiento o de acción, no sólo evita el pecado, sino que vive la virtud de la castidad y camina así hacia la santidad.
Cuando nos referimos a un pecado de pensamiento, no nos referimos a un acto fugaz de la imaginación, que es inmediatamente rechazado, sino a un mal pensamiento plenamente aceptado. [5]
Fuente:
[1] Traducido de Cfr Susan Ciancio. (Enero 6, 2023). Defending the Sanctity of Marriage https://www.hli.org/resources/the-debate-about-homosexuality/
[2] Desde la cita anterior hasta aquí traducido de Cfr Adolfo J. Castañeda. (Diciembre 9, 2022). Does God Forgive Homosexuality? https://www.hli.org/resources/does-god-forgive-homosexuality/
[3] Desde la cita anterior hasta aquí traducido de Cfr Brian Clowes. (Mayo 22, 2020). What Does the Bible Say about Homosexuality? https://www.hli.org/resources/does-the-bible-forbid-homosexuality/
[4] Desde la cita anterior hasta aquí traducido de Cfr Adolfo J. Castañeda. (Diciembre 9, 2022). Does God Forgive Homosexuality? https://www.hli.org/resources/does-god-forgive-homosexuality/
[5] Traducido de Cfr Adolfo J. Castañeda. (Diciembre 9, 2022). Does God Forgive Homosexuality? https://www.hli.org/resources/does-god-forgive-homosexuality/
Audio 5:
6. ¿Derechos humanos fundamentales o derechos especiales para las personas con atracción al mismo sexo? .
Desde el momento de su concepción, toda persona humana ha sido dotada por Dios de una dignidad intrínseca y absoluta. Esto sigue siendo así por el resto de su vida sin importar si la persona es el mayor de los pecadores o el mayor de los santos.
En este caso, estamos hablando de dignidad ontológica, no de dignidad moral. La primera se refiere al valor que cada persona tiene por el mero hecho de ser persona humana. La dignidad moral, por su parte, depende de las actitudes y comportamientos de la persona. Evidentemente, la Madre Teresa de Calcuta y un tirano malvado no tienen la misma dignidad moral, pero sí la misma dignidad ontológica.
Los derechos humanos fundamentales se derivan de la dignidad (ontológica) de la persona. Por lo tanto, las personas que experimentan atracción al mismo sexo tienen derechos humanos fundamentales, como todos los demás. Pero aquí hay que hacer una distinción importante. Las personas que experimentan atracción al mismo sexo tienen derechos humanos fundamentales porque son personas humanas y no porque tengan inclinaciones homosexuales. Es la persona, no la atracción al mismo sexo, ni los actos homosexuales la que es fuente de derechos humanos fundamentales. Ningún pecado puede ser fuente de derechos, por el contrario, muchas veces los pecados son fuente de ataques a los derechos humanos. El ejemplo principal es, por supuesto, el aborto.
El documento de la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe titulado Consideraciones sobre la respuesta a las propuestas legislativas sobre la no discriminación de las personas homosexuales enseña: “Las personas homosexuales, en cuanto personas humanas, tienen los mismos derechos que todas las demás personas, incluso el derecho a no ser tratados de una manera que ofenda su dignidad personal (cf. n. 10). Entre otros… todas las personas tienen derecho al trabajo, a la casa, etc. Sin embargo, esos derechos no son absolutos. Pueden ser limitados legítimamente a causa de un comportamiento externo objetivamente desordenado. Esto, a veces, no sólo es lícito, sino también obligatorio… Existen ámbitos en los que no se da discriminación injusta cuando se tiene en cuenta la tendencia sexual: por ejemplo, en la adopción o custodia de niños, en la contratación de profesores…”
Fuente:
Traducido de Cfr Adolfo J. Castañeda. (Diciembre 9, 2022). Does God Forgive Homosexuality? https://www.hli.org/resources/does-god-forgive-homosexuality/
Audio 6:
7. ¿Cómo deben tratar los católicos a las personas que experimentan atracción al mismo sexo?
Condena el pecado y ten misericordia del pecador. Esta fue precisamente la actitud del mismo Jesús. Juan 8: 3-11 describe cuando Jesús se enfrentó a una muchedumbre de hipócritas que querían apedrear hasta la muerte a una mujer sorprendida en adulterio. Él les dijo que quien estuviera sin pecado tirara la primera piedra y ellos avergonzados se fueron uno por uno. Entonces Jesús le dijo a la mujer que Él no la condenaba y que no pecara más.
En este pasaje bíblico Jesús mostró un equilibrio perfecto entre reconocer el grave pecado del adulterio y al mismo tiempo mostrarle a la mujer su infinita disposición a perdonarla, siempre que se arrepintiera sinceramente, ordenándole luego que no pecara más.
Este enfoque lo podemos aplicar al tema que nos ocupa. Siempre debemos reconocer el mal intrínseco y grave de los actos homosexuales, pero, al mismo tiempo, debemos mostrar al pecador que Dios y la Iglesia están dispuestos a perdonarlo una y otra vez siempre que haya un verdadero arrepentimiento.
La Iglesia no se anda con rodeos cuando condena cualquier tipo de violencia, verbal o física contra personas con atracción al mismo sexo o hacia aquellos que han caído en actos homosexuales. En el numeral 10 de la Carta de 1986 a los Obispos de la Iglesia Católica sobre la Pastoral de las Personas Homosexuales, la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe enseña: “Es de deplorar con firmeza que las personas homosexuales hayan sido y sean todavía objeto de expresiones malévolas y de acciones violentas. Tales comportamientos merecen la condena de los pastores de la Iglesia, dondequiera que se verifiquen. Revelan una falta de respeto por los demás, que lesiona unos principios elementales sobre los que se basa una sana convivencia civil. La dignidad propia de toda persona siempre debe ser respetada en las palabras, en las acciones y en las legislaciones”.
Siempre debemos tratar a las personas que experimentan atracción al mismo sexo con amor y respeto. Algunos de ellos pueden ser hostiles hacia cualquiera que no esté de acuerdo con su ideología. En esos casos, tenemos derecho a distanciarnos, pero debemos seguir orando por ellos.
Los padres tienen el derecho y el deber de proteger a sus hijos del adoctrinamiento de género en las escuelas u otros entornos educativos o sociales, incluso si esto implica la necesidad de retirarlos del establecimiento. Con ese fin deberían formar asociaciones con otras personas a favor de la familia, para que sus derechos sean conocidos y protegidos.
Al entrar en contacto con personas con atracción al mismo sexo que no son violentas o que incluso muestran interés en conocer la verdad, debemos acogerlas como personas amadas por Dios, compartirles con gentileza y amor la verdad sobre nosotros, hombre o mujer, creados a imagen de Dios. Debemos decirles que Dios Padre los ama infinitamente y que envió a su Hijo a dar su vida por ellos y por nosotros, que también somos pecadores necesitados de perdón y sanación. Todos tenemos problemas, algunos en unas áreas y otros en otras y nadie tiene derecho a “tirar una piedra” a nadie.
Finalmente, cuando sea el momento adecuado, debemos invitarlos al arrepentimiento y a recibir el Sacramento de la Confesión y apoyarlos durante todo el proceso.
Acerquémonos a las personas con atracción al mismo sexo con verdad y amor. Si rechazan nuestro enfoque, hagámosles saber que nuestra “puerta” permanecerá abierta y que continuaremos orando por ellos.
Fuente:
Traducido de Cfr Adolfo J. Castañeda. (Diciembre 9, 2022). Does God Forgive Homosexuality? https://www.hli.org/resources/does-god-forgive-homosexuality/
Audio 7:
8. ¿Qué es la ideología de género?
Una ideología es un sistema de creencias y valores que sirve de base de un tipo de pensamiento, ya sea político, económico, social o de otro tipo. Algunas ideologías intentan justificar una visión perversa para apoyar ciertas políticas o agendas. [1]
La ideología de género deconstruye la visión correcta de la persona humana, ya que se basa en una antropología (estudio o visión de la persona humana) falsa. Esta antropología tergiversada es a su vez la base de una ética falsa a través de la cual se justifican ataques al matrimonio y a la familia y que se llame “derecho humano” a algo que no lo es. [2]
La ideología de género niega que las diferencias entre hombres y mujeres tengan fundamentos naturales y biológicos y afirma que estas diferencias son fruto de una construcción social y cultural producto de la imposición a las personas de roles que no corresponden a las diferencias naturales entre los sexos. Desde este inicio erróneo los partidarios de esta deconstrucción antropológica afirman que el sexo en sí es biológico, pero la identidad de género es lo que una persona decide adoptar. Según este criterio podría haber tantos “géneros” diferentes como personas habitan el planeta. [3]
Según Tumblr, actualmente existen al menos 250 géneros. Las categorías incluyen andrógino, neutro, dos espíritus, no binario, Genderqueer, cisgénero, pangénero, MTF, y así sucesivamente. Una persona incluso puede cambiar de género varias veces al día si lo desea. [4]
“El principio antropológico básico de la ideología de ‘género’ es que el cuerpo humano es irrelevante para la persona humana. Sus seguidores piensan que el yo interior puede decidir, como un acto de pura voluntad, qué hacer con su cuerpo. Peor aún, creen que pueden definir cómo deben ser sus cuerpos y que no hay límites para su comportamiento”. [5]
“Antes de la década de 1950, el término ‘género’ se aplicaba sólo a la gramática y no a las personas. Los idiomas que provienen del latín clasifican los sustantivos y sus modificadores como masculinos o femeninos, y por esta razón hablamos de género cuando nos referimos a ellos. [6] En español, por ejemplo, esto es muy claro. Nos referimos a ‘la casa’ como femenino o a ‘el lápiz’ como masculino”. [7]
Sin embargo, los usos de los términos “sexo” y “género” cambiaron durante los años 50 y 60 porque para algunos fue claro que la agenda a favor del “cambio de sexo” no podía defenderse lo suficiente con el uso de las palabras “sexo” y “transexual”. Desde una perspectiva estrictamente científica, nuestro sexo y diferencias sexuales están determinados genéticamente (XX para las mujeres y XY para los hombres) y nadie puede cambiar los genes de una persona mediante hormonas o cirugías, es decir, el cambio de sexo es objetivamente imposible.
La solución que se presentó fue tomar el término “género” e infundirle un nuevo significado aplicable a la identidad de los individuos. Estos sexólogos esencialmente inventaron la base ideológica que necesitaban para justificar el manejo del transexualismo mediante cirugía.
La historia lingüística permite aclarar que el término “género” no tiene, ni nunca ha tenido, una base biológica o científica, sino que más bien es un concepto inventado a nivel social y político. Sin embargo, aunque inventada, esta comprensión es la que actualmente domina la medicina convencional, los medios de comunicación y el mundo académico.
La ideología de género es el resultado lógico de la liberalización de las relaciones sexuales que trajo como consecuencia la degradación del matrimonio, la familia y la identidad sexual en la conciencia colectiva. Sus orígenes provienen de programas y políticas cuestionables y erróneas y su continuación se basa en intentos de normalizar ese sufrimiento en lugar de curarlo. [8]
La “educación” sexual de género también está destruyendo la integridad moral y psicológica de los niños y desdeñando la autoridad de los padres como educadores primarios de sus hijos. En lugar de ofrecerles la ayuda real que necesitan, los ideólogos del “género” en conjunto con las instituciones de salud y entidades supranacionales, como la ONU y la IPPF están utilizando la educación para adoctrinar a los niños en una ideología perversa y autodestructiva. [9]
Tratar de obligar a las escuelas y otras instituciones públicas a permitir que los hombres usen los baños de mujeres es una receta segura para el abuso sexual y exigir que las personas trans puedan jugar en equipos deportivos del sexo con el que se identifican es particularmente injusto para las mujeres. Que no nos refiramos a los bebés como varones o mujeres para no imponerles un género con el que tal vez no se identifiquen en el futuro; que se prohíba el acceso a tratamiento sicológico a personas con atracción al mismo sexo, incluso si algunas lo quieren y lo necesitan desesperadamente; y que nos refiramos a todo el mundo con pronombres de género neutro son exigencias que tienen consecuencias igualmente graves.
La pregunta es ¿haremos políticas públicas que enseñen la verdad sobre la persona y la sexualidad humana, o continuaremos nuestro camino hacia la confusión que trae como consecuencia infelicidad y vidas destruidas? [10]
Fuente:
[1] Traducido de Cfr Don DeMarco. (Octubre 29, 2018). Understanding Gender Ideology https://www.hli.org/resources/the-roots-of-gender-ideology/
[2] Traducido de Cfr Adolfo J. Castañeda. (June 19, 2018). True Unity of a Human Person Defies All “Gender” Ideology https://www.hli.org/resources/true-unity-of-the-human-person-defies-gender-ideology/
[3] Traducido de Cfr Don DeMarco. (Octubre 29, 2018). Understanding Gender Ideology https://www.hli.org/resources/the-roots-of-gender-ideology/
[4] Traducido de Cfr Brian Clowes. (Agosto 11, 2020). Transhumanism: The Final Frontier. https://www.hli.org/resources/what-is-transhumanism/
[5] Traducido de Adolfo J. Castañeda. (June 19, 2018). True Unity of a Human Person Defies All “Gender” Ideology https://www.hli.org/resources/true-unity-of-the-human-person-defies-gender-ideology/
[6] Traducido de Don DeMarco. (Octubre 29, 2018). Understanding Gender Ideology https://www.hli.org/resources/the-roots-of-gender-ideology/
[7] Traducido de Adolfo J. Castañeda. (Enero 27, 2023). What Does the Bible Say about Transgenderism? https://www.hli.org/resources/bible-on-transgenderism/
[8] Traducido de Cfr Don DeMarco. (Octubre 29, 2018). Understanding Gender Ideology https://www.hli.org/resources/the-roots-of-gender-ideology/
[9] Traducido de Cfr Adolfo J. Castañeda. (June 19, 2018). True Unity of a Human Person Defies All “Gender” Ideology https://www.hli.org/resources/true-unity-of-the-human-person-defies-gender-ideology/
[10] Traducido de Cfr Brian Clowes. (Junio 12, 2020) What is Transgenderism? https://www.hli.org/resources/what-is-transgenderism/
Audio 8:
9. ¿Qué dice la ciencia?
La biología no es una construcción social.
La ideología de género es un sistema de creencias que sostiene que cada persona tiene algo llamado “identidad de género” en el cerebro que puede o no coincidir con su sexo biológico. Su principio central es que esta “identidad de género” es más real que la realidad biológica del sexo. En términos filosóficos, esto cumple con la definición de dualismo gnóstico.
La ideología de género, en los últimos 5 años, ha permeado las principales instituciones públicas de nuestra sociedad, desde los medios de comunicación masivos, hasta la educación, de preescolar en adelante, incluyendo la medicina y psiquiatría, y cada vez más, la ley.
¿Por qué deberíamos estar alarmados por esto?
A los niños de tres años, maestros de preescolar y drag queens les enseñan, en bibliotecas públicas, que pueden estar “atrapados en el cuerpo equivocado”; los de kindergarten participan de actividades en el aula en las que se celebran la “salida del closet trans”; los adolescentes son víctima del contagio social y se declaran trans en grupos, se permite a los niños entrar a los baños, vestuarios e incluso a los equipos deportivos de las niñas. Los dos mejores corredores en la competencia estatal de atletismo de secundaria para niñas en Connecticut en 2018 fueron niños que anteriormente habían competido en el equipo de atletismo masculino, pero a quienes se les permitió correr en el equipo femenino este año porque “se identifican” como niñas. En diez estados, Washington, D.C., y varios condados individuales, es ilegal que los menores reciban terapia para la confusión de género (o disforia de género) que les ayude a alinear su pensamiento con su sexo. Por el contrario, en todo el país se enseña a los médicos y sicólogos a afirmar rápidamente esta confusión como prueba de que el niño nació en el cuerpo equivocado y a alentarlos a hacerse pasar por el sexo opuesto, incluso hasta el punto de recetar bloqueadores de la pubertad, hormonas del sexo opuesto y cirugías de cambio de sexo antes de los 18 años.
¿Cómo pueden los padres y todos los profesionales de buena voluntad proteger a nuestros hijos? Primero debemos conocer los hechos para poder inmunizar a nuestros hijos contra las mentiras.
Incluso un embrión de 10 mm tiene su sexo biológico programado en su ADN. El sexo es una característica biológica binaria de la persona humana que fue establecida en nuestro ADN en el momento de la concepción. Uno es concebido ya sea hombre o mujer.
La identidad de género se refiere a la conciencia de un individuo de ser hombre o mujer, tiene que ver con los pensamientos y sentimientos que las personas desarrollan con el tiempo. Los pensamientos normales se alinean con la realidad física. Por lo tanto, la identidad de género de una persona debe coincidir con su sexo biológico.
La genética del comportamiento sostiene que, aunque los genes y las hormonas influyen en el comportamiento, no obligan a una persona a pensar, sentir o comportarse de una determinada manera. La epigenética ha establecido que los genes no son análogos a «planos» rígidos de comportamiento. Más bien, los seres humanos desarrollan rasgos a través del proceso dinámico de la interacción gen-ambiente.
A partir de estudios de imágenes cerebrales, se ha afirmado que la microestructura del cerebro transgénero es diferente que la del cerebro no transgénero. Sin embargo, la importancia clínica de estos resultados es cuestionable debido al reducido número de sujetos estudiados y a la existencia de la neuroplasticidad, a través de la cual se ha podido comprobar que un comportamiento repetitivo puede, a largo plazo, modificar la microestructura cerebral. Por lo tanto, si se llegaran a identificar diferencias entre los cerebros de las personas transgénero y los de las personas que no lo son, éstas probablemente serían el resultado del comportamiento transgénero y no su causa.
Los estudios de gemelos idénticos demuestran que la disforia de género está influenciada predominantemente por eventos posnatales. El estudio más grande, que incluye 74 pares de gemelos idénticos adultos en el que por lo menos uno de ellos se consideraba transexual, encontró que solo en el 28% de los casos ambos se identificaban como trans. El ADN de los gemelos idénticos es idéntico desde la concepción y se desarrolla exactamente en el mismo entorno prenatal donde están expuestos a las mismas hormonas. Si los genes y/o las hormonas prenatales contribuyeran significativamente al transgenerismo, la tasa de concordancia debería ser cercana al 100%. En cambio, el 72% de las parejas de gemelos idénticos no coincidían en cuanto a transgenerismo. Esto significa que al menos el 72% de lo que contribuye al transgenerismo en un gemelo adulto consiste en una o más experiencias no compartidas después del nacimiento.
Los estudios de casos clínicos sugieren que el refuerzo social, la psicopatología de los padres, la dinámica familiar y el contagio social facilitado por los medios sociales y convencionales contribuyen al desarrollo y/o persistencia de la disforia de género en algunos niños vulnerables. También puede haber una asociación causal entre eventos adversos en la infancia, incluido el abuso sexual.
Fuente:
Traducido de Cfr Dr. Felipe Vizcarrondo and Dr. Michelle Cretella. (Julio 25, 2018). Gender Ideology: The Latest Assault on Our Children. https://www.hli.org/resources/gender-ideology-latest-assault-children/
Audio 9:
10. ¿Qué es la disforia de género?
La disforia se define como un estado de insatisfacción o descontento ante una situación determinada. La disforia de género (DG) es un término utilizado para describir una condición psicológica en la que el individuo siente una marcada incongruencia entre su género experimentado y su sexo biológico. [1]
“Las personas con DG sienten que no pertenecen a sus cuerpos, incluso pueden experimentar una sensación de disgusto hacia sus genitales. Lo anterior los puede llevar a querer vivir como si fueran del sexo opuesto o como transgénero”. [2]
“Los individuos que experimentan DG a menudo expresan la creencia de que son del sexo opuesto, que están atrapados en el cuerpo equivocado, o que no son de ninguno de los dos sexos. Esta condición se asocia con distintos niveles de ansiedad e infelicidad”. [3]
“El trastorno de identidad de género fue reconocido como una enfermedad mental en el Manual diagnóstico y estadístico de trastornos mentales IV (DSM-IV, por sus siglas en inglés) de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría (APA). En 2013, la APA publicó el DSM-V, que cambió el término «trastorno de identidad de género» por «disforia de género» y lo eliminó como enfermedad mental. Al igual que en el caso de la homosexualidad, esta fue una medida puramente política de la APA llevada a cabo bajo presión política organizada”. [4]
“Una de las principales funciones del cerebro es percibir la realidad física. Cuando lo que se percibe está conforme a la realidad física el cerebro está funcionando de forma normal, mientras que lo hace de forma anormal cuando la percepción se desvía de la realidad. Esto es cierto tanto si el individuo que experimenta los pensamientos no acordes con la realidad física siente angustia por eso como si no. El que una persona crea que es algo o alguien que no es se considera, en el mejor de los casos, una señal de pensamiento confuso”. [5]
Salvo una anomalía cromosómica, los seres humanos nacen como hombre o como mujer. Si una persona nace hombre (o mujer) y siente angustia por eso, ella y los médicos deben trabajar juntos para determinar la causa fundamental de esos sentimientos y para que pueda sentirse cómodo y comenzar a amar su propio cuerpo sin tener el deseo de dañarlo o alterarlo.
Las personas que experimentan disforia de género necesitan atención y afecto. Lamentablemente, muchos de los “tratamientos” propuestos dañan el cuerpo en lugar de sanar la mente y un número cada vez mayor de personas corren el peligro de verse perjudicadas por este enfoque.
No siempre se sabe por qué se produjo la disforia de género en determinadas personas. Nuestro primer y más importante objetivo es comprender a quienes la experimentan y ayudarlos a aceptarse a sí mismos lo mejor que puedan. [6]
Fuente:
[1] Traducido de Cfr Dr. Felipe Vizcarrondo and Dr. Michelle Cretella. (Julio 25, 2018). Gender Ideology: The Latest Assault on Our Children. https://www.hli.org/resources/gender-ideology-latest-assault-children/
[2] Traducido de Susan Ciancio. (Febrero 25, 2022). Gender Dysphoria in the DSM-5: The Change in Terminology. https://www.hli.org/resources/dsm-5-gender-dysphoria/
[3] Traducido de Dr. Felipe Vizcarrondo and Dr. Michelle Cretella. (Julio 25, 2018). Gender Ideology: The Latest Assault on Our Children. https://www.hli.org/resources/gender-ideology-latest-assault-children/
[4] Traducido de Brian Clowes. (Junio 12, 2020) What is Transgenderism? https://www.hli.org/resources/what-is-transgenderism/
[5] Traducido de Dr. Felipe Vizcarrondo and Dr. Michelle Cretella. (Julio 25, 2018). Gender Ideology: The Latest Assault on Our Children. https://www.hli.org/resources/gender-ideology-latest-assault-children/
[6] Traducido de Cfr Susan Ciancio. (Febrero 25, 2022). Gender Dysphoria in the DSM-5: The Change in Terminology. https://www.hli.org/resources/dsm-5-gender-dysphoria/
Audio 10:
11. Causas y diagnóstico de la disforia de género
“Un artículo de 2022 sobre la disforia de género en el sitio web del NIH (Instituto Nacional de Salud, por sus siglas en inglés) informa que «la etiología [es decir, las causas] de la disforia de género (DG) sigue sin estar clara, pero se cree que tiene su origen en un complejo vínculo biopsicosocial». A continuación, enumera varias afecciones que pueden ser causas subyacentes o que pueden llevar a una persona a sentir disforia de género. Entre ellas se encuentran las personas que nacen con hiperplasia suprarrenal congénita o síndrome de insensibilidad a los andrógenos.
El artículo continúa: “También se han encontrado asociaciones con la exposición intrauterina a los ftalatos de los plásticos y a los bifenilos policlorados», ya que «los ftalatos pueden provocar un aumento de los niveles totales de testosterona en el feto, lo que a su vez aumenta el riesgo de trastorno del espectro autista, así como de DG».
Algunos estudios han descubierto que la disforia de género es más frecuente en personas diagnosticadas con un trastorno del espectro autista o con enfermedades psiquiátricas. Y, por último, los investigadores también han descubierto que puede haber una asociación entre el abuso y el maltrato o negligencia durante la infancia y la disforia de género.
La disforia de género no es mirarse al espejo y desear tener un aspecto diferente, no es una insatisfacción ocasional con tu cuerpo o tu aspecto. Todos hemos sentido esas cosas alguna vez. Nadie está 100% contento consigo mismo el 100% del tiempo. La disforia de género es una incongruencia marcada con tu género y con cómo te percibes a ti mismo, e incluye una angustia significativa y duradera al respecto”. [1]
Según la Clínica Mayo, para que se diagnostique correctamente la disforia de género, una persona debe experimentar sentimientos de angustia durante al menos seis meses. Además, deben darse al menos dos de las siguientes circunstancias:
- Una marcada diferencia entre su identidad de género interna y las características sexuales primarias y/o secundarias, o las características sexuales secundarias por manifestarse.
- Un fuerte deseo de deshacerse de las características sexuales primarias y/o secundarias debido a una marcada diferencia con su identidad de género interna, o un deseo de prevenir el desarrollo de características sexuales secundarias.
- Un fuerte deseo de tener las características sexuales primarias y/o secundarias del otro sexo.
- Un fuerte deseo de ser del otro sexo o de un género alternativo.
- Un fuerte deseo de ser tratado como alguien del otro sexo o de un género alternativo.
- Una fuerte convicción de tener sentimientos y reacciones típicas del otro sexo.
Aunque todavía no conocemos plenamente los orígenes de la DG, sabemos que puede tener efectos devastadores en las personas. Quienes padecen DG pueden negarse a hacer amigos o ser incapaces de hacerlo, no querer ir al colegio por miedo a que se rían de ellos, en el caso de los niños y adolescentes, o ser incapaces de trabajar. La DG también puede afectar las relaciones familiares. A menudo las personas se sienten incomprendidas y poco queridas, lo que provoca sentimientos de depresión y ansiedad que pueden incluso llevar al deseo de hacerse daño, al abuso de sustancias, a trastornos alimenticios o al suicidio. Por eso es tan importante el tratamiento psiquiátrico y que sean tratados con compasión.
A medida que una persona pasa por la pubertad y llega a la edad adulta, los sentimientos de disforia de género pueden ser estáticos o aparecer y desaparecer. Muchas personas comparten historias sobre cómo superaron estos sentimientos. Por ejemplo, una chica escribe sobre su experiencia, diciendo que creció siendo la «marimacho» por excelencia. Jugaba con muñecos de acción, tenía amigos varones, odiaba los vestidos y todo lo rosa y practicaba los deportes típicos de los chicos. Además, temía la pubertad. Pero cuando llegó al final de la adolescencia, su perspectiva cambió. De repente le gustaba ponerse vestidos y todo lo relacionado con el papel femenino «tradicional».
Esto no es raro. Muchas personas han dicho que, de niños, se sentían más identificados con el sexo opuesto, pero «superaron» esos sentimientos. Los estudios y los psiquiatras lo confirman.
Las estadísticas varían en cuanto al porcentaje de personas que superan los sentimientos de incomodidad con sus cuerpos. Por ejemplo, el Dr. Stephen Stathis, psiquiatra de niños y adolescentes, ha descubierto que entre los niños con los que ha trabajado, aproximadamente el 75% acaba identificándose con su sexo biológico.
Un artículo de Transgender Trend afirma: «Se han realizado diez estudios para comprobar si la disforia de género persiste durante la infancia. En término medio, el 80% de los niños cambian de opinión y no continúan siendo transgénero en la edad adulta. Algunos de estos estudios son muy antiguos, el primero se publicó en 1968 y otros en la década de 1980, una época en la que la transexualidad no era tan aceptada en la sociedad como ahora, por lo que se podría argumentar que esto puede haber influido en que muchos cambiaran de opinión. Sin embargo, el estudio más reciente publicado en 2013 confirma una vez más que la disforia de género no persiste en la mayoría de los niños más allá de la pubertad».
Otros estudios afirman que entre el 64% y el 94% de las personas que admiten disforia de género acabarán adoptando su sexo biológico y, en esencia, «la superarán». La gran variación en estas cifras se debe a la manera en que se formularon las preguntas y a dificultades en el seguimiento de los encuestados. Sin embargo, *la mayor parte de los estudios coinciden en que la mayoría de los niños y adolescentes acabarán superando la DG*. [2]
Fuente:
[1] Desde el inicio hasta aquí traducido de Susan Ciancio. (Enero 20, 2023). Are You Experiencing Gender Dysphoria? https://www.hli.org/resources/signs-of-being-transgender/
[2] Desde la cita anterior hasta aquí traducido de Cfr Susan Ciancio. (Febrero 25, 2022). Gender Dysphoria in the DSM-5: The Change in Terminology. https://www.hli.org/resources/dsm-5-gender-dysphoria/
Audio 11:
12. ¿Qué es el transgenerismo?
Transgénero es un término genérico. Engloba a cualquier persona que se identifique con un género distinto de su sexo biológico o que no se identifique con ningún género. También se refiere a cualquiera que se haya sometido a una operación de “cambio de sexo”. Un «hombre transexual» es una persona que nació mujer y ahora vive como hombre. Una «mujer transexual» es una persona que nació hombre y ahora vive como mujer. Una persona transgénero puede no identificarse ni como hombre ni como mujer (se autodenominan «no binarios»), o puede identificarse como una mezcla de ambos. [1]
La identificación transgénero incluye desde el travestismo hasta el tratamiento hormonal o la cirugía de reasignación de sexo.
The Hill informó recientemente sobre una encuesta realizada en 2020 a más de 15.000 ciudadanos estadounidenses mayores de 18 años. Según la encuesta, «2 % de la Generación Z, es decir, adultos entre 18 y 23 años, se identificó como gay, lesbiana o transgénero». [2]
“El Instituto Williams de la UCLA elaboró un informe utilizando los últimos datos del Sistema de Vigilancia de Factores de Riesgo Conductuales. A continuación, estimó que el número de personas transgénero en EE.UU. representaba aproximadamente el 0,6% de los adultos. Eso equivale a 1,4 millones de adultos”. [3]
En los países europeos los datos de 2021 muestran que Alemania y Suecia afirman que las personas transgénero representan el 3% de su población. Países como España y Gran Bretaña reportan un 2%, y Francia, Italia, Bélgica y Polonia alrededor del 1%. [4]
Algunos activistas trans afirman que la existencia de personas intersexuales de alguna manera legitima su movimiento. Una persona es intersexual cuando no nace XX (mujer) ni XY (hombre). Algunos ejemplos son el síndrome de Klinefelter (XXY), el síndrome de insensibilidad a los andrógenos y todas las demás variaciones sexuales. Incluso en la mayoría de estos casos, los síntomas son manejables y la persona puede llevar una vida relativamente normal. Sin embargo, al menos el 99,7% de las personas nacidas son claramente hombres o mujeres y la gran mayoría de quienes se identifican como transgénero tienen sistemas reproductivos perfectamente normales. Esto significa que la categoría de “intersexual” es completamente irrelevante para el debate sobre el transgenerismo. [5]
Sin embargo, la sociedad actual pretende que creamos que el género es fluido: que cada persona puede y debe decidir su género y que el mundo debería simplemente ajustarse a nuestras decisiones. Esto va en detrimento de las personas que más necesitan ayuda. [6] “Es vital que ayudemos a las personas con disforia de género a comprender que su cuerpo es como Dios quiso que fuera y que es un regalo que debe ser apreciado y respetado”. [7]
“Nuestro sexo está determinado genéticamente en lo más profundo de nuestro cuerpo: XX determina la feminidad y XY la masculinidad. Esa realidad biológica no se puede cambiar. Se puede modificar la apariencia, pero no la realidad biológica del sexo. Objetivamente no existen “géneros”, sólo dos sexos: masculino y femenino. “Género” se refiere al deseo interno de ser o actuar de una forma que no corresponde a la realidad de nuestro ser masculino o femenino. Los sentimientos no determinan la realidad; el compuesto cuerpo-alma que todos somos determina nuestra realidad como seres humanos.
El transgenerismo, el deseo de “cambiar de sexo”, es un trastorno emocional porque no se corresponde con la realidad de quiénes somos. Como tal, debe ser tratado profesionalmente con amabilidad y caridad. Mezclar el rechazo de la falsa y peligrosa ideología de género con el rechazo hacia quienes padecen este trastorno roza la deshonestidad intelectual y debería rechazarse como un argumento inválido que no tiene cabida en ningún debate o diálogo serio y honesto sobre esta cuestión”. [8]
Fuente:
[1] Traducido de Cfr Susan Ciancio. (Mayo 5, 2023). Trans Statistics and the Catholic Response to Transgenderism. https://www.hli.org/resources/what-percentage-of-people-are-transgender/
[2] Desde la cita anterior hasta aquí traducido de Cfr Susan Ciancio. (July 7, 2021). What Percentage of Transgenders Regret Surgery? https://www.hli.org/resources/what-percentage-of-transgenders-regret-surgery/
[3] Traducido de Susan Ciancio. (Febrero 25, 2022). Gender Dysphoria in the DSM-5: The Change in Terminology. https://www.hli.org/resources/dsm-5-gender-dysphoria/
[4] Traducido de Cfr Susan Ciancio. (Mayo 5, 2023). Trans Statistics and the Catholic Response to Transgenderism. https://www.hli.org/resources/what-percentage-of-people-are-transgender/
[5] Traducido de Cfr Brian Clowes. (Junio 12, 2020) What is Transgenderism? https://www.hli.org/resources/what-is-transgenderism/
[6] Traducido de Cfr Susan Ciancio. (July 7, 2021). What Percentage of Transgenders Regret Surgery? https://www.hli.org/resources/what-percentage-of-transgenders-regret-surgery/
[7] Traducido de Susan Ciancio. (Febrero 25, 2022). Gender Dysphoria in the DSM-5: The Change in Terminology. https://www.hli.org/resources/dsm-5-gender-dysphoria/
[8] Desde la cita anterior hasta aquí traducido de Adolfo J. Castañeda. (Enero 27, 2023). What Does the Bible Say about Transgenderism? https://www.hli.org/resources/bible-on-transgenderism/
Audio 12:
13. “No hace daño a nadie. ¿Por qué debería importarme?”
Nuestro mundo cada vez más secularizado anima a vivir y dejar vivir. La tendencia es permitir que las personas hagan lo que les hace sentir bien en lugar de lo que es mejor para ellas. Muchos piensan: «No está haciéndole daño a nadie. ¿Por qué debería preocuparme?»
Aunque aún es un pequeño porcentaje, el número de personas que se identifican como transgénero está aumentando. Es probable que esto se deba a una mayor aceptación de esta situación por parte de la gente o a que los jóvenes son alentados a explorar cualquier sentimiento de confusión respecto a su género. La presión de los compañeros, las redes sociales y los grupos pro-transgénero también juegan un papel importante.
Pero independientemente de si están lastimando a otros o no, ellos mismos a menudo sufren. [1] “La tasa de intentos de suicidio entre las personas transgénero es del 41%, nueve veces el promedio nacional en Estados Unidos, que es del 4.6%. TransLine, una línea directa para personas transgénero y transexuales que busca prevenir el suicidio fue inundada con más de 20,000 llamadas durante sus primeros nueve meses de operación. Greta Martela, quién se considera lesbiana y fundó la línea directa dijo: ‘Con un 41% de intentos de suicidio, hay que asumir que algo simplemente no está funcionando para las personas transgénero’”. [2]
Aquellos que se sienten confundidos acerca de su género necesitan ayuda. No una «ayuda» falsa que los anime a tomar hormonas o someterse a cirugías que los dañen o mutilen, sino una que los anime a amarse a sí mismos como son. Los maestros, políticos y otras personas de autoridad están imponiendo su agenda a niños vulnerables, y esto no es aceptable. Por eso es vital promulgar leyes que protejan a todas las personas. Nunca está bien lastimar o discriminar a otro. Todas las personas merecen amor y respeto.
Como católicos, estamos llamados a actuar como lo haría Cristo. Debemos vivir y enseñar su amor, su misericordia y la verdad sobre el sexo y el género. Debemos ser guardianes de nuestros hermanos, esto es ayudarlos a florecer como hijos de Dios sin destruir sus cuerpos. [3]
Los hombres y mujeres que sufren atracción al mismo sexo o confusión respecto a su identidad tienen exactamente la misma dignidad que el resto de nosotros. En términos teológicos, ellos, como nosotros, son creados a imagen y semejanza de Dios. Por lo tanto, merecen nuestro respeto, amor y aceptación, y no simplemente nuestra tolerancia.
Aceptarlos y amarlos no significa aceptar su ideología o conducta inmoral, porque esto los dañaría en vez de ayudarlos. Lo que realmente necesitan es, primero, ser aceptados y luego, conocer la verdad, siempre expresada con amor, acerca de su identidad como personas y el plan de amor de Dios para ellos. También podría ser útil que reciban ayuda pastoral y tratamiento psiquiátrico o psicológico, lo cual no debe ser motivo de vergüenza para nadie. Todos tenemos problemas, y aquellos que piensan que lo tienen todo controlado o que son mejores que los demás son mentirosos o arrogantes. [4]
Fuente:
[1] Desde el inicio hasta aquí traducido de Cfr Susan Ciancio. (Mayo 5, 2023). Trans Statistics and the Catholic Response to Transgenderism. https://www.hli.org/resources/what-percentage-of-people-are-transgender/
[2] Traducido de Brian Clowes. (Junio 12, 2020) What is Transgenderism? https://www.hli.org/resources/what-is-transgenderism/
[3] Desde la cita anterior hasta aquí traducido de Cfr Susan Ciancio. (Mayo 5, 2023). Trans Statistics and the Catholic Response to Transgenderism. https://www.hli.org/resources/what-percentage-of-people-are-transgender/
[4] Desde la cita anterior hasta aquí Cfr traducido de Adolfo J. Castañeda. (June 19, 2018). True Unity of a Human Person Defies All “Gender” Ideology https://www.hli.org/resources/true-unity-of-the-human-person-defies-gender-ideology/
Audio 13:
14. ¿Puedo cambiar mi sexo?
“Muchas personas que creen o sienten que deben vivir como el sexo opuesto toman medidas para mostrarlo al mundo. Por ejemplo, cambian su nombre, modifican su forma de vestir o de peinarse e incluso toman fármacos que impidan que su cuerpo se desarrolle naturalmente o se someten a cirugías para alterar permanentemente la apariencia de su cuerpo”. [1]
Pero sentir no es lo mismo que ser y a pesar de lo que hagan, seguirán siendo en lo más profundo de sí mismos hombres o mujeres. La masculinidad y la feminidad están inscritas en el ADN, en los genes: XX para las mujeres, XY para los hombres, desde el momento en que el niño es concebido. Las sustancias químicas, las operaciones quirúrgicas o las mutilaciones a las que se sometan no pueden cambiar esa realidad. [2] Las diferencias sexuales se pueden ver no solo exteriormente sino en nuestros órganos y células. Una operación de cambio de sexo no puede modificar estas cosas. [3]
La cirugía estética y las hormonas cruzadas pueden afectar las apariencias. Pueden atrofiar o dañar nuestros órganos reproductivos, pero no pueden transformarnos en alguien del otro sexo. Nadie puede cambiar su ADN, la esencia de su ser, para convertirse verdaderamente en el sexo opuesto. [4]
Las primeras supuestas “cirugías de cambio de sexo” se llevaron a cabo en hospitales universitarios a finales de la década de 1950. Inicialmente se realizaron a personas con problemas psiquiátricos graves que habían recibido asesoramiento previo y que posteriormente fueron cuidadosamente monitoreadas para confirmar si la cirugía había sido beneficiosa para ellos. Los cirujanos investigadores finalmente concluyeron que los procedimientos eran perjudiciales tanto física como psicológicamente y dejaron de realizarlos. También se presentó el debate sobre si las operaciones de “cambio de sexo” se podían considerar realmente medicina, ya que el propósito de la medicina es restaurar el funcionamiento adecuado de los sistemas corporales y esto no sucede con ese tipo de cirugías.
Poco después, clínicas privadas con fines de lucro comenzaron a realizar operaciones de cambio de sexo como una especie de modificación corporal electiva. Los médicos involucrados rara vez hacían un estudio psicológico exhaustivo previo ni seguimiento posterior a sus pacientes, y los casos documentados de complicaciones mentales graves, muchas de las cuales terminaron en suicidio, comenzaron a acumularse. A pesar de eso esta clase de cirugías se ha seguido realizando ya que la llamada “industria del cambio de sexo” resulta muy rentable. [5]
La mayoría de los jóvenes que buscan una “reasignación de sexo” vienen con problemas psicosociales (conflictos sobre las perspectivas, expectativas y roles que sienten que están ligados a su sexo) y suponen que la “reasignación de sexo” los aliviará o resolverá. Gran parte de estos jóvenes no encuentran terapeutas dispuestos a evaluarlos y guiarlos de forma tal que verdaderamente puedan resolver sus conflictos y corregir sus suposiciones, sino que ellos y sus familias acuden a “terapeutas de género” que los alientan en su confusión. [6] La realidad es que mutilar o alterar drásticamente el cuerpo que recibimos al nacer a través de fármacos o cirugías puede hacer más daño que bien. [7]
El doctor Paul McHugh lleva más de 40 años como catedrático de Psiquiatría en la Facultad de Medicina de Johns Hopkins University estudiando a las personas transexuales. En un artículo sobre la cirugía de reasignación, escribe: “La disforia de género pertenece a la familia de suposiciones igualmente desordenadas sobre el cuerpo, como la anorexia nerviosa y el trastorno dismórfico corporal. Su tratamiento no debe dirigirse al cuerpo, como ocurre cuando se utiliza cirugía u hormonas, como tampoco se trata a pacientes anoréxicos con liposucción. El tratamiento debe esforzarse en corregir el carácter falso y problemático del supuesto y en resolver los conflictos psicosociales que lo provocan”. [8]
“La confusión que existe en nuestra cultura sobre la sexualidad y la naturaleza de la persona está dejando millones de víctimas a su paso. Cuando nos dirigimos a los hombres con pronombres femeninos o a las mujeres con pronombres masculinos contribuimos a esa confusión. Esto equivale a animar a una persona con anorexia, que se considera gorda, a continuar con su delirio”. [9]
El tratamiento para cualquier problema de salud física o mental, incluyendo la disforia de género, depende del individuo. Por lo general, incluye asesoramiento orientado a proporcionar a la persona habilidades que le ayuden a afrontar la situación de forma apropiada. También puede incluir asesoramiento familiar, para que los padres puedan apoyar adecuadamente a sus hijos. Una terapia que ayude a la persona a ver la bondad de su cuerpo, la belleza de lo que realmente es y el amor de un Dios que la creó contribuirá en gran medida a que logre aceptar el cuerpo con el que nació.
Hay muchas organizaciones dedicadas a esto que pueden ayudar. Si tú, o alguien que conoces, experimenta disforia de género, te animamos a que busques ayuda que esté orientada hacia tu sanación. [10]
Fuente:
[1] Traducido de Susan Ciancio. (Enero 20, 2023). Are You Experiencing Gender Dysphoria? https://www.hli.org/resources/signs-of-being-transgender/
[2] Traducido de Cfr Adolfo J. Castañeda. (June 19, 2018). True Unity of a Human Person Defies All “Gender” Ideology https://www.hli.org/resources/true-unity-of-the-human-person-defies-gender-ideology/
[3] Traducido de Cfr Susan Ciancio. (Mayo 5, 2023). Trans Statistics and the Catholic Response to Transgenderism. https://www.hli.org/resources/what-percentage-of-people-are-transgender/
[4] Traducido de Cfr Susan Ciancio. (July 7, 2021). What Percentage of Transgenders Regret Surgery? https://www.hli.org/resources/what-percentage-of-transgenders-regret-surgery/
[5] Desde la cita anterior hasta aquí traducido de Cfr Brian Clowes. (Junio 12, 2020) What is Transgenderism? https://www.hli.org/resources/what-is-transgenderism/
[6] Traducido de Cfr Susan Ciancio. (July 7, 2021). What Percentage of Transgenders Regret Surgery? https://www.hli.org/resources/what-percentage-of-transgenders-regret-surgery/
[7] Traducido de Cfr Susan Ciancio. (Febrero 25, 2022). Gender Dysphoria in the DSM-5: The Change in Terminology. https://www.hli.org/resources/dsm-5-gender-dysphoria/
[8] Traducido de Cfr Susan Ciancio. (July 7, 2021). What Percentage of Transgenders Regret Surgery? https://www.hli.org/resources/what-percentage-of-transgenders-regret-surgery/
[9] Traducido de Brian Clowes. (Junio 12, 2020) What is Transgenderism? https://www.hli.org/resources/what-is-transgenderism/
[10] Desde la cita anterior hasta aquí traducido de Cfr Susan Ciancio. (Febrero 25, 2022). Gender Dysphoria in the DSM-5: The Change in Terminology. https://www.hli.org/resources/dsm-5-gender-dysphoria/
Audio 14:
15. ¿Se arrepienten las personas transgénero de la cirugía? – (parte 1)
Todos nos esforzamos por ser felices, por sentirnos cómodos en nuestra propia piel y en paz con lo que somos. De hecho, para florecer como seres humanos, debemos sentirnos a gusto con lo que somos.
Si alguna vez has odiado algo de ti mismo, sabes que es un sentimiento terrible del que darías casi cualquier cosa por librarte. Cuando no estamos contentos tomamos medidas para descubrir qué está mal y poder hacer cambios que nos permitan volver a un estado mental o físico saludable. En ocasiones buscamos ayuda para conseguirlo.
Pero ¿y si te sientes tan fuera de lugar en tu propio cuerpo que crees que la única forma de alcanzar la felicidad es alterarlo o mutilarlo? Esto es lo que lleva a hombres y mujeres a considerar la transexualidad. La pregunta es ¿cambia la apariencia de género el bienestar de quienes sienten que no pertenecen a su propio cuerpo?
La mayor parte de los datos disponibles sobre pacientes que se han sometido a procedimientos de reasignación de sexo -tanto hormonales como quirúrgicos- revela que tales procedimientos no aportan los beneficios prometidos para la salud mental.
El NCBC (National Catholic Bioethics Center) explica que los estudios han demostrado que las cirugías de reasignación de sexo no necesariamente resuelven los sentimientos de ansiedad que sufren las personas y que dichas cirugías también provocan un aumento significativo tanto de los intentos de suicidio como de los suicidios. [1]
Hay pocas personas más cualificadas para hablar del tema de la transexualidad que el Dr. Paul McHugh, antiguo psiquiatra jefe del Centro Médico Johns Hopkins. McHugh fue uno de los participantes en las primeras operaciones de “cambio de sexo” en Estados Unidos y cuenta con décadas de experiencia en este ámbito. Él escribió un editorial en 2014 en The Wall Street Journal en el que afirmaba que la confusión de género es una enfermedad mental como la bulimia y no debe tratarse con cirugía. [2]
El doctor Paul McHugh analiza el hecho de que los adultos que se han sometido a cirugía de reasignación de sexo tienen un mayor riesgo de sufrir problemas de salud mental que la población general. Según un estudio citado por el doctor, las personas que se habían sometido a esta cirugía tenían unas cinco veces más probabilidades que el grupo de control de intentar suicidarse y casi 20 veces más probabilidades de conseguirlo. [3]
Por su parte, el estudio más amplio sobre las repercusiones psiquiátricas de la cirugía de “reasignación de sexo”, realizado en Suecia, concluyó lo siguiente: “Las personas con transexualismo, después de la reasignación de sexo, tienen riesgos considerablemente mayores de mortalidad, comportamiento suicida y morbilidad psiquiátrica que la población general. Diez años después de operarse, los transexuales empezaron a experimentar dificultades mentales cada vez mayores. Lo más sorprendente es que su mortalidad por suicidio se multiplicó casi por 20 con respecto a la población no transexual”. [4]
“Suecia se encuentra entre los países en donde el colectivo LGBT recibe mayor aceptación; esto sugiere que las disparidades en salud mental se deben principalmente a la patología que precipitó los sentimientos transgénero en primer lugar y/o al propio estilo de vida transgénero y no a los prejuicios sociales. Es decir, que *el trastorno psicológico que comenzó en la infancia sigue presente* en el adulto, pero lamentablemente no se ha considerado el tratamiento psicológico”. [5]
Muchos pacientes transexuales han dicho que se dieron cuenta demasiado tarde de que las operaciones de “cambio de sexo” no cumplían sus promesas, y que se les ocultaron de forma deliberada los efectos secundarios negativos de las mismas. El australiano Alan Finch, transexual que se arrepintió de su operación y fundó un grupo llamado “Gender Menders”, explicó: “Fundamentalmente no se puede cambiar de sexo… La cirugía no te altera genéticamente. Es una mutilación genital. Nunca he sido una mujer, sólo Alan. Todo ha sido una terrible desgracia… Operar a alguien desesperado por cambiar de sexo es un poco como ofrecer una liposucción a una persona anoréxica”. [6]
Un hombre llamado Walter Heyer puede dar fe de ello. Walter hizo la transición al sexo opuesto y más tarde se arrepintió. Heyer sufrió abuso sexual y emocional de niño y, tras muchos años de sufrimiento como consecuencia de estos abusos, pensó que todos sus problemas desaparecerían si se convertía en mujer. Así que, para horror de su esposa y sus hijos, se operó y se convirtió en “Laura”.
Vivió como Laura durante ocho años, pero nunca sintió la sensación de paz que pensaba que experimentaría. Se dio cuenta de que “transformarse en otra persona” no solucionaba lo que realmente le afligía. Heyer ahora afirma: “Si no me hubiera dejado engañar por las historias de los medios de comunicación sobre el éxito del cambio de sexo y por los médicos que decían que la transición era la respuesta a mis problemas, no habría sufrido lo que he sufrido. La genética no se puede cambiar. Pero los sentimientos sí pueden cambiar. Los problemas subyacentes a menudo impulsan el deseo de escapar de la propia vida hacia otra, y hay que abordarlos antes de dar el paso radical de la transición”.
Walter acudió a terapia y pudo resolver los problemas que le hacían sentir la necesidad de vivir como una mujer. Detransicionó, se casó de nuevo y ahora trabaja con su esposa para ayudar a otras personas cuyas vidas se han visto afectadas negativamente por la transición. Él escribe: “Oirás a los medios decir: ‘Arrepentirse es raro’. Pero no están leyendo mi bandeja de entrada que está llena de mensajes de transexuales que quieren recuperar la vida y el cuerpo que les arrebataron las hormonas y la cirugía, y vivir bajo una nueva identidad. Después de haberme detransicionado, sé la verdad: las hormonas y la cirugía pueden alterar las apariencias, pero nada cambia el hecho inmutable de tu sexo”. [7]
Fuente:
[1] Desde el inicio hasta aquí traducido de Cfr Susan Ciancio. (July 7, 2021). What Percentage of Transgenders Regret Surgery? https://www.hli.org/resources/what-percentage-of-transgenders-regret-surgery/
[2] Desde la cita anterior hasta aquí traducido de Cfr Brian Clowes. (Junio 12, 2020) What is Transgenderism? https://www.hli.org/resources/what-is-transgenderism/
[3] Desde el inicio hasta aquí traducido de Cfr Susan Ciancio. (July 7, 2021). What Percentage of Transgenders Regret Surgery? https://www.hli.org/resources/what-percentage-of-transgenders-regret-surgery/
[4] Traducido de Cfr Brian Clowes. (Junio 12, 2020) What is Transgenderism? https://www.hli.org/resources/what-is-transgenderism/
[5] Traducido de Dr. Felipe Vizcarrondo and Dr. Michelle Cretella. (Julio 25, 2018). Gender Ideology: The Latest Assault on Our Children. https://www.hli.org/resources/gender-ideology-latest-assault-children/
[6] Traducido de Cfr Brian Clowes. (Junio 12, 2020) What is Transgenderism? https://www.hli.org/resources/what-is-transgenderism/
[7] Desde la cita anterior hasta aquí traducido de Cfr Susan Ciancio. (July 7, 2021). What Percentage of Transgenders Regret Surgery? https://www.hli.org/resources/what-percentage-of-transgenders-regret-surgery/
Audio 15:
16. ¿Se arrepienten las personas transgénero de la cirugía? – (parte 2)
Las estadísticas varían en cuanto al número de personas que se arrepienten de haberse operado para “cambiar” de hombre a mujer o viceversa. La Encuesta sobre Transexualidad de Estados Unidos de 2015 -la más reciente disponible debido a la pandemia- afirma en la página 111 que el 11% de las mujeres transexuales encuestadas volvió a su sexo original. Los hombres transexuales tenían una tasa de reversión del 4%. Sin embargo, quienes han vivido la vida como transexuales masculinos o femeninos y han detransicionado afirman que las cifras son mucho más elevadas y que la gente tiene miedo de hablar.
Por ejemplo, Eva es una mujer que vivió como transexual masculino en su adolescencia. Aunque no hizo la transición con fármacos o cirugía, de adulta decidió que ya no quería vivir como un hombre. Afirma que se sintió engañada tanto por familiares como por médicos. Según el artículo: “Eva, que ahora tiene 24 años, forma parte del controvertido grupo de personas conocido como detransicionistas o desistidores, personas transgénero que llegan a replantearse su decisión, a menudo tras haberse sometido ya a tratamientos farmacológicos y quirúrgicos”.
En octubre de 2020, Eva creó un grupo llamado Detrans Canada, con el que espera poder ayudar a las personas que se sienten “condenadas al ostracismo” por su decisión de hacer la detransición. Aunque en el momento de la redacción del artículo todavía era un grupo incipiente, “Eva señaló que un foro de Reddit para detransitionistas… creció de 3,000 a más de 16,000 miembros en solo unos meses”.
En un artículo similar publicado por Medical News, Charlie Evans, una mujer del Reino Unido que se detransicionó e hizo pública su historia el año pasado, dice estar sorprendida por el número de personas que se han puesto en contacto con ella diciendo que se han encontrado en una situación similar a la suya. Según Charlie, “me pongo en contacto con jóvenes de 19 y 20 años que se han sometido a una cirugía de reasignación de género completa y que desearían no haberlo hecho, su disforia no se ha aliviado, no se sienten mejor por ello. No saben qué opciones tienen ahora”.
Charlie continúa: “El número de jóvenes que buscan la transición de género es el más alto de la historia, pero se informa poco sobre cuántos de ellos se arrepienten más tarde de la decisión, porque descubren que no están contentos con su nuevo género”.
Medical News también cuenta la historia de una mujer llamada Ruby que se había sometido a terapia de testosterona y vivía como un varón. Sin embargo, cambió de opinión sobre la transición al sexo masculino antes de que le programaran la intervención quirúrgica para extirparle los senos. Ruby afirma: “Creí que ningún cambio iba a ser suficiente y pensé que era mejor trabajar en cambiar cómo me sentía sobre mí misma que cambiar mi cuerpo. He encontrado similitudes entre la forma en que experimento la disforia de género y la forma en que experimento otros problemas de imagen corporal”. [1]
Haríamos bien en hacer caso a la sombría advertencia de la ex campeona de tenis Renée Richards, una de las primeras transexuales de Estados Unidos: “Si hubiera habido un medicamento que hubiera podido tomar para reducir la presión, habría sido mejor quedarme como estaba: una persona totalmente intacta. En el fondo sé que soy una mujer de segunda clase. Recibo muchas consultas de futuros transexuales, pero no quiero que nadie me vea como ejemplo a seguir. Hoy en día hay mejores opciones, incluida la medicación, para tratar la compulsión a travestirse y la depresión que provoca la confusión de género. En cuanto a sentirme realizada como mujer, no lo estoy tanto como soñaba. Recibo muchas cartas de personas que se plantean someterse a esta operación… y yo se las desaconsejo a todas”.
“Ryan T. Anderson, PhD, ha realizado una amplia investigación sobre la transexualidad. En un artículo de 2018, plantea dos preguntas muy conmovedoras: “¿Cómo definimos la salud mental y el florecimiento humano? Y ¿cuál es el propósito de la medicina, en particular de la psiquiatría?”. Él responde a su propia pregunta cuando afirma: *“Florecemos como seres humanos cuando aceptamos la verdad y vivimos de acuerdo con ella*. Una persona podría encontrar cierto alivio emocional abrazando una falsedad, pero hacerlo no le haría objetivamente mejor. Vivir de acuerdo con una falsedad nos impide florecer plenamente, independientemente de que esto nos cause o no angustia”. En efecto, el florecimiento es lo que Dios quiere para nosotros. Nuestra salud mental es tan importante para Dios como nuestra salud física. Pero ninguna de las dos es tan importante como nuestra salud espiritual”. [2]
Independientemente de las cifras, el arrepentimiento es real, y las cifras realmente no importan a quienes se ven afectados por una decisión de la que ahora se arrepienten y se sienten engañados por médicos o familiares. Lo que saben es que están sufriendo. Es nuestro deber tratarles con empatía y comprensión y ayudarles a ver la dignidad inherente en ellos mismos. Es nuestro deber ayudarles con amor a salir adelante. [3]
Fuente:
[1] Desde el inicio hasta aquí traducido de Cfr Susan Ciancio. (July 7, 2021). What Percentage of Transgenders Regret Surgery? https://www.hli.org/resources/what-percentage-of-transgenders-regret-surgery/
[2] Traducido de Susan Ciancio. (Mayo 5, 2023). Trans Statistics and the Catholic Response to Transgenderism. https://www.hli.org/resources/what-percentage-of-people-are-transgender/
[3] Traducido de Cfr Susan Ciancio. (July 7, 2021). What Percentage of Transgenders Regret Surgery? https://www.hli.org/resources/what-percentage-of-transgenders-regret-surgery/
Audio 16:
17. Disforia de género en niños
A un bebé no se le asigna un sexo al nacer. El sexo del recién nacido se establece en la concepción, se manifiesta anatómicamente en el útero y, al nacer, simplemente se reconoce. Nadie nace con la conciencia de ser hombre o mujer, esta se desarrolla con el tiempo. Mientras esto sucede, durante los primeros años de vida, puede haber un momento en que el niño tenga sentimientos de incertidumbre e incluso confusión sobre su identidad, un pequeño número de ellos mostrará síntomas adicionales de insatisfacción e infelicidad con su sexo biológico y algunos insistirán en que son del sexo opuesto e iniciarán un patrón de comportamiento que busca imitarlo. A estos niños se les diagnostica disforia de género.
Dado que la disforia de género es un diagnóstico psicológico, cabría pensar que el tratamiento de este trastorno que provoca ansiedad estaría en manos de un especialista en salud mental cuyo trabajo consistiría en descubrir y tratar el origen de la disforia de género. Pero no es así. En su lugar, el tratamiento recomendado para la disforia de género en niños incluye la afirmación de la confusión de género del niño, el ser reconocido socialmente como del sexo opuesto, el bloqueo químico de la pubertad, el inicio de hormonas cruzadas de por vida y las cirugías de mutilación desde antes de los 18 años.
La transición social consiste primero en afirmar el falso autoconcepto del niño instituyendo cambios de nombre y pronombre y facilitando la suplantación del sexo opuesto dentro y fuera del hogar. A continuación, a partir de los 10 años, se suprime la pubertad mediante fármacos que la bloquean.
Las hormonas bloqueadoras de la pubertad detienen el crecimiento óseo, disminuyen la densidad de los huesos, impiden la organización y maduración del cerebro adolescente e inhiben la fertilidad al impedir, mientras dure el tratamiento, el desarrollo de tejido gonadal y gametos maduros.
La pubertad se producirá si el niño interrumpe las hormonas bloqueadoras. En consecuencia, la Endocrine Society sostiene que la supresión de la pubertad y vivir socialmente como el sexo opuesto son intervenciones totalmente reversibles que no conllevan ningún riesgo de daño permanente para los niños. Sin embargo, la teoría del aprendizaje social, la neurociencia y los estudios de seguimiento a largo plazo de adolescentes que han recibido supresión puberal ponen en entredicho esta afirmación.
Al menos un estudio prospectivo demuestra que casi todos los niños prepúberes a los que se administran fármacos bloqueadores de la pubertad acaban optando por iniciar una reasignación de sexo con hormonas cruzadas. Esto sugiere que la suplantación del sexo opuesto y la supresión de la pubertad, lejos de ser totalmente reversibles e inocuas, ponen en marcha un único resultado inevitable que requiere el uso de por vida de hormonas tóxicas que provocan infertilidad y otros riesgos graves para la salud.
Los niños empezarán a tomar hormonas sexuales cruzadas (estrógenos para los niños y testosterona para las niñas) a los 16 años o antes, como preparación para la cirugía de reasignación de sexo cuando sean adolescentes mayores o adultos jóvenes. Esta etapa del protocolo de reasignación de sexo feminizará a los niños y masculinizará a las niñas.
Las hormonas cruzadas están asociadas a riesgos peligrosos para la salud. La administración de estrógenos a los varones puede exponerlos al riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y cáncer de mama. Las chicas que reciben testosterona pueden experimentar un riesgo elevado de enfermedades cardiovasculares, diabetes y efectos desconocidos en los tejidos mamarios, uterinos y ováricos.
Los niños prepúberes que reciben hormonas bloqueadoras de la pubertad seguidas de hormonas cruzadas se esterilizan permanentemente. Las adolescentes con disforia de género que han tomado testosterona a diario durante un año pueden someterse a una doble mastectomía a la edad de 16 años.
En detrimento del niño que sufre, se ignora el aspecto de salud mental propio de esta afección, ya que no se considera un trastorno siempre que el niño informe que el proceso de suplantación de sexo le ha aliviado la ansiedad.
La primera clínica de género en Estados Unidos se creó en 2007. En 2014 había 24 clínicas, un año más tarde, había 40. Hoy en día, prácticamente todos los 215 hospitales pediátricos universitarios de Estados Unidos ofrecen el protocolo de afirmación de la transición a pesar de la ausencia de pruebas que establezcan que es seguro a largo plazo.
La disforia de género en los niños prepúberes se resuelve sin ninguna intervención especial después de que pasen de forma natural por la pubertad, es decir, al final de la adolescencia, en el 80-95% de los pacientes.
Hasta hace poco, la visión predominante en el mundo con respecto a la disforia de género infantil era que reflejaba un pensamiento anormal o una confusión por parte del niño que podía ser transitoria o no. El enfoque estándar era la espera vigilante o la psicoterapia individual y familiar. Los objetivos del tratamiento eran abordar la patología familiar, tratar cualquier morbilidad psicosocial del niño y ayudarle a alinear su identidad de género con su sexo biológico.
Este enfoque ha cambiado. Se alegó el sufrimiento de los adultos transexuales para argumentar el “rescate urgente” del mismo destino para los niños mediante la identificación temprana de la disforia de género, la afirmación y la supresión puberal. Ahora se afirma que la psicopatología y el suicidio son las consecuencias directas e inevitables de negar la afirmación social y los bloqueadores de la pubertad a un niño con disforia de género. Se afirma que los niños con disforia de género sufrirán y se suicidarán, por lo tanto, la reasignación de sexo debe empezar en el niño prepuberal.
La realidad es que más del 90% de las personas que mueren por suicidio tienen un trastorno mental diagnosticado y no hay pruebas de que los jóvenes con disforia de género que se suicidan sean diferentes. Por lo tanto, la piedra angular de la prevención del suicidio para los niños con disforia de género debería ser la misma que para todos: la identificación y el tratamiento precoces de las comorbilidades psicológicas.
Afirmar la disforia de género a través de la educación y las políticas legales solo confundirá a niños y padres, lo que llevará a más niños a las “clínicas de género” donde se les administrarán fármacos bloqueadores de la pubertad. Esto, a su vez, prácticamente garantiza que elegirán una vida de esterilidad, aplicación de hormonas del sexo opuesto que son perjudiciales para ellos y mutilación quirúrgica innecesaria de partes sanas de su cuerpo.
Hay un grave problema ético en permitir que se realicen procedimientos irreversibles que cambian la vida de menores que son demasiado jóvenes para dar un consentimiento válido por sí mismos. Condicionar a los niños a creer el absurdo de que podrían “nacer en el cuerpo equivocado” y que una vida de consumo de sustancias químicas perjudiciales y cirugías para parecerse al sexo opuesto es normal y saludable es abuso infantil.
Fuente:
Traducido de Cfr Dr. Felipe Vizcarrondo and Dr. Michelle Cretella. (Julio 25, 2018). Gender Ideology: The Latest Assault on Our Children. https://www.hli.org/resources/gender-ideology-latest-assault-children/
Audio 17:
18. ¿Estás experimentando disforia de género?
Cuando nacemos, nuestros padres pueden saber si somos niño o niña basándose en nuestros genitales y ADN, y la sociedad tradicionalmente ha tratado a los niños en consecuencia. Las niñas usualmente juegan con muñecas y los niños con carros. Pero ¿qué pasa si eres una niña que no soporta las muñecas, le encanta el fútbol, correr con los niños y hacer deporte? ¿O qué pasa si eres un niño al que no le gustan los deportes, sino que prefiere cosas que se consideran femeninas, como la danza, la música o el arte?
Hace cuarenta años, si hubieras sido esa niña, te habrían llamado marimacho y si hubieras sido ese niño, la gente ignorante se habría reído de ti. Pero no hay nada malo en que a un chico le guste bailar (fíjate en Bing Crosby o Fred Astaire) o en que a una chica le gusten los deportes (ahora las mujeres son árbitros de fútbol). Sin embargo, lo que no habría ocurrido en esa época es que la sociedad abogara porque “cambiaras tu sexo”.
Hoy en día, esa parece ser la respuesta a cualquiera que se sienta infeliz con su cuerpo o que no se ajuste a las ideas que la sociedad tiene sobre lo que le debe gustar a un chico o a una chica.
La adolescencia y la juventud pueden ser épocas increíblemente difíciles, sobre todo en el mundo actual. Si alguna vez has ido a un concierto o a un evento deportivo ruidoso, conoces la sensación de tener que gritar para que te oiga incluso la persona que tienes al lado. Eso es lo que puedes sentir si estás confundido con tus sentimientos y tu cuerpo, quieres que te escuchen, pero a menudo el ruido del mundo exterior enmascara tus palabras y la gente sólo oye una parte de lo que dices, si es que oye algo. Pero queremos que sepas que te escuchamos, sabemos de tu dolor y queremos ayudarte.
Si estás experimentando disforia de género, independientemente del origen, tus sentimientos son reales, duelen y la sociedad quiere hacerte creer que la única manera de superar estos sentimientos es vivir como alguien diferente de la persona que eres. Incluso algunas escuelas y hospitales ayudan a los jóvenes a cambiar de sexo sin el consentimiento de sus padres. Esto es una tragedia terrible, porque en los momentos difíciles, los hijos necesitan el consejo y el cariño de sus padres. Ellos los quieren más que nadie y aunque a veces no sepan cómo expresarlo ni cómo ayudar, el dolor de sus hijos es el suyo propio.
Pero en lugar de ayudar a los jóvenes a descubrir las razones de sus sentimientos y a encontrar la felicidad en lo que son como personas, la sociedad quiere afirmarlos en su confusión. La sociedad quiere difundir la mentira de que puedes hacer lo que quieras con tu cuerpo -incluso mutilarlo- para intentar encontrar la felicidad, pero la realidad es que muchas veces no le interesa tu bienestar ni tu alma.
No es necesario mutilarse el cuerpo ni tomar medicamentos que bloqueen las hormonas para sentirse feliz. Los procedimientos médicos deben ser siempre para curar y tratar, nunca para mutilar ni herir. Queremos que sepas que eres digno, que vales mucho y que eres amado, que hay una solución mejor que la que te grita la sociedad y que puedes ser feliz como la persona que eres. [1]
Aunque no conozcas a Cristo o no quieras conocerlo, Él te conoce y te ama. Mutilar tu cuerpo no te conducirá a la paz que tan desesperadamente deseas. Independientemente de si lo crees o no, tu cuerpo fue hecho por Dios de forma hermosa y maravillosa. No eres un error. Hay muchas personas que quieren ayudarte a superar los sentimientos de soledad, aislamiento y autodesprecio. Acércate a ellos. Busca un buen sistema de apoyo, busca ayuda psicológica a través de la cual puedas comprender que eres amado y que puedes amarte a ti mismo. Por último, debes saber que Dios está contigo. Él comprende tu dolor. Y nunca te abandonará. [2]
Navegar por la adolescencia y la juventud no es fácil, y se hace mucho más difícil cuando sientes que no perteneces a tu cuerpo. Pero existe ayuda para aprender a quererte. Si no eres feliz habla con tus padres, con un adulto de confianza o con amigos que se preocupen de verdad por tu bienestar. Y luego busca organizaciones con personas que entiendan por lo que estás pasando y quieran brindarte la ayuda que realmente necesitas. Hay muchos lugares así.
Recuerda que no estás solo. [3]
Fuente:
[1] Desde el inicio hasta aquí traducido de Cfr Susan Ciancio. (Enero 20, 2023). Are You Experiencing Gender Dysphoria? https://www.hli.org/resources/signs-of-being-transgender/
[2] Desde la cita anterior hasta aquí traducido de Cfr Susan Ciancio. (Febrero 25, 2022). Gender Dysphoria in the DSM-5: The Change in Terminology. https://www.hli.org/resources/dsm-5-gender-dysphoria/
[3] Traducido de Cfr Susan Ciancio. (Enero 20, 2023). Are You Experiencing Gender Dysphoria? https://www.hli.org/resources/signs-of-being-transgender/
Audio 18:
19. ¿Qué dice la Biblia acerca del transgenerismo?
Sólo Dios puede juzgar el corazón de una persona, sin embargo, Él nos dio su Palabra para que podamos juzgar la actividad humana desde la perspectiva espiritual y moral. De lo contrario, no sabríamos cómo vivir según su voluntad. Por esta razón, nuestro propósito es compartir lo que Dios nos enseña en la Biblia sobre el tema de la transexualidad desde una perspectiva objetiva sin entrar en juicios sobre la culpabilidad subjetiva de ninguna persona.
La Biblia no dice nada sobre el transgenerismo. Hay muchos temas sobre los que la Biblia no dice nada explícitamente. Por ejemplo, el aborto. Pero podemos demostrar que, según la Biblia, el aborto es siempre gravemente erróneo. Las Escrituras nos enseñan que nunca debemos matar a inocentes (Éx. 20:13; 23:7) y que hay un ser humano vivo dentro de una mujer embarazada (cf. Sal. 139:13-15 y muchos otros).
Es cierto que la Biblia aborda el problema de las relaciones homosexuales. Pero la transexualidad no es lo mismo que la homosexualidad. Las personas que se declaran transgénero no afirman necesariamente tener sentimientos de atracción sexual hacia personas de su mismo sexo.
Sin embargo, la Biblia tiene una antropología, una visión de la persona humana, que arroja luz sobre la cuestión de la transexualidad. Cristo nos enseñó de muchas maneras que debemos interpretar la experiencia humana a la luz de su Palabra eterna, y no al revés. En la práctica, toda la Biblia nos enseña esta verdad. El siguiente pasaje de San Pablo, apóstol de Cristo, es emblemático sobre esta cuestión: “Y no os acomodéis al mundo presente, antes bien transformaos mediante la renovación de vuestra mente, de forma que podáis distinguir cuál es la voluntad de Dios: lo bueno, lo agradable, lo perfecto”. (Rom. 12:2)
La tarea de dar una interpretación auténtica de la Palabra de Dios, ya sea en su forma escrita o en forma de Tradición, ha sido confiada únicamente al magisterio vivo de la Iglesia. Su autoridad en esta materia se ejerce en nombre de Jesucristo. Esto significa que la tarea de interpretación ha sido confiada a los obispos en comunión con el sucesor de Pedro, el Obispo de Roma. (CIC 85).
Cristo mismo dio esta autoridad a San Pedro, el primer papa, cuando le dijo: “Y yo también te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las fuerzas del infierno no la dominarán. Te daré las llaves del Reino de los Cielos, y todo lo que ates en la tierra quedará atado en el Cielo, y todo lo que desates en la tierra quedará desatado en el Cielo”. (Mt 16: 18-19)
Cristo dio también esta autoridad, a través de Pedro, a los demás apóstoles: “El que a vosotros oye, a mí me oye; y el que a vosotros rechaza, a mí me rechaza; y el que a mí me rechaza, rechaza al que me envió” (Lc 10, 16). En otras palabras, quien rechaza la enseñanza de los apóstoles y de sus sucesores, papas y obispos, rechaza a Dios mismo, puesto que el Magisterio enseña la Palabra de Dios.
Muchas personas al conocer esta verdad afirmarán enfurecidas que el Magisterio de la Iglesia católica pretende tener el monopolio de la Palabra de Dios y no deja que nadie más interprete la Biblia para su propio beneficio espiritual. Pero la verdad es justamente lo contrario. Bajo la guía del Magisterio, todos estamos libres de error y podemos, con paz de corazón y alma, interpretar y aplicar la Biblia correctamente a nuestras propias vidas. Lo que tenemos que hacer es estudiar asiduamente lo que enseña el Magisterio sobre los problemas a los que nos enfrentamos hoy en día, incluido el transgenerismo, a través del Catecismo y otros documentos de la Iglesia. A pesar de todos los pecados y errores cometidos por algunos de sus miembros individuales, ningún papa u obispo en comunión con él, en su condición oficial de maestro de todos los fieles, ha enseñado algo contrario a la Palabra de Dios.
¿Qué principios bíblicos podemos aplicar al tema del transgenerismo? El más obvio es el hecho de que, desde el principio, Dios creó al hombre y a la mujer y ningún otro sexo o “género”: “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios los creó; varón y hembra los creó” (Gen 1:27).
Además, Dios creó el matrimonio entre un hombre y una mujer desde el principio: “Por eso deja el hombre a su padre y a su madre y se une a su mujer, y se hacen una sola carne” (Gen 2:24). San Pablo cita este último pasaje cuando enseña que el matrimonio entre un hombre y una mujer cristianos es un reflejo del matrimonio espiritual entre Cristo y su Iglesia: “Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos se harán una sola carne. Gran misterio es éste, lo digo respecto a Cristo y la Iglesia” (Ef 5: 31-32).
Pero lo cierto es que tanto Génesis 2:24 como Efesios 5:31-32 basan el matrimonio en la unión de los cuerpos del hombre y la mujer. Por supuesto, esta unión presupone una unión espiritual, pero no se puede ignorar que el cuerpo humano es esencial para establecer la objetividad de la alianza matrimonial.
El cuerpo es parte intrínseca de nuestra naturaleza humana. La forma en que Dios creó los cuerpos, masculino y femenino, es el primer mensaje de Él sobre quiénes somos como personas. No aceptar la propia masculinidad o feminidad es rechazar el regalo de Dios para nosotros. Intentar “crear” otros sexos o “géneros” mediante un puro acto de voluntad y el consiguiente uso de hormonas y mutilaciones es querer ser “como Dios”. Debemos aceptar con humildad y gratitud la forma en que nos creó y dar gloria a Dios a través de nuestros cuerpos: “Os exhorto, pues, hermanos, por la misericordia de Dios, que ofrezcáis vuestros cuerpos como una víctima viva, santa, agradable a Dios: tal será vuestro culto espiritual” (Rom 12:1)
Somos, y seremos eternamente, seres corporales y espirituales. La forma suprema de la sacramentalidad del cuerpo es el propio cuerpo de Cristo. De hecho, el sacramento más importante, la Eucaristía, consiste precisamente en el Cuerpo y la Sangre de Cristo.
Fuente:
Traducido de Cfr Adolfo J. Castañeda. (Enero 27, 2023). What Does the Bible Say about Transgenderism? https://www.hli.org/resources/bible-on-transgenderism/
Audio 19:
20. La respuesta católica al transgenerismo
Nuestro mundo está cambiando rápidamente. Es difícil ir contra la corriente y proclamar que Dios quiere algo mejor para nosotros a que sigamos todos nuestros caprichos. Pero esto es exactamente lo que el arzobispo Robert J. Carlson nos anima a hacer. Y nos anima a hacerlo con compasión y amor hacia los demás, especialmente hacia aquellos que no están de acuerdo con nosotros. «El amor y el desacuerdo pueden coexistir», escribe.
Al comprender las dificultades que acompañan al creciente movimiento transgénero, el arzobispo Robert J. Carlson, de la Arquidiócesis de St. Louis, escribió una carta a su diócesis titulada “Compasión y desafío”. En ella, afirma: “Hay una gran variedad de personalidades y no siempre se ajustan a los estereotipos de género. Pero eso no significa que ser hombre o mujer sea negociable… La visión católica de la persona humana sostiene que el sexo y el género no pueden separarse, y que existen límites para la manipulación de nuestros cuerpos”. [1]
Como personas inteligentes, no podemos negar lo que enseña la ciencia médica sobre la inmutabilidad del sexo. Como católicos, no podemos negar el plan de Dios para nosotros sus hijos. Y como seres humanos, no podemos negar que hay personas que están sufriendo.
Como católicos, entendemos que el cuerpo que Dios nos regaló en nuestra creación fue intencional y que Dios no comete errores. El Centro Nacional Católico de Bioética explica esto de forma maravillosa: “El sexo de una persona se manifiesta en el cuerpo de acuerdo con cómo ha sido creada, por lo que no puede estar en conflicto con ninguna identidad sexual más verdadera o profunda contraria a ese sexo corporal. Este es un punto antropológico fundamental que ninguna asociación médica o ideología política puede revertir. No se debe minimizar la experiencia psicológica de una desconexión con el sexo corporal; esta situación requiere una psicoterapia adecuada, pero de ningún modo puede reflejar un sexo ‘incorrecto’”.
Además, nuestro cuerpo alberga nuestra alma y es templo del Espíritu Santo. Por ello, debemos tratarlo con respeto y reverencia, y no mutilarlo o causarle daño. [2]
¿Cuál debería ser nuestra actitud hacia las personas transgénero? No deberíamos criticarlas o rechazarlas como si fuéramos moralmente superiores a ellas. Si lo hacemos merecemos la reprimenda de Cristo a aquellos hipócritas que querían apedrear a una pobre mujer que había caído en adulterio: “El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra” (Juan 8 :7).
Nuestra actitud debe ser humilde y respetuosa, llena de caridad sincera. Todo el mundo tiene problemas y pecados de diferentes tipos. No somos mejores que nadie. Muchas personas que afirman ser transgénero están sufriendo y necesitan ayuda. La Iglesia es madre de todos y a ejemplo de su Fundador siempre está dispuesta a acoger a quienes acuden a ella en busca de ayuda y compasión. Dios está lleno de amor y misericordia. Nosotros deberíamos hacer lo mismo. [3]
Aunque no conozcamos personalmente a nadie que tenga estas dificultades, hay una cosa que todos podemos hacer: enseñar la verdad acerca de la inmutabilidad del sexo [4]. Si bien debemos tratar a las personas con disforia de género con caridad, no podemos negar la verdad de nuestra naturaleza creada y de nuestra sexualidad humana. De hecho, el amor exige siempre la presentación clara de la verdad.
Los seres humanos somos creados a imagen de Dios y estamos compuestos por cuerpo y alma. Nuestro sexo biológico es un regalo de Dios. Los sentimientos de disforia de género no son pecaminosos. Las personas que los experimentan están llamadas a buscar una «armonía entre su sexo biológico y su ‘género’, no rechazando uno u otro, sino recurriendo a Cristo y a todo lo que la Iglesia proporciona». [5]
Independientemente de si eres religioso o no, tienes dignidad y valor inherentes. Para ser plenamente feliz es importante que te ames a ti mismo como eres. Dios no cometió un error cuando te creó hombre o mujer. Él te creó a su imagen y te ama. Esto es cierto ya sea que elijas creerlo o no. Debido a esta verdad, queremos que sepas que existen opciones para encontrar en el cuerpo que te fue dado la satisfacción que buscas. [6]
Fuente:
[1] Desde el inicio hasta aquí traducido de Cfr Susan Ciancio. (Mayo 5, 2023). Trans Statistics and the Catholic Response to Transgenderism. https://www.hli.org/resources/what-percentage-of-people-are-transgender/
[2] Desde la cita anterior hasta aquí traducido de Cfr Susan Ciancio. (July 7, 2021). What Percentage of Transgenders Regret Surgery? https://www.hli.org/resources/what-percentage-of-transgenders-regret-surgery/
[3] Desde la cita anterior hasta aquí traducido de Cfr Adolfo J. Castañeda. (Enero 27, 2023). What Does the Bible Say about Transgenderism? https://www.hli.org/resources/bible-on-transgenderism/
[4] Traducido de Cfr Susan Ciancio. (July 7, 2021). What Percentage of Transgenders Regret Surgery? https://www.hli.org/resources/what-percentage-of-transgenders-regret-surgery/
[5] Desde la cita anterior hasta aquí traducido de Cfr Susan Ciancio. (Febrero 25, 2022). Gender Dysphoria in the DSM-5: The Change in Terminology. https://www.hli.org/resources/dsm-5-gender-dysphoria/
[6] Traducido de Cfr Susan Ciancio. (Enero 20, 2023). Are You Experiencing Gender Dysphoria? https://www.hli.org/resources/signs-of-being-transgender/
Audio 20:
21. Otras ideologías trans
“Estamos siendo condicionados por la fuerza y la propaganda mediática a aceptar la idea de que el transgenerismo llegó para quedarse. Pero el transgenerismo no es el final, es sólo el comienzo”. [1]
1.- Transhabilitados
“Las personas transhabilitadas están sanas, pero desean ser mutiladas o lisiadas de alguna manera para eliminar lo que consideran un miembro o una habilidad ajena a ellas”. [2]
Esta condición mental se conoce como Trastorno de Identidad e Integridad Corporal (BIID, por sus siglas en inglés). Sus defensores lo describen simplemente como otra variedad de “diversidad corporal”, muy parecida al transgenerismo. Al igual que las personas transgénero, quienes lo sufren sienten que sus cuerpos no se ajustan a su imagen de lo que deberían ser. Ellos se ven a sí mismos como amputados, ciegos, sordos o con cualquier otra discapacidad y buscan que les extirpen quirúrgicamente un brazo, una pierna o que les destruyan la visión o el oído, por ejemplo. [3]
2.- Transetnicidad
Rachel Dolezal es una mujer blanca con padres blancos. Pero ella se autodenomina “negra” e insiste en que la raza es una construcción social: “Lo que creo sobre la raza es que no es real. No es una realidad biológica. Es un sistema jerárquico que se creó para aprovechar el poder y los privilegios entre diferentes grupos de personas”.
3.- Transespecismo
Ted Richards ha gastado decenas de miles de dólares mutilándose para parecer un pájaro y busca un cirujano plástico lo suficientemente inescrupuloso como para amputarle la nariz y sustituírsela por un pico. A Dennis Avner, quien cree ser un gato, le limaron los dientes. A Erik Sprague le alteraron y tiñeron todo el cuerpo para que pareciera una especie de lagarto y le dividieron la lengua quirúrgicamente para que parezca la de una serpiente. “Eva Tiamat Medusa” es una persona que inicialmente se convirtió en transgénero, pero esto no fue suficiente. Se tatuó la piel, le quitaron las orejas y pronto le quitarán incluso la nariz para convertirse en una “bestia mítica” (“Tiamat” es una diosa mesopotámica del océano). [4]
4.- Transhumanismo
El transhumanismo busca utilizar la tecnología para trascender las limitaciones físicas, mentales y psicológicas de la humanidad. En otras palabras, ser humano no es suficiente para los transhumanistas. [5]
Los pensadores transhumanistas más influyentes creen que todos los bebés deberían ser concebidos mediante medios artificiales, utilizando los gametos de padres con licencia; ser sometidos a un exhaustivo escrutinio para eliminar los defectuosos y criados en úteros sintéticos para garantizar que solo nazcan los humanos «más aptos». La sociedad produciría entonces sus futuras generaciones en instituciones patrocinadas por el Estado, parecidas a “criaderos de bebés».
Ya hemos emprendido la última marcha sangrienta hacia la perfección: en la mayoría de los países occidentales más del 90 % de todos los niños a quienes les detectan síndrome de Down antes de nacer son abortados. Islandia actualmente presume públicamente de haberlos eliminado por completo. En un sistema transhumanista, la perfección es el rasgo primordial de supervivencia.
Julian Savulescu, quien promueve lo que él llama «beneficencia procreativa», afirma que sería mejor para la sociedad permitir que nazcan solamente niños genéticamente superiores. Él no nos brinda muchos detalles sobre qué tipo de personas considera superiores, pero, basándonos en las descripciones proporcionadas por muchos eugenistas anteriores, podemos hacer una suposición fundamentada. [6]
Todos estos y otros movimientos «trans» surgen de la pérdida de sentido de quiénes somos y de la indiferencia al plan de Dios para nuestras vidas. Todos son signos de una profunda angustia emocional y espiritual, y siempre conducen a la infelicidad y a la frustración porque nos separan de Dios y de nuestra propia naturaleza. [7]
El problema fundamental de las personas transgénero, transhabilitadas, etc. es que han perdido la capacidad de distinguir entre su autoimagen y la realidad. Es necesario que aprendamos a amoldar nuestras percepciones a la realidad. ¿No es éste el propósito de toda verdadera educación? [8]
Fuente:
[1] Traducido de Brian Clowes. (Junio 23, 2020). Bridging the Gap between Transgenderism and Transhumanism. https://www.hli.org/resources/trans-rights-movement/
[2] Traducido de Brian Clowes. (Junio 23, 2020). Bridging the Gap between Transgenderism and Transhumanism. https://www.hli.org/resources/trans-rights-movement/
[3] Desde la cita anterior hasta aquí traducido de Cfr Brian Clowes. (Junio 12, 2020) What is Transgenderism? https://www.hli.org/resources/what-is-transgenderism/
[4] Desde la cita anterior hasta aquí traducido de Cfr Brian Clowes. (Junio 23, 2020). Bridging the Gap between Transgenderism and Transhumanism. https://www.hli.org/resources/trans-rights-movement/
[5] Traducido de Cfr Brian Clowes. (Agosto 11, 2020). Transhumanism: The Final Frontier. https://www.hli.org/resources/what-is-transhumanism/
[6] Desde la cita anterior hasta aquí traducido de Cfr Brian Clowes. (Mayo 27, 2020). The Troubles with Transhumanism. https://www.hli.org/resources/problems-with-transhumanism/
[7] Traducido de Cfr Brian Clowes. (Agosto 11, 2020). Transhumanism: The Final Frontier. https://www.hli.org/resources/what-is-transhumanism/
[8] Traducido de Cfr Brian Clowes. (Junio 12, 2020) What is Transgenderism? https://www.hli.org/resources/what-is-transgenderism/
Audio 21:
22.- La identidad de la persona humana
La visión que un individuo o una sociedad tiene de la persona humana determina su moral, sus normas sociales e incluso sus leyes. Las normas morales guían el comportamiento humano hacia lo que la persona cree que constituye su felicidad, pero *la verdadera felicidad depende de lo que es verdaderamente bueno para la persona*. Por eso, para los cristianos la antropología y la dignidad de la persona humana se basan en el amor de Dios.
La filosofía clásica define a la persona humana como una unidad sustancial de cuerpo y alma. La palabra “sustancial” se refiere a lo que un ser es en sí mismo. El alma entera está presente en y a través de todo el cuerpo, pero actúa de manera diferente en cada parte del mismo, según su función propia. [1]
Todo lo del ser humano, lo que es y lo que hace, es siempre y simultáneamente una realidad espiritual y corporal. El sexo biológico apunta a un aspecto invisible pero real de naturaleza espiritual. [2]
Incluso en los actos más simples que realiza una persona, como escribir un texto, el cerebro, las manos, el sentido de la vista, etc., están funcionando en perfecta unidad y armonía. Esta armonía apunta a la unidad del cuerpo y del alma.
La vida espiritual y moral de una persona se expresa siempre a través del cuerpo. Su capacidad de conocer, amar y relacionarse también es inherente al cuerpo. Esto significa que el cuerpo expresa verdaderamente, a través de sus acciones, el amor a Dios y al prójimo que hay en el alma. [3]
El cuerpo expresa lo que la persona es. [4]
El cuerpo humano es el primer mensaje que recibe la persona sobre sí misma. La forma en que están constituidos nuestros cuerpos, como hombres o mujeres, no es irrelevante. De hecho, es un mensaje sobre la forma en que debemos comportarnos y prosperar como seres humanos, como familias y como sociedad.
*Pretender ser lo que no somos es negar la unidad sustancial de la persona, de su cuerpo y alma*. [5]
El transgenerismo, en su rechazo de la realidad biológica del sexo de la persona, cae en un dualismo inaceptable, presupone la separación del alma y el cuerpo. El cuerpo se vuelve irrelevante para dar paso así al deseo interior.
Al considerar la realidad sexual corporal como irrelevante y sujeta a los caprichos de la voluntad y los sentimientos, se abre la puerta a todo tipo de peligrosos abusos corporales como actos homosexuales y manipulaciones corporales (transgenerismo). El cuerpo se reduce a un conjunto de órganos, tejidos y huesos que pueden manipularse a voluntad, es biologismo en su peor expresión. [6]
Tomarse en serio el cuerpo como dimensión integral de la persona humana no sólo es realista, sino que conduce a su respeto y a una práctica sana de la medicina. Si el cuerpo humano es realmente una dimensión sustancial de la persona humana, entonces se deduce que el cuerpo tiene relevancia moral.
La ideología de género es errónea desde su supuesto más básico: la negación de la dimensión moral y la relevancia del cuerpo. Esta triste ideología tiene efectos terribles, especialmente en los niños vulnerables. La aprobación como signo de compasión o inclusividad y aceptación es peligrosa. *El verdadero amor nunca está divorciado de la verdad*. Ambos son uno y el mismo en Dios, en su esencia divina. Todos nosotros debemos empezar a dar a conocer la verdad con amor, humildad y respeto. [7]
Fuente:
[1] Traducido de Cfr Adolfo J. Castañeda. (June 19, 2018). True Unity of a Human Person Defies All “Gender” Ideology https://www.hli.org/resources/true-unity-of-the-human-person-defies-gender-ideology/
[2] Traducido de Cfr Adolfo J. Castañeda. (Enero 27, 2023). What Does the Bible Say about Transgenderism? https://www.hli.org/resources/bible-on-transgenderism/
[3] Traducido de Cfr Adolfo J. Castañeda. (June 19, 2018). True Unity of a Human Person Defies All “Gender” Ideology https://www.hli.org/resources/true-unity-of-the-human-person-defies-gender-ideology/
[4] Traducido de Cfr Adolfo J. Castañeda. (December 9, 2022). Does God Forgive Homosexuality? https://www.hli.org/resources/does-god-forgive-homosexuality/
[5] Traducido de Cfr Adolfo J. Castañeda. (June 19, 2018). True Unity of a Human Person Defies All “Gender” Ideology https://www.hli.org/resources/true-unity-of-the-human-person-defies-gender-ideology/
[6] Traducido de Cfr Adolfo J. Castañeda. (Enero 27, 2023). What Does the Bible Say about Transgenderism? https://www.hli.org/resources/bible-on-transgenderism/
[7] Traducido de Cfr Adolfo J. Castañeda. (June 19, 2018). True Unity of a Human Person Defies All “Gender” Ideology https://www.hli.org/resources/true-unity-of-the-human-person-defies-gender-ideology/
Audio 22:
Haz aquí tus comentarios o sugerencias
Ayúda a otras personas para que encuentren la fe
Ayúdanos con el sostenimiento de la evangelización
Si quieres y puedes colaborar como voluntario apúntate AQUÍ