Lo que no te han dicho
de los anticonceptivos
La vida es el mayor regalo y no un obstáculo que eliminar. Los anticonceptivos y abortivos no son soluciones, son barreras que nos alejan del respeto y la responsabilidad. Defender la vida es elegir caminos que honren su valor desde el principio. Asumamos nuestras decisiones con amor y conciencia, protegiendo siempre la vida que comienza a crecer.
Hablando de sexualidad con nuestros hijos
1.- Un problema real
“El hedonismo es la idea de que el placer, especialmente el físico, es el objetivo principal de la vida, en lugar del amor a Dios y al prójimo. Vivimos en una sociedad hedonista. Una de las formas más comunes en que se busca el placer es a través del sexo. Tener relaciones sexuales antes o fuera del matrimonio se ha vuelto tan común que incluso algunos católicos ya no saben por qué tales relaciones son pecaminosas”. [1]
El sexting (envío de mensajes o imágenes sexualmente explícitos) se está volviendo cada vez más popular y los adolescentes parecen no entender que, una vez envían una imagen, nunca pueden recuperarla. Esa imagen puede ser compartida innumerables veces, cargada en varios sitios o incluso impresa. Plataformas como Snapchat, donde las imágenes se eliminan aproximadamente 10 segundos después de abrirse, hacen que los jóvenes piensen que estas han desaparecido, pero no es cierto. Cualquiera que vea la imagen puede tomar una captura de pantalla y guardarla.
Los adolescentes también ignoran que, por el envío de imágenes sexualmente explícitas, podrían ser acusados de posesión o difusión de pornografía infantil. Una acusación que podría arruinar sus vidas.
Esta forma de vivir ha traído como resultado mucho sufrimiento, principalmente entre los jóvenes: aumento de las enfermedades de transmisión sexual, en especial la del Virus de Papiloma Humano; de los abortos, con las terribles consecuencias que acarrean, y de los problemas emocionales que surgen cuando alguien se entrega por completo a otra persona, que días, semanas o meses después se aleja.
Nuestra cultura obsesionada con el sexo presenta un problema real para nuestros hijos.
Sabemos lo que enseña la Iglesia sobre la sexualidad. Pero ¿lo enseñamos a nuestros hijos? Y si se los enseñamos, ¿están escuchando? El Instituto Guttmacher dijo que “entre 2006 y 2010, la razón más común que dieron los adolescentes de 15 a 19 años para no haber tenido relaciones sexuales fue que era ‘contra la religión o la moral’ (41% de las mujeres y 31% de los hombres)”. ¡Así que algunos jóvenes lo entienden! Lo que se les enseña en casa se les queda grabado y les ayuda a tomar buenas decisiones sobre sus cuerpos y su sexualidad. Esas bases sólidas son las que como padres aspiramos a dar a nuestros hijos. [2]
Fuente:
[1] Traducido de Adolfo J. Castañeda. (Octubre 28, 2022). Why Is Premarital Sex a Sin? https://www.hli.org/resources/premarital-sex/
[2] Desde la cita anterior hasta aquí traducido de Cfr Susan Ciancio. Junio 19, 2019. Protecting Your Kids From Premarital Sex. https://www.hli.org/resources/protecting-kids-from-sex/
Reflexión: ¿Conozco no solo lo que enseña la Iglesia sobre la sexualidad sino la razón que hay detrás de esa enseñanza?
Audio 1
2.- ¿Cómo enseñar a mis hijos sobre el valor de su cuerpo?
Nuestra cultura actual promueve la confusión en un momento muy importante de la vida. Los niños viven en un mundo que constantemente les miente sobre su sexualidad y los bombardea con lenguaje insinuante y contenido ideológico cada vez a más temprana edad. Como padres debemos contrarrestar esa mentalidad con la verdad sobre nuestro cuerpo y el por qué Dios nos hizo hombres y mujeres, y la mejor forma de hacerlo es inculcando los principios de la Teología del Cuerpo.
La Teología del Cuerpo es una colección de 129 catequesis dadas por san Juan Pablo II desde 1979 hasta 1984 durante sus audiencias generales de los miércoles. En estos discursos el papa nos enseña acerca del valor de nuestros cuerpos y cómo donarnos sinceramente a través de ellos, no solo a los demás sino también a Dios. [1]
La Teología del Cuerpo está llena de verdades hermosas que, una vez comprendidas y aceptadas en el corazón, hacen que la pregunta sobre las relaciones sexuales prematrimoniales simplemente desaparezca en el aire. [2]
Pero ¿y si nuestros hijos son pequeños?
Es un hecho que entre más pronto se inculquen las ideas, más fácilmente se arraigan. Todos sabemos que los niños son como esponjas, absorben información, buena y mala, del mundo que los rodea. Así que la infancia es el mejor momento para construir en ellos los cimientos que les permitan amar y respetar sus cuerpos y el de los demás. [3]
Si realmente queremos enseñar a nuestros hijos sobre el valor de la castidad, debemos hablarles sobre la santidad de sus cuerpos y de los de todas las personas desde que tienen edad suficiente para entender.
Cuando son pequeños, podemos mostrarles cómo crecen los bebés dentro del vientre de su mamá y explicarles que cada uno de ellos es un regalo que Dios nos da. Esto les ayudará a respetar incluso a los más vulnerables de entre nosotros y a evitar que más adelante crean la mentira de que un bebé antes de nacer es sólo una masa de tejido.
A medida que los niños crecen podemos enseñarles que su cuerpo y el de los demás es un templo de Dios y debe ser tratado como tal, enseñarles a interactuar con otros con respeto y amabilidad, a no contar ni reír de chistes inapropiados, en últimas, a permanecer puros de corazón y cuerpo. Es importante acostúmbralos desde el principio a vestirse apropiadamente y a valorar que otros también lo hagan. [4]
Cuando les inculcamos estos cimientos desde temprana edad, ellos descubren el valor y belleza de sus cuerpos tal y como fueron creados, comprenden que sus cuerpos son sagrados, que nunca debemos mutilarnos ni hacernos daño y que Dios no comete errores. Aprender la verdad sobre sus cuerpos los prepara para ser amados y amar auténticamente a los demás.
Muchos autores y organizaciones han creado material para enseñar estos valores. Por ejemplo, TOBET, el Equipo de Evangelización de la Teología del Cuerpo, creó una serie llamada The Body Matters. Este plan de estudios de preescolar a 8º grado ofrece a los padres y educadores las herramientas necesarias para promover relaciones basadas en el respeto. Puedes conseguir algunos de los libros en español en: https://tobet.org/tobet-recursos-en-espanol/
Estos cimientos son de un valor incalculable a medida que nuestros hijos crecen, pero no son suficientes. Si queremos que ellos vivan de acuerdo con la verdad acerca de su cuerpo y su sexualidad, es indispensable que como padres también vivamos conforme a esta verdad. Debemos ser un modelo para ellos, de forma que puedan comprobar que nosotros creemos y practicamos lo que les enseñamos. Tratemos nuestro cuerpo y el de nuestro cónyuge como queremos que nuestros hijos traten el de ellos.
Los padres somos los principales educadores de nuestros hijos y no debemos permitir que se les enseñe nada que sea contrario a la ciencia o a la moral. Asegurémonos de que el colegio comparte los mismos valores que nosotros les inculcamos en casa. Hablemos con nuestros hijos sobre lo que aprenden en clases, revisemos el plan de estudios propuesto, asistamos a las reuniones escolares y leamos los comunicados que envían. Incluso podemos hablar con el director del colegio u otra persona apropiada para proponerle implementar recursos que ayuden a que nuestros hijos aprendan a amar de verdad. En últimas, convirtámonos en sus defensores.
Hay tanto que podemos hacer para construir una cultura en donde las personas sean respetadas, valoradas y amadas. Leamos la Biblia con nuestros hijos y aprendamos con ellos el plan de Dios para nuestros cuerpos. [5]
Si ofrecemos esta base moral día tras día en pequeñas porciones y enseñamos a nuestros hijos acerca de su valor, ellos estarán mucho menos propensos a entregarse fácilmente a otro. Hacerlo requiere esfuerzo, paciencia y amor. Pero ¿no creen que vale la pena? [6]
Fuente:
[1] Desde el inicio hasta aquí traducido de Cfr Susan Ciancio. (Noviembre 3, 2021). Theology of the Body for Kids. https://www.hli.org/resources/theology-of-the-body-for-kids/
[2] Traducido de Cfr Adolfo J. Castañeda. (Abril 29, 2022). Using the Theology of the Body To Teach Chastity to Young Adult Children. https://www.hli.org/resources/using-the-theology-of-the-body-to-teach-chastity-to-young-adult-children/
[3] Desde la cita anterior hasta aquí traducido de Cfr Susan Ciancio. (Noviembre 3, 2021). Theology of the Body for Kids. https://www.hli.org/resources/theology-of-the-body-for-kids/
[4] Desde la cita anterior hasta aquí traducido de Cfr Susan Ciancio. Junio 19, 2019. Protecting Your Kids From Premarital Sex. https://www.hli.org/resources/protecting-kids-from-sex/
[5] Desde la cita anterior hasta aquí traducido de Cfr Susan Ciancio. (Noviembre 3, 2021). Theology of the Body for Kids. https://www.hli.org/resources/theology-of-the-body-for-kids/
[6] Traducido de Cfr Susan Ciancio. Junio 19, 2019. Protecting Your Kids From Premarital Sex. https://www.hli.org/resources/protecting-kids-from-sex/
Audio 2
3.- ¿Cómo hablar a mis hijos adolescentes sobre la castidad?
Primera Parte
Cuando se enseñan los Mandamientos sin mostrar claramente los bienes que estos protegen, terminamos pensando que son reglas arbitrarias impuestas por Dios. Por ejemplo, el Quinto Mandamiento, que prohíbe matar, ha sido establecido para proteger y valorar la vida humana y la integridad corporal en todas sus etapas: desde la concepción hasta la muerte natural.
La genialidad de San Juan Pablo II consistió en mostrar cómo los bienes que protegen los Mandamientos de Dios resuenan en el interior de cada uno de nosotros. Él se esforzó por explicar la conexión armoniosa que debería existir entre lo objetivo (los Mandamientos) y lo subjetivo (el interior de la persona). Una vez que somos capaces de reconocer los bienes que los Mandamientos protegen y promueven, somos movidos, por amor a Dios y al prójimo, a actuar de manera justa, es decir de acuerdo con los Mandamientos.
En el caso del sexto y del noveno mandamiento, los padres debemos mostrar a nuestros hijos adolescentes cuáles son los bienes que la virtud de la castidad protege para que puedan apreciarla y querer vivir conforme a ella.
La castidad es la virtud mediante la cual ponemos la sexualidad al servicio del amor auténtico. Para lograrlo es necesario que la persona sea capaz de encauzar su mente, su corazón y su voluntad para vivir su sexualidad según los propósitos previstos por Dios para ella y así alcanzar la plenitud de su ser.
El dominio sobre sí mismo no se requiere porque el cuerpo y la sexualidad sean algo sucio o malvado, sino para poder alcanzar los valores inherentes a ellos: el amor auténtico y la apertura a la vida
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¿Cómo pueden los padres enseñar de manera efectiva la pureza a sus hijos adolescentes?
Lo primero es aclararles qué es el amor, y no hay mejor forma de hacerlo que tener como referente el amor que Dios nos tiene. El Concilio Vaticano II enseñó que el hombre es la «única criatura terrestre a la que Dios ha amado por sí mismo» (Gaudium et Spes 24, 3). Dios no tenía necesidad de crearnos ni de crear el universo. Él nos creó por amor, como don para los demás, para nosotros mismos y para Él.
El que Dios nos ame por quienes somos implica que tenemos un valor intrínseco a sus ojos, que no depende del dinero que tengamos, de si somos populares o de si nuestro cuerpo cumple con los cánones de belleza actuales. El amor es inherentemente gratuito.
Si el amor de Dios por nosotros es incondicional, estamos llamados a amarnos y amar a los demás de la misma forma. Esto implica que nunca debemos dejarnos usar ni usar a otros como objetos de placer o para cualquier otro fin egoísta. Debemos amar a los demás por lo que son: personas creadas a imagen y semejanza de Dios y destinadas a la vida eterna.
Dios nos mostró su amor al enviar a su único Hijo para morir en la cruz porque quiere que vivamos eternamente con Él. (Cfr Jn 3:16). Nuestra forma de amar al prójimo debe acercarnos a esa meta, no solo a nosotros sino también a quien amamos.
Fuente:
Traducido de Cfr Adolfo J. Castañeda. (Marzo 16, 2022). Using the Theology of the Body to Teach Chastity to Your Teenage Children. https://www.hli.org/resources/theology-of-the-body-chastity-education/
Reflexión: ¿Tengo como meta vivir en unión con Dios por toda la eternidad?, ¿lo que hago me conduce hacia allá?
Audio 3
4.- ¿Cómo enseñar a mis hijos adolescentes sobre castidad?
Segunda Parte
Imaginémonos cómo sería el mundo de diferente si todos viéramos a los demás como valiosos regalos de Dios hacia quienes la única actitud correcta es amarlos de verdad. Experimentaríamos la paz y la felicidad que solo pueden venir del amor auténtico.
Para que nuestros hijos puedan amar de verdad debemos animarlos a mantener pensamientos, actitudes y comportamientos acordes con esa intención y a vestirse y frecuentar lugares que faciliten que, en el momento apropiado, se dé ese amor.
Los amigos pueden ayudarnos a caminar hacia nuestras metas o alejarnos de ellas. Animemos a nuestros hijos a que se rodeen de personas que busquen amar a los demás como Dios ama para que puedan apoyarse mutuamente en su propósito de llevar una vida pura y llena de amor auténtico. Invitémoslos a que se integren a un grupo parroquial o movimiento de la Iglesia que les dé esa oportunidad. Así lograrán canalizar toda su energía en servir y proteger a los demás, especialmente a aquellos más necesitados: los no nacidos y sus madres, los ancianos, los pobres o un compañero de clase que lucha con sus tareas o es menospreciado.
Cuando nuestros hijos se habitúan a amar de verdad, adquieren lo que San Juan Pablo II llamó «la libertad del don» que solo se consigue cuando superamos el egoísmo que nos impulsa a usar al otro y amamos a pesar de los obstáculos y las tentaciones. Solo así seremos libres para ser don de Dios para los demás.
Muchas veces la libertad se concibe como la capacidad de hacer lo que queramos. Pero esa falsa idea de libertad puede conducirnos a la esclavitud. Es el caso del adolescente que probó las drogas solo para ser aceptado y terminó siendo adicto, o de los que están esclavizados por la pornografía o el sexo, distorsionando así su significado y su propósito.
La Iglesia emitió un excelente documento titulado «Sexualidad Humana: Verdad y Significado» que está dirigido específicamente a los padres. Las orientaciones educativas que contiene son herramientas para aplicar a la educación de los hijos lo que enseñó San Juan Pablo II en la Teología del Cuerpo. [1]
Cuando llegue el momento de hablar con sus hijos sobre el sexo háganlo de forma honesta y abierta. Explíquenles por qué la Iglesia enseña que la entrega total del acto sexual se realiza entre un hombre y una mujer dentro del matrimonio, y su relación con el doble propósito de la sexualidad: la unidad de los esposos y la procreación. Un excelente recurso para ayudarles a entender a sus hijos por qué la Iglesia enseña lo que enseña es el libro «Teología del Cuerpo para Jóvenes» de J. Evert, C. Evert y B. Butler. Pueden utilizarlo como punto de partida.
Explíquenles que entregarse por completo a otra persona a través del acto sexual es ponerse en una situación de total vulnerabilidad que solo trae paz cuando se realiza en el marco de amor, compromiso y estabilidad que solo existe dentro del matrimonio. Pídanles que recuerden un momento en el que se sintieron vulnerables. Luego, pregúntenles si quieren sentirse así con alguien con quien no están seguros de que realmente quiera lo mejor para ellos a largo plazo y que podría hacerles daño incluso sin proponérselo. Explíquenles que tener relaciones sexuales solo por el placer, así el otro esté de acuerdo, es usarlo y que no estamos hechos para ser usados, sino valorados y amados. [2]
El noviazgo, tiempo de preparación para el matrimonio, le permite a la pareja conocerse mejor a través del diálogo frecuente, honesto y respetuoso. Es importante asegurarse de que ambos compartan los mismos valores morales y espirituales.
El noviazgo también es un tiempo para que la pareja comprenda más profundamente las enseñanzas de la Iglesia sobre el matrimonio y la familia, y la conexión que existe entre los mandamientos de Dios y los valores que estos protegen. Así llegarán a amar y respetar la ley de Dios. Entenderán que la obediencia a los mandamientos de Dios trae felicidad al corazón (Cfr Salmo 19:8). [3]
Si los padres comparten estos conceptos con sus hijos y son, como esposos, un ejemplo de amor incondicional, ellos crecerán con alegría y sentido de respeto propio y superarán más fácilmente la tentación de usar a otros para su propio beneficio. Esa es la mejor preparación que pueden tener para su futuro matrimonio. [4]
Fuente:
[1] Desde el inicio hasta aquí traducido de Cfr Adolfo J. Castañeda. (Marzo 16, 2022). Using the Theology of the Body to Teach Chastity to Your Teenage Children. https://www.hli.org/resources/theology-of-the-body-chastity-education/
[2] Desde la cita anterior hasta aquí traducido de Cfr Susan Ciancio. Junio 19, 2019. Protecting Your Kids From Premarital Sex. https://www.hli.org/resources/protecting-kids-from-sex/
[3] Desde la cita anterior hasta aquí traducido de Cfr Adolfo J. Castañeda. (Abril 29, 2022). Using the Theology of the Body To Teach Chastity to Young Adult Children. https://www.hli.org/resources/using-the-theology-of-the-body-to-teach-chastity-to-young-adult-children/
[4] Traducido de Cfr Adolfo J. Castañeda. (Marzo 16, 2022). Using the Theology of the Body to Teach Chastity to Your Teenage Children. https://www.hli.org/resources/theology-of-the-body-chastity-education/
Reflexión: ¿Como esposos, somos ejemplo de amor incondicional?
Audio 4
5.- ¿Es mejor vivir juntos primero para ver si funciona?
Es necesario desmentir la idea que vivir juntos antes de casarse conduce a relaciones más largas y felices; no es así. La realidad dice otra cosa:
1. Incremento de la probabilidad de divorcio
Los datos estadísticos muestran repetidamente en estudio tras estudio que aquellos que deciden convivir primero y después casarse tienen más probabilidades de divorciarse.
El Institute for Family Studies (Instituto de Estudios sobre la Familia) dice: “Permanece un mayor riesgo de divorcio para aquellos que viven juntos antes del matrimonio, los estudios que sugieren que el efecto ha desaparecido tienen un sesgo hacia efectos a corto plazo frente a los de largo plazo. Vivir juntos antes del matrimonio está asociado con menores probabilidades de divorcio durante el primer año, pero con un aumento de las probabilidades en todos los demás años evaluados. Este hallazgo se mantiene a lo largo de décadas de datos”.
2. Incremento de los abandonos.
Solo piensa en la diferencia de mentalidad entre dos personas que simplemente viven juntas, en lugar de con un compromiso de por vida. Los que reciben el sacramento del matrimonio saben que es un vínculo irrompible y se comprometen a permanecer juntos en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza. Por su parte las uniones de hecho se conciben como una prueba, «para ver cómo funcionan las cosas». Dado que no hay un «hasta que la muerte los separe», cuando las cosas se vuelven difíciles es más probable que uno de los dos simplemente se marche, dejando al otro con el trauma emocional del abandono.
La pregunta es, ¿quiero estar con alguien que simplemente me está probando? Los seres humanos no somos automóviles. No deberíamos vivir juntos para ver si encajamos. Cuando hacemos eso, nos colocamos en la categoría de cosas que podemos desechar si nos cansamos de ellas o si dejan de servirnos. Decir que quieres vivir con alguien sin el compromiso del matrimonio es como decir: «Me gustas, pero no vales la pena como para entregarme totalmente a ti en este momento».
Cuando te entregas a alguien en el acto sexual le estás dando el regalo de ti mismo. Tú no eres algo para ser probado, usado y descartado. Eres para ser valorado. No estamos hechos para saltar de una relación a otra, perdiendo cada vez un poco de nosotros mismos.
3. Falta de estabilidad para criar a los hijos
Las parejas que conviven usualmente no quieren tener hijos, al menos no por ahora. Imagina lo que sucede cuando ocurre un embarazo no planeado. ¿Recibirán con alegría a su hijo o recurrirán al aborto porque él no forma parte del «plan»? ¿Estás seguro de que quieres estar en una relación así? Te mereces más que eso. Como hijos de Dios, todos lo merecemos.
La Iglesia nos enseña que toda vida humana es un don de Dios. La estabilidad que brinda el matrimonio facilita que lo entendamos así y que estemos dispuestos a espaciar naturalmente el nacimiento de los hijos. Cuando lo hacemos las tasas de divorcio bajan notablemente. Según la página Catholic Conversation de la Universidad de Notre Dame: «Las parejas que practican la Planificación Familiar Natural tienen una tasa de divorcio de alrededor del 5%, mientras que la tasa es del 50% entre las que utilizan anticonceptivos».
4. Ausencia de las gracias propias del sacramento.
El matrimonio no solo es una vocación, sino también un sacramento, un vínculo sagrado. Este vínculo va más allá de las dos personas, implica a Cristo y su participación nos brinda la gracia que necesitamos para vivirlo según su voluntad.
La tarea de los esposos es ayudarse mutuamente a alcanzar la vida eterna con Cristo. Ellos deben trabajar en equipo para allanar ese camino al cielo el uno para el otro. Todo lo que hagan por su cónyuge debe ir en coherencia con esa meta.
Por su propia naturaleza, aquellos que simplemente conviven, sabiendo que no hay compromiso y que un futuro a largo plazo es incierto, con frecuencia no tienen en mente la salvación del otro y no se entregan por completo. ¿Te entregas por completo a alguien no se ha entregado por completo a ti?
Fuente:
Traducido de Cfr Susan Ciancio. (Julio 5, 2019). Cohabitation Before Marriage Statistics. https://www.hli.org/resources/four-cohabitation-before-marriage-statistics/
Reflexión: ¿Quiero que Dios haga parte de mi matrimonio?
Audio 5
6.- ¿Son las relaciones sexuales durante el noviazgo una expresión de amor?
¿Qué es realmente eso a lo que llamamos amor? San Juan Pablo II en su mensaje a los jóvenes con ocasión de la XIX Jornada Mundial de la Juventud de 2004 ofrece una definición de amor que resulta válida sin importar si la relación es de hermanos, amigos, novios, esposos, etc.: Amar no es sólo un sentimiento; es un acto de voluntad que consiste en preferir de manera constante, por encima del propio bien, el bien de los demás: “Nadie tiene mayor amor, que el que da su vida por sus amigos” (Jn 15,13).
Entonces, para saber si alguien me ama solo tengo que analizar si esa persona, a través de sus palabras y actos, quiere y escoge de forma constante mi bien. Y para descubrir si amo a alguien cuento con más recursos aún, porque también puedo revisar si quiero y elijo el bien de esa persona incluso con mis pensamientos. No parece difícil.
¿Cómo saber entonces si cuando elijo tener relaciones sexuales con alguien estoy escogiendo su bien? Una manera de hacerlo es revisar lo que las relaciones sexuales traen como consecuencia. Por naturaleza, una relación sexual puede traer la concepción de un hijo y el fortalecimiento de los lazos de unión entre la pareja. Ambos fines son en sí mismos buenos, pero ¿qué pasa cuando se dan en el marco de un noviazgo?
Los hijos siempre son un bien, son un regalo de Dios y por eso se deben recibir con alegría y gratitud en cualquier circunstancia. Sin embargo, sabemos que el noviazgo no es el contexto ideal para que ellos puedan alcanzar su pleno desarrollo.
¿Y qué hay de la unión que trae la relación sexual? Dios, creador no solo de la dimensión espiritual del hombre sino también de la física, se encarga de armonizar la una con la otra. Durante la relación sexual se secreta una hormona denominada oxitocina que, como parte de sus funciones, nos genera una sensación de apego y confianza hacia el otro, lo que aumenta la unión entre la pareja. Dentro del matrimonio, esa unión con la que la hormona nos da una mano resulta muy valiosa, dado que nos permite valorar más las virtudes del cónyuge, minimizar sus defectos y ser más tolerantes con sus errores. Efecto maravilloso cuando se trata de una relación para toda la vida, ¿no creen?
Revisemos ahora lo que la consecuencia unitiva de la relación sexual produce en el noviazgo. El propósito del noviazgo es nada más ni nada menos que elegir adecuadamente a la persona con la que vamos a pasar el resto de nuestra vida, al padre o madre de nuestros hijos: nuestro cónyuge. Para poder hacer una buena elección es indispensable que conozcamos a la persona lo mejor posible: sus valores e ideales, sus virtudes y defectos, sus metas y proyectos. Y la consecuencia unitiva de las relaciones sexuales no solo no ayuda, sino que dificulta nuestro conocimiento del otro.
Gracias en gran parte a la sensación de confianza y apego que produce la oxitocina, las relaciones sexuales en el noviazgo nublan nuestra visión, pues hacen que maximicemos las virtudes del otro y minimicemos sus defectos, que veamos sus valores, ideales, metas y proyectos como muy cercanos a los nuestros o, peor aún, que sintamos que esto no es algo importante. El efecto es que la imagen que nos hacemos del otro resulta más cercana a lo que yo deseo que él sea que a la realidad. El noviazgo entonces pierde su misión, deja de cumplir su propósito: permitir la elección adecuada del cónyuge.
Incluso si logro percibir que el otro no es la persona apropiada para mí o no es el padre o la madre que quiero para mis hijos, el apego que produce la intimidad sexual hace mucho más difícil terminar la relación. Seguramente muchos hemos tenido la oportunidad de conocer o vivir en carne propia relaciones enfermizas que continuamente terminan (“esta vez sí de verdad”), aunque solo es cuestión de tiempo para encontrarlos juntos otra vez, y de un tiempo más para que vuelvan a terminar.
A mayor apego, mayores heridas. Así que, aun si logro vencer los dos retos anteriores y termino la relación de forma definitiva, las heridas con las que quedo tienden a ser mayores que las de las personas que tuvieron noviazgos en castidad. Heridas que hacen más dura la “tusa” (en Colombia, el tiempo de recuperación después de una ruptura) y más larga la sanación. Heridas que incluso puedo llevar conmigo a futuras relaciones disminuyendo mis probabilidades de éxito y aumentando la posibilidad de herir y ser herido nuevamente.
Y ya que hablamos de heridas, estas pueden no ser solo emocionales… Ya sabemos que cuando hay relaciones sexuales en las que alguno de los dos ha tenido anteriormente otro compañero existe la posibilidad de adquirir una, o varias, enfermedades de transmisión sexual (ETS). No hemos incluido las ETS dentro de las consecuencias naturales de las relaciones sexuales; efectivamente, no lo están si estas se viven de acuerdo con el plan de Dios, es decir, únicamente en el matrimonio. Pero si las vivimos en el noviazgo debemos estar preparados para un posible contagio, incluso empleando anticonceptivos de barrera.
Hay otra consecuencia, una de la que no se habla, que se sufre calladamente. A veces se experimenta una sensación de vacío, soledad y tristeza después de tener relaciones sexuales en el noviazgo… ¿por qué será?
Fuimos hechos para relaciones de pareja para toda la vida, relaciones exclusivas e incondicionales, para tener hijos con padres presentes. Y aunque la cultura cambie, nuestra esencia no cambia y en el fondo de nuestro ser no estamos dispuestos a conformarnos con menos.
Nuestro cuerpo habla por sí mismo, y lo que está diciendo con las relaciones sexuales en el noviazgo es: “Quiero disfrutarte ahora, pero no sé si quiero estar solo contigo, toda la vida contigo, en cualquier circunstancia contigo. No sé si estoy dispuesto a tener hijos contigo”. Ese mensaje va en contra vía de lo que somos, va en contra vía de ese amor incondicional exclusivo hasta la muerte para el que estamos hechos.
Entonces, si el amor es el acto de voluntad que consiste en escoger de manera constante el bien del otro, ¿son las relaciones sexuales durante el noviazgo una expresión de amor?
Saquen sus propias conclusiones.
Fuente: Cfr Germán Gutiérrez y Carolina Ochoa. (Octubre 17, 2023). ¿Son las relaciones sexuales durante el noviazgo una expresión de amor? https://www.institutojp2.es/firma-invitada/son-las-relaciones-sexuales-durante-el-noviazgo-una-expresion-de-amor
Reflexión: ¿Busco siempre el bien de mi novio(a)?
Audio 6
7.- ¿Y si de todos modos lo están haciendo?
Si se presionan, muchos promotores de la anticoncepción admiten que, en un mundo ideal, todos los jóvenes se abstendrían de la actividad sexual antes del matrimonio y permanecerían fieles a sus cónyuges después. Una sociedad así no tendría VIH-SIDA ni otras enfermedades de transmisión sexual, habría muy pocos embarazos no deseados y probablemente una tasa de divorcio muy baja. La criminalidad, la pobreza y la deserción escolar también disminuirían.
Pero inmediatamente después de reconocer esta verdad, aquellos que defienden el aborto y el control de la natalidad afirman que trabajar por un futuro así es completamente «irrealista» y, por lo tanto, una pérdida de tiempo.
Uno de los problemas principales de los «expertos en sexualidad» es que no creen en la eternidad y por lo tanto dicen que las personas no son diferentes a los animales. Según ellos, debemos ceder ante las debilidades de nuestra naturaleza humana y procurar que todos se sientan lo más cómodos y seguros posibles mientras participan en comportamientos poco saludables. Para ellos lo importante es intentar «reducir los daños».
La realidad es que las personas, y especialmente los jóvenes, tienen la capacidad de estar a la altura de nuestras expectativas hacia ellos. Si estas son bajas, actuarán conforme a ellas. Si los tratamos como si no fueran mejores que los animales y simplemente les damos condones, van a tener relaciones sexuales. Es tan simple como eso.
Los “educadores sexuales” afirman que proporcionar anticonceptivos a los adolescentes no promoverá que tengan relaciones sexuales. Eso es tan ilógico como decir que darles autos no los animará a que conduzcan. Las personas dedicadas a atender adolescentes en crisis por un embarazo inesperado se encuentran con la realidad de chicos cuyos padres les dieron anticonceptivos «solo para estar seguros», y ellos lo interpretaron como una luz verde para tener relaciones sexuales.
Los jóvenes, aunque no lo admitan, buscan la guía y el ejemplo de personas mayores. Si le enfatizamos a nuestros hijos que tenemos altas expectativas sobre ellos, que sus cuerpos son templos del Espíritu Santo, que la sexualidad está hecha para vivirse dentro del matrimonio y que sabemos que tomarán las decisiones correctas, es mucho más probable que se abstengan de la actividad sexual prematrimonial y eviten todas las preocupaciones y problemas que la acompañan.
La juventud trae su propia carga de estrés. Los jóvenes tienen que lidiar con sus estudios, además de definir quiénes son, cuáles son sus intereses y planear sus futuros. Una manera efectiva de «inmunizarlos» contra el sexo prematrimonial, el aborto y la anticoncepción es mostrarles cómo participar en tales actividades limita su libertad y los llena de preocupaciones innecesarias. Los adolescentes que permanecen castos experimentan mucho menos estrés y pueden concentrarse plenamente en cosas más elevadas: su educación, la planificación de su futuro, la consecución de sus metas y su relación con Dios.
La forma más efectiva de alentar a los jóvenes a llevar un estilo de vida santo y saludable es enfocarse en la felicidad y seguridad que experimentarán si siguen el plan de Dios para sus vidas y en los problemas que evitarán.
Los padres tienen más influencia en sus hijos que la religión, sus amigos, los medios de comunicación o lo que aprenden en la escuela. Desafortunadamente, en el mundo actual, los padres a menudo les dan mal ejemplo. El Padre Paul Marx, fundador de Human Life International, solía decir que los padres que usan anticonceptivos engendran hijos que tendrán relaciones prematrimoniales. También afirmaba que la virtud se contagia, no se enseña. Queramos o no, lideramos con el ejemplo. [1]
La Iglesia nos enseña que Dios, que siempre quiere nuestro bien corporal y espiritual, creó la sexualidad con un propósito y un significado, y que los anticonceptivos no están incluidos en su plan. A pesar de eso, a veces creemos que ofrecer anticonceptivos a nuestros hijos es la solución para evitar un embarazo o que se contagien de alguna enfermedad de transmisión sexual, sin embargo, la realidad es que al hacerlo nos engañamos a nosotros mismos y los engañamos a ellos.
El 51% de las mujeres que abortaron en USA en el 2018 habían estado usando anticonceptivos en el mes que quedaron embarazadas, esta es una cifra que habla por sí sola (https://www.guttmacher.org/news-release/2018/about-half-us-abortion-patients-report-using-contraception-month-they-became.). Y quien crea que el problema es solo para los que tienen hijas es porque no ha visto la angustia, el dolor y la impotencia que siente un joven cuando no puede salvar la vida de su hijo ante la decisión de su novia de abortarlo.
Lo mismo sucede con las enfermedades de transmisión sexual. Una persona se puede contagiar del Virus de Papiloma Humano, sífilis o herpes a pesar de estar usando condón, porque estas enfermedades se transmiten por contacto con la zona genital en general (https://yoursexualhealth.co.uk/blog/3-stis-that-can-be-caught-even-using-a-condom/). Incluso una persona se puede contagiar de SIDA mientras utiliza el condón.
Por otra parte, el condón no protege a tu hijo como persona, él es un ser compuesto no solo por cuerpo, sino también por espíritu. Los anticonceptivos lo alejan del plan de Dios para su vida, lo cual va en contra de su felicidad, actual y eterna, es decir, de su salvación. Los anticonceptivos tampoco protegen su corazón: el dolor y las heridas de una ruptura son mucho mayores si tu hijo se ha entregado a otra persona como solo está llamado a entregarse en el matrimonio.
Tu hijo necesita de tu orientación mientras crece y llega a su plena madurez y, aunque no lo parezca, él confía en que lo que tú le dices es lo mejor para él. Cuando le ofreces anticonceptivos violas esa confianza, porque el mensaje que le transmites es que todo estará bien si los usa.
Es cierto que los padres a veces no podemos evitar que nuestros hijos tomen malas decisiones, pero sí podemos orientarlos para que cambien el rumbo de su vida y asegurarles que siempre estaremos allí para apoyarlos. [2]
Fuente:
[1] Desde el inicio hasta aquí traducido de Cfr Brian Clowes. Birth Control for Teens Who Are “Doing It Anyway”? Mayo 9, 2017. https://www.hli.org/resources/birth-control-teens-anyway/
[2] Desde la cita anterior hasta aquí Germán Gutiérrez y Carolina Ochoa. (Mayo 6, 2024). https://www.sexualidadexpresiondelamor.org/index.php?option=com_content&view=article&id=8&catid=2
Reflexión: ¿Siempre oriento a mi hijo hacia lo que es mejor para él?
Audio 7
8.- ¿Qué hacer si nuestro hijo experimenta atracción al mismo sexo?
Primera Parte
Navegar la salud emocional, espiritual y mental de nuestros hijos hace parte de la crianza y es una responsabilidad que la mayoría de los padres no toma a la ligera. Cuando nuestros hijos sufren, nosotros también sufrimos y hacemos todo lo posible por ayudarlos a aliviar ese dolor. Esa empatía hace parte del inmenso amor que los padres tienen por su descendencia.
Sabemos que la vida puede ser complicada y confusa. Los niños de hoy son bombardeados a través de la televisión, las redes sociales e incluso la escuela con mensajes que muchas veces no son verdaderos ni buenos para ellos. En estas circunstancias les resulta extremadamente difícil saber cómo actuar, más aún cuando experimentan atracción hacia el mismo sexo.
Vivimos en un mundo que dice que podemos hacer lo que queramos cuando queramos, que el cuerpo está hecho para el placer y que hay pocas consecuencias respecto a lo que hagamos con él. Este pensamiento equivocado aleja a los niños de la bondad inherente que existe en haber sido creados varón o mujer.
Escuchar decir a un hijo que él experimenta atracción hacia el mismo sexo puede ser una situación muy difícil de enfrentar. En esos casos, por lo general los padres no saben cómo reaccionar, qué hacer, cómo ayudar y cuáles son las cosas «correctas» que decir. Algunos pueden sentir enojo o incluso negar la realidad.
Aun si sientes rabia o estás confundido, lo más importante es que le digas a tu hijo que lo amas y que siempre lo amarás. Es vital que tu hijo se sienta un miembro valioso de tu familia.
Para hablar amorosamente con su hijo es importante que los padres comprendan lo que la Iglesia enseña al respecto. El Catecismo de la Iglesia Católica dice: “Un número apreciable de hombres y mujeres presentan tendencias homosexuales profundamente arraigadas. Esta inclinación, objetivamente desordenada, constituye para la mayoría de ellos una auténtica prueba. Deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta. Estas personas están llamadas a realizar la voluntad de Dios en su vida, y, si son cristianas, a unir al sacrificio de la cruz del Señor las dificultades que pueden encontrar a causa de su condición”. (CIC 2358)
Si bien los investigadores solo han formulado hipótesis sobre las razones por las que las personas experimentan atracción hacia el mismo sexo, esta es una realidad, y es un viaje que tanto el padre como el hijo deben recorrer juntos en el amor.
Es nuestro trabajo como padres ayudar a nuestros hijos a entender su dignidad inherente y su valor como hijos de Dios. Y también es nuestro deber explicarles acerca del valor de la castidad. De hecho, lo debemos hacer sin importar hacia qué sexo sientan atracción nuestros hijos.
El Catecismo de la Iglesia Católica dice que «las personas homosexuales están llamadas a la castidad. Mediante virtudes de dominio de sí mismo que eduquen la libertad interior, y a veces mediante el apoyo de una amistad desinteresada, de la oración y la gracia sacramental, pueden y deben acercarse gradual y resueltamente a la perfección cristiana”. (CIC 2359)
Muchas personas creen erróneamente que la atracción hacia el mismo sexo es un pecado. No lo es. Lo que es pecado es realizar cualquier acto sexual fuera del matrimonio, sea con una persona del mismo sexo o del sexo contrario. ¿Por qué?
La Iglesia enseña que el acto sexual debe reservarse para el matrimonio sacramentado, que siempre es entre un hombre y una mujer. Hay varias razones para esto, una de ellas se refiere a los dos propósitos del acto sexual: unir y procrear.
Dios ha dispuesto que el hombre y la mujer sean sus colaboradores en la creación de un ser humano. De hecho, el acto sexual entre un hombre y una mujer es la única forma natural de traer al mundo a una nueva persona. El acto sexual conlleva el don total de sí mismo y el matrimonio es el entorno adecuado para hacerlo. Cuando omitimos intencionalmente el propósito unitivo o el procreativo, perdemos de vista el plan de Dios.
Fuente:
Traducido de Cfr Susan Ciancio. (Marzo 18, 2022). Responding to Same-Sex Attraction as a Catholic Parent https://www.hli.org/resources/responding-to-same-sex-attraction-as-catholic-parent/
Reflexión:
“Estas personas están llamadas a realizar la voluntad de Dios en su vida, y, si son cristianas, a unir al sacrificio de la cruz del Señor las dificultades que pueden encontrar a causa de su condición” (CIC 2358) ¿Amo incondicionalmente a mi hijo y al mismo tiempo lo ayudo a hacer realidad en su vida la frase anterior?
Audio 8
9.- ¿Qué hacer si nuestro hijo experimenta atracción al mismo sexo?
Segunda Parte
Muchas personas que experimentan atracción hacia el mismo sexo piensan que esa es su identidad, que su atracción define quiénes son. Pero los seres humanos somos mucho más que nuestra sexualidad. Como dice el sacerdote Michael Schmitz en su libro «Made for Love»: “La inclinación a definirnos por nuestra historia, por nuestra experiencia, es muy tentadora para aquellos que experimentan atracción hacia el mismo sexo. Por ejemplo, una persona podría decir: ‘Bueno, siento atracción por personas de mi mismo sexo, por lo tanto, soy gay. Esa es mi identidad’. Pero, aunque nuestras experiencias son parte de nuestra historia, ninguna es lo suficientemente poderosa como para darnos nuestra identidad”. Y continúa diciendo: «Si permitimos que nuestras atracciones sexuales nos definan, nos estamos reduciendo y definiendo por algo muy pequeño».
De hecho, somos mucho más que seres sexuales. Somos hijos de Dios, cada uno con su propio potencial no relacionado con la sexualidad. Si nos enfocamos únicamente en lo que somos como seres sexuales, no aprovechamos plenamente nuestras capacidades y nuestro potencial. Cuando respondemos al llamado a la castidad, nos valoramos como algo más que simples seres sexuales y podemos concentrarnos mejor en las otras cosas que nos hacen especiales y únicos.
Uno de los deseos humanos más básicos que todos tenemos es el de ser amados y aceptados. No queremos lidiar con sentimientos que causen en quienes están más cerca de nosotros enojo o confusión. Lo mismo sucede con nuestros hijos.
Dios nos confió a nuestros hijos y, como padres, es nuestro deber amarlos incondicionalmente y enseñarles sobre Él, tratarlos con amor y compasión y apoyarlos en el viaje de la vida. Sin embargo, apoyarlos no significa que debamos aprobar todas sus acciones.
Sabemos que, aunque les mostremos la importancia de la castidad, nuestros hijos pueden de todos modos decidir tener una relación con alguien del mismo sexo. Esto puede ser muy difícil de presenciar. Es posible que sintamos enojo, pero no podemos ser crueles. Así como Jesús nos ama a pesar de nuestros pecados, también debemos amar a nuestros hijos a pesar de los suyos, no hacerlo sería ir en contra de todo lo que Jesús enseñó, sin embargo, no se trata de ocultarles la verdad acerca del plan de Dios para la sexualidad.
Como padres puede ser de gran ayuda tener a alguien con buena formación en la fe con quien hablar o unirnos a un grupo de padres que estén pasando por lo mismo. Hay muchas organizaciones que ofrecen apoyo mientras navegas por estas aguas con tu hijo. Puedes averiguar en tu parroquia o en tu diócesis.
El grupo EnCourage (https://couragerc.org/encourage/?lang=es), por ejemplo, «es un ministerio dentro de Courage dedicado a las necesidades de los padres, hermanos, y otros familiares y amigos de personas que experimentan atracción hacia el mismo sexo. Bajo las enseñanzas de la Iglesia católica, los miembros de EnCourage se apoyan mutuamente para comprender más profundamente la situación de sus seres queridos, fomentar relaciones saludables dentro de sus familias y profundizar su propia relación con Cristo».
En un video del 2021, el Papa Francisco habló a los padres, diciendo: «Cada niño que llega es un don de Dios». Su hijo, desde el momento en que fue creado, ha sido un gran regalo para usted. Eso nunca debería cambiar. Como padres debemos asegurarnos de que nuestros hijos nunca se sientan como algo menos que un regalo de Dios.
Fuente: Traducido de Cfr Susan Ciancio. (Marzo 18, 2022). Responding to Same-Sex Attraction as a Catholic Parent https://www.hli.org/resources/responding-to-same-sex-attraction-as-catholic-parent/
Reflexión: ¿Qué puedo hacer para apoyar a mi hijo sin necesariamente aprobar todas sus acciones?
Audio 9
10.- ¿Cómo hablar con nuestros hijos acerca del aborto?
Quitarle la vida a un ser humano diminuto no solo es un mal grave y un pecado grave, sino también un tema muy difícil de abordar con los niños. ¿Cómo explica un padre a su hijo que hay personas que no solo aprueban la posibilidad de dar muerte a los bebés, sino que se regodean en la capacidad de hacerlo? Esto es una situación que puede detener a cualquiera en seco.
Es sumamente importante establecer en los hijos la conciencia del valor de toda vida humana, desde la concepción hasta la muerte natural, desde que son lo suficientemente mayores como para entender acerca de los bebés. Los niños no tienen que saber específicamente sobre el aborto para entender que todos los seres humanos son valiosos. Los padres se lo pueden enseñar hablándoles del bebé que está en el vientre de alguna mujer embarazada que conozcan. Pueden mostrarles las imágenes de su ecografía y contarles cómo solían patear o moverse, o leerles la historia bíblica de la Visitación de la Virgen María a su prima Isabel y explicarles cómo Juan el Bautista saltó en el vientre de su madre ante la presencia de Cristo. Todo esto ayuda a los niños a entender que desde que una mujer queda embarazada, hay un bebé creciendo dentro de ella. Incluso pueden buscar en internet las diferentes etapas del desarrollo de un bebé y mostrarle a su hijo cómo crece cada semana. Si desean algo tangible, comprar un modelo fetal en alguna organización provida es una buena opción. A los niños les encantan porque caben en sus pequeñas manos.
A medida que los hijos crecen, los padres pueden ir ofreciendo gradualmente más información, siempre de acuerdo con lo que vean que su hijo puede manejar. Esto variará desde explicar que algunas mujeres no quieren un bebé en su vientre hasta discutir el hecho de que la ley dice que ella puede matarlo. No necesitan entrar en detalles sobre cómo se hace o mostrar imágenes. Saberlo es suficiente para entristecer a la mayoría de los niños.
Si su hijo les hace preguntas para cuya respuesta no está listo, simplemente dígale que es algo tan feo que no necesita conocer detalles hasta que sea mayor. Explíquenle que puede ayudar rezando por los bebés por nacer. Para esto pueden enseñarle la oración de adopción espiritual de Monseñor Fulton Sheen y animarlo a rezarla todos los días: «Jesús, María y José, los quiero mucho. Les ruego que salven la vida de [nombre del bebé], el bebé por nacer que he adoptado espiritualmente y que está en peligro de aborto» (se recomienda diariamente durante nueve meses).
Una vez que los niños llegan a alrededor de quinto grado, comenzarán a hacer más preguntas. Pueden enterarse de cosas en las noticias, en la escuela o en línea. Como padres es importante que puedan tener una conversación franca con sus hijos. Explíquenle que el aborto viola el quinto mandamiento y que quitarle la vida a un pequeño ser humano por nacer es una ofensa grave contra Dios. Explíquenle que no importa dónde viva una persona (en el útero o fuera), cómo se vea, lo que pueda hacer o si tiene una discapacidad. Todos merecemos ser amados y protegidos.
Los niños de secundaria probablemente tendrán preguntas más profundas y puede que conozcan a alguien que haya tenido un aborto. Incluso pueden aceptar el argumento de «mi cuerpo, mi elección». O tal vez sean apáticos porque no sienten que el problema les afecta. Ese es el momento de enfatizarles que este problema nos concierne a todos. Explíqueles que debemos ser la voz de esos bebés, ya que ellos no pueden defenderse por sí mismos.
A esa edad, también puede comenzar a hablarle sobre los «casos difíciles», como el de violación, incesto o el de peligro para la vida de la madre. Estos casos conmueven los corazones de muchos adolescentes. Explíqueles que un bebé nunca tiene que morir para salvar la vida de su madre y que, ante una situación que amenace la vida, un médico siempre debe intentar salvar a ambos. Si el bebé muere a pesar de estos esfuerzos, no se trata de un aborto. En el caso de una violación, muéstrele que esta nunca es culpa del niño, él no debería recibir una sentencia de muerte. Proporcione ejemplos (¡hay muchos en línea!) de personas que fueron concebidas como resultado de una violación y que están muy agradecidas de que sus madres les permitieran vivir. En el caso de los bebés muy enfermos, ayude al niño a entender que, aunque es muy difícil ver sufrir a alguien, ese bebé sigue siendo un regalo de Dios que debe ser valorado, incluso si vive solo unos minutos o aunque tenga discapacidades. Ninguna de estas situaciones disminuye el valor de un ser humano.
Una de las cosas más importantes que debe inculcar en su hijo es la valentía para defender a los bebés cuando nadie más lo haga, cuando otros se burlen o digan cosas crueles sobre ellos. Para los adolescentes puede ser extremadamente difícil hacer esto, por eso es muy importante mantener la comunicación. Ayude a su hijo a encontrar actividades donde pueda usar su voz de manera no confrontativa.
Lo más importante que pueden hacer como padres es ser un buen modelo a seguir. Su hijo se sentirá más cómodo defendiendo a los bebés por nacer si los ve hacerlo también. Sabrá cómo liderar si los ha visto liderar. Así que piensen en sus acciones y en el ejemplo que están dando. Si alguien está abogando por el aborto en una reunión social, ¿hablan o se quedan callados? ¿Usan una camiseta provida en público o se sienten avergonzados? ¿Oran frente a una clínica de abortos? ¿Apoyan películas como Unplanned (Inesperado) o Gosnell y llevan a sus hijos, que ya estén en edad de hacerlo, a verlas? ¿Son miembros del comité provida de su parroquia? ¿Donan o trabajan como voluntarios en centros de ayuda para las mujeres en embarazos con dificultades?
No es necesario que hagan todas estas cosas, pero deben hacer algo. Así, especialmente si lo hacen en familia, construirán los cimientos para que su hijo crezca sabiendo en lo más profundo de su ser que el aborto está mal, que es un asesinato.
Fuente: Traducido de Cfr Susan Ciancio. (Julio 24, 2019). “Mommy, What’s Abortion?” https://www.hli.org/resources/mommy-whats-abortion/
Reflexión: ¿Doy buen ejemplo a mis hijos en lo que se refiere a la protección de toda vida humana desde la concepción hasta la muerte natural?
Audio 10
11.- ¿Qué puedo hacer para que mis hijos vivan la sexualidad de acuerdo con el plan de Dios?
En el mundo de hoy estamos expuestos a todo tipo de ideas falsas, especialmente en relación con la sexualidad, el matrimonio y la vida del ser humano. Ante esta realidad, como padres a veces sentimos la tentación de perder la esperanza, pero en realidad hay muchas cosas que podríamos hacer, incluso si nuestros hijos ya son mayores de edad.
Enfoquémonos en tres esenciales:
1. Orar y frecuentar los sacramentos
“Os aseguro también que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, sea lo que fuere, lo conseguirán de mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” Mt 18, 19-20. Si esto es cierto para cualquier grupo de personas lo es mucho más para los esposos. Oremos juntos por nuestros hijos, hagámoslo con fe y perseverancia. Nunca nos demos por vencidos. El Señor todo lo puede y sus tiempos y caminos son perfectos.
Pero no se trata únicamente de orar por ellos. Intensifiquemos nuestra vida de fe y nuestra relación con Dios a través de la participación en la misa, si es posible más allá de la dominical, y de la confesión y eucaristía. Dios quiere no solo la salvación de nuestros hijos, sino la nuestra también y los tropiezos de ellos pueden ser oportunidades para afianzar nuestra relación con Él.
2. Dar buen testimonio
Jason Evert, reconocido autor y conferencista sobre castidad, nos dice que quienes tienen más influencia en la vida de nuestros hijos no son sus amigos o las redes sociales, ¡somos nosotros los padres! Esto es una buena noticia. Pero, exactamente ¿cómo influimos en ellos? No es solo través de lo que decimos, sino principalmente por lo que hacemos. Lo que decimos pierde valor a los ojos de nuestros hijos si no lo vivimos.
¿En qué consiste dar buen testimonio? ¿Qué es exactamente lo que debemos hacer? La respuesta la encontramos en las Escrituras y en la doctrina de la Iglesia católica. Y esto nos lleva directamente al tercer punto.
3. Conocer lo que dice la Palabra de Dios y la Iglesia católica sobre sexualidad.
San Pablo le dijo a Timoteo: “… llegará un tiempo en que los hombres ya no soportarán la sana doctrina, sino que se buscarán maestros a su gusto, hábiles en captar su atención; cerrarán los oídos a la verdad y se volverán hacia puros cuentos”. (2 Tim 4, 3-4). Este mensaje cobra una fuerza especial hoy, cuando las ideologías respecto a la sexualidad parecen estar a la orden del día.
Ante esa situación ¿hay algo que podamos hacer? El mismo San Pablo nos da la respuesta en el siguiente versículo: “Por eso debes estar siempre alerta. No hagas caso de tus propias penas; dedícate a tu trabajo de evangelizador; cumple bien tu ministerio” (2 Tim 4, 5). Como padres estamos llamados no solo a la fecundidad carnal sino a la fecundidad espiritual. Nosotros somos los principales responsables de la evangelización de nuestros hijos, de mostrarles el amor de su Padre celestial que sabe mejor que nosotros lo que es bueno para ellos.
Para poder ser evangelizadores es fundamental que nos preparemos. La educación es indispensable en toda transformación, por eso resulta esencial que conozcamos las enseñanzas sobre sexualidad, amor y matrimonio contenidas en los documentos de la Iglesia. Te dejamos los nombres de algunos que resultan especialmente útiles en este propósito:
• Teología del Cuerpo: 129 catequesis que descubren en toda su belleza, verdad y bondad el plan de Dios para el amor, el matrimonio y la sexualidad. En YouTube puedes encontrar videos de reconocidos conferencistas sobre el tema como Christopher West, Jason Evert, Evan Lemoine, Rebeca Barba
• Humanae Vitae (Vida Humana): Encíclica que nos presenta cómo vivir la sexualidad como expresión de un amor libre, total, fiel y fecundo.
• Sexualidad Humana: Verdad y Significado: Orientaciones educativas para apoyar a los padres en la educación sexual de los hijos.
• Declaración acerca de ciertas cuestiones de ética sexual: Presenta la bondad de la ética sexual, la cual está basada en la ley divina y la naturaleza humana.
• Varón y mujer los creo, para una vía de diálogo sobre la cuestión del gender en la educación: Busca dar pautas educativas sobre afectividad y sexualidad que permitan reafirmar la diferencia y la reciprocidad natural del hombre y de la mujer.
• Evangelium Vitae (El evangelio de la vida): Encíclica que busca reafirmar “el valor y el carácter inviolable de la vida humana». Aborda el problema del aborto, el cual está en relación directa con la manera como se vive la sexualidad.
• Donum Vitae (El don de la vida) y Dignitas Personae (La dignidad de la persona): Desde una óptica científica y doctrinal, estos documentos analizan la reproducción artificial y sus implicaciones en relación con el matrimonio, la procreación y la dignidad de la vida humana.
En www.sexualidadexpresiondelamor.org encuentras los anteriores documentos, algunos de forma completa, otros en extractos con lo más importante del mensaje. La página web también cuenta con contenidos que te enseñan cómo aplicar la doctrina de la Iglesia en la vida diaria.
Imposible dejar de recomendar Amor y Responsabilidad, obra de Karol Wojtyla (Juan Pablo II cuando aún no era papa) en la que él establece un nuevo paradigma para entender la sexualidad.
Es cierto que los padres a veces no podemos evitar que nuestros hijos tomen malas decisiones, pero sí podemos orientarlos, animarlos a que cambien el rumbo de su vida y asegurarles que siempre estaremos allí para apoyarlos.
Fuente: Cfr Germán Gutiérrez y Carolina Ochoa. (Abril 1, 2024). ¿Qué hacer para que mis hijos vivan la sexualidad de acuerdo con el plan de Dios? https://www.institutojp2.es/firma-invitada/que-hacer-para-que-mis-hijos-vivan-la-sexualidad-de-acuerdo-con-el-plan-de-dios
Reflexión: ¿Qué estoy dispuesto a hacer para que mis hijos se acerquen a Dios y busquen vivir según Su voluntad?
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11.- ¿Qué puedo hacer para que mis hijos vivan la sexualidad de acuerdo con el plan de Dios?
En el mundo de hoy estamos expuestos a todo tipo de ideas falsas, especialmente en relación con la sexualidad, el matrimonio y la vida del ser humano. Ante esta realidad, como padres a veces sentimos la tentación de perder la esperanza, pero en realidad hay muchas cosas que podríamos hacer, incluso si nuestros hijos ya son mayores de edad.
Enfoquémonos en tres esenciales:
1. Orar y frecuentar los sacramentos
“Os aseguro también que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, sea lo que fuere, lo conseguirán de mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” Mt 18, 19-20. Si esto es cierto para cualquier grupo de personas lo es mucho más para los esposos. Oremos juntos por nuestros hijos, hagámoslo con fe y perseverancia. Nunca nos demos por vencidos. El Señor todo lo puede y sus tiempos y caminos son perfectos.
Pero no se trata únicamente de orar por ellos. Intensifiquemos nuestra vida de fe y nuestra relación con Dios a través de la participación en la misa, si es posible más allá de la dominical, y de la confesión y eucaristía. Dios quiere no solo la salvación de nuestros hijos, sino la nuestra también y los tropiezos de ellos pueden ser oportunidades para afianzar nuestra relación con Él.
2. Dar buen testimonio
Jason Evert, reconocido autor y conferencista sobre castidad, nos dice que quienes tienen más influencia en la vida de nuestros hijos no son sus amigos o las redes sociales, ¡somos nosotros los padres! Esto es una buena noticia. Pero, exactamente ¿cómo influimos en ellos? No es solo través de lo que decimos, sino principalmente por lo que hacemos. Lo que decimos pierde valor a los ojos de nuestros hijos si no lo vivimos.
¿En qué consiste dar buen testimonio? ¿Qué es exactamente lo que debemos hacer? La respuesta la encontramos en las Escrituras y en la doctrina de la Iglesia católica. Y esto nos lleva directamente al tercer punto.
3. Conocer lo que dice la Palabra de Dios y la Iglesia católica sobre sexualidad.
San Pablo le dijo a Timoteo: “… llegará un tiempo en que los hombres ya no soportarán la sana doctrina, sino que se buscarán maestros a su gusto, hábiles en captar su atención; cerrarán los oídos a la verdad y se volverán hacia puros cuentos”. (2 Tim 4, 3-4). Este mensaje cobra una fuerza especial hoy, cuando las ideologías respecto a la sexualidad parecen estar a la orden del día.
Ante esa situación ¿hay algo que podamos hacer? El mismo San Pablo nos da la respuesta en el siguiente versículo: “Por eso debes estar siempre alerta. No hagas caso de tus propias penas; dedícate a tu trabajo de evangelizador; cumple bien tu ministerio” (2 Tim 4, 5). Como padres estamos llamados no solo a la fecundidad carnal sino a la fecundidad espiritual. Nosotros somos los principales responsables de la evangelización de nuestros hijos, de mostrarles el amor de su Padre celestial que sabe mejor que nosotros lo que es bueno para ellos.
Para poder ser evangelizadores es fundamental que nos preparemos. La educación es indispensable en toda transformación, por eso resulta esencial que conozcamos las enseñanzas sobre sexualidad, amor y matrimonio contenidas en los documentos de la Iglesia. Te dejamos los nombres de algunos que resultan especialmente útiles en este propósito:
• Teología del Cuerpo: 129 catequesis que descubren en toda su belleza, verdad y bondad el plan de Dios para el amor, el matrimonio y la sexualidad. En YouTube puedes encontrar videos de reconocidos conferencistas sobre el tema como Christopher West, Jason Evert, Evan Lemoine, Rebeca Barba
• Humanae Vitae (Vida Humana): Encíclica que nos presenta cómo vivir la sexualidad como expresión de un amor libre, total, fiel y fecundo.
• Sexualidad Humana: Verdad y Significado: Orientaciones educativas para apoyar a los padres en la educación sexual de los hijos.
• Declaración acerca de ciertas cuestiones de ética sexual: Presenta la bondad de la ética sexual, la cual está basada en la ley divina y la naturaleza humana.
• Varón y mujer los creo, para una vía de diálogo sobre la cuestión del gender en la educación: Busca dar pautas educativas sobre afectividad y sexualidad que permitan reafirmar la diferencia y la reciprocidad natural del hombre y de la mujer.
• Evangelium Vitae (El evangelio de la vida): Encíclica que busca reafirmar “el valor y el carácter inviolable de la vida humana». Aborda el problema del aborto, el cual está en relación directa con la manera como se vive la sexualidad.
• Donum Vitae (El don de la vida) y Dignitas Personae (La dignidad de la persona): Desde una óptica científica y doctrinal, estos documentos analizan la reproducción artificial y sus implicaciones en relación con el matrimonio, la procreación y la dignidad de la vida humana.
En www.sexualidadexpresiondelamor.org encuentras los anteriores documentos, algunos de forma completa, otros en extractos con lo más importante del mensaje. La página web también cuenta con contenidos que te enseñan cómo aplicar la doctrina de la Iglesia en la vida diaria.
Imposible dejar de recomendar Amor y Responsabilidad, obra de Karol Wojtyla (Juan Pablo II cuando aún no era papa) en la que él establece un nuevo paradigma para entender la sexualidad.
Es cierto que los padres a veces no podemos evitar que nuestros hijos tomen malas decisiones, pero sí podemos orientarlos, animarlos a que cambien el rumbo de su vida y asegurarles que siempre estaremos allí para apoyarlos.
Fuente: Cfr Germán Gutiérrez y Carolina Ochoa. (Abril 1, 2024). ¿Qué hacer para que mis hijos vivan la sexualidad de acuerdo con el plan de Dios? https://www.institutojp2.es/firma-invitada/que-hacer-para-que-mis-hijos-vivan-la-sexualidad-de-acuerdo-con-el-plan-de-dios
Reflexión: ¿Qué estoy dispuesto a hacer para que mis hijos se acerquen a Dios y busquen vivir según Su voluntad?
Audio 11
10.- ¿Cómo hablar con nuestros hijos acerca del aborto?
Quitarle la vida a un ser humano diminuto no solo es un mal grave y un pecado grave, sino también un tema muy difícil de abordar con los niños. ¿Cómo explica un padre a su hijo que hay personas que no solo aprueban la posibilidad de dar muerte a los bebés, sino que se regodean en la capacidad de hacerlo? Esto es una situación que puede detener a cualquiera en seco.
Es sumamente importante establecer en los hijos la conciencia del valor de toda vida humana, desde la concepción hasta la muerte natural, desde que son lo suficientemente mayores como para entender acerca de los bebés. Los niños no tienen que saber específicamente sobre el aborto para entender que todos los seres humanos son valiosos. Los padres se lo pueden enseñar hablándoles del bebé que está en el vientre de alguna mujer embarazada que conozcan. Pueden mostrarles las imágenes de su ecografía y contarles cómo solían patear o moverse, o leerles la historia bíblica de la Visitación de la Virgen María a su prima Isabel y explicarles cómo Juan el Bautista saltó en el vientre de su madre ante la presencia de Cristo. Todo esto ayuda a los niños a entender que desde que una mujer queda embarazada, hay un bebé creciendo dentro de ella. Incluso pueden buscar en internet las diferentes etapas del desarrollo de un bebé y mostrarle a su hijo cómo crece cada semana. Si desean algo tangible, comprar un modelo fetal en alguna organización provida es una buena opción. A los niños les encantan porque caben en sus pequeñas manos.
A medida que los hijos crecen, los padres pueden ir ofreciendo gradualmente más información, siempre de acuerdo con lo que vean que su hijo puede manejar. Esto variará desde explicar que algunas mujeres no quieren un bebé en su vientre hasta discutir el hecho de que la ley dice que ella puede matarlo. No necesitan entrar en detalles sobre cómo se hace o mostrar imágenes. Saberlo es suficiente para entristecer a la mayoría de los niños.
Si su hijo les hace preguntas para cuya respuesta no está listo, simplemente dígale que es algo tan feo que no necesita conocer detalles hasta que sea mayor. Explíquenle que puede ayudar rezando por los bebés por nacer. Para esto pueden enseñarle la oración de adopción espiritual de Monseñor Fulton Sheen y animarlo a rezarla todos los días: «Jesús, María y José, los quiero mucho. Les ruego que salven la vida de [nombre del bebé], el bebé por nacer que he adoptado espiritualmente y que está en peligro de aborto» (se recomienda diariamente durante nueve meses).
Una vez que los niños llegan a alrededor de quinto grado, comenzarán a hacer más preguntas. Pueden enterarse de cosas en las noticias, en la escuela o en línea. Como padres es importante que puedan tener una conversación franca con sus hijos. Explíquenle que el aborto viola el quinto mandamiento y que quitarle la vida a un pequeño ser humano por nacer es una ofensa grave contra Dios. Explíquenle que no importa dónde viva una persona (en el útero o fuera), cómo se vea, lo que pueda hacer o si tiene una discapacidad. Todos merecemos ser amados y protegidos.
Los niños de secundaria probablemente tendrán preguntas más profundas y puede que conozcan a alguien que haya tenido un aborto. Incluso pueden aceptar el argumento de «mi cuerpo, mi elección». O tal vez sean apáticos porque no sienten que el problema les afecta. Ese es el momento de enfatizarles que este problema nos concierne a todos. Explíqueles que debemos ser la voz de esos bebés, ya que ellos no pueden defenderse por sí mismos.
A esa edad, también puede comenzar a hablarle sobre los «casos difíciles», como el de violación, incesto o el de peligro para la vida de la madre. Estos casos conmueven los corazones de muchos adolescentes. Explíqueles que un bebé nunca tiene que morir para salvar la vida de su madre y que, ante una situación que amenace la vida, un médico siempre debe intentar salvar a ambos. Si el bebé muere a pesar de estos esfuerzos, no se trata de un aborto. En el caso de una violación, muéstrele que esta nunca es culpa del niño, él no debería recibir una sentencia de muerte. Proporcione ejemplos (¡hay muchos en línea!) de personas que fueron concebidas como resultado de una violación y que están muy agradecidas de que sus madres les permitieran vivir. En el caso de los bebés muy enfermos, ayude al niño a entender que, aunque es muy difícil ver sufrir a alguien, ese bebé sigue siendo un regalo de Dios que debe ser valorado, incluso si vive solo unos minutos o aunque tenga discapacidades. Ninguna de estas situaciones disminuye el valor de un ser humano.
Una de las cosas más importantes que debe inculcar en su hijo es la valentía para defender a los bebés cuando nadie más lo haga, cuando otros se burlen o digan cosas crueles sobre ellos. Para los adolescentes puede ser extremadamente difícil hacer esto, por eso es muy importante mantener la comunicación. Ayude a su hijo a encontrar actividades donde pueda usar su voz de manera no confrontativa.
Lo más importante que pueden hacer como padres es ser un buen modelo a seguir. Su hijo se sentirá más cómodo defendiendo a los bebés por nacer si los ve hacerlo también. Sabrá cómo liderar si los ha visto liderar. Así que piensen en sus acciones y en el ejemplo que están dando. Si alguien está abogando por el aborto en una reunión social, ¿hablan o se quedan callados? ¿Usan una camiseta provida en público o se sienten avergonzados? ¿Oran frente a una clínica de abortos? ¿Apoyan películas como Unplanned (Inesperado) o Gosnell y llevan a sus hijos, que ya estén en edad de hacerlo, a verlas? ¿Son miembros del comité provida de su parroquia? ¿Donan o trabajan como voluntarios en centros de ayuda para las mujeres en embarazos con dificultades?
No es necesario que hagan todas estas cosas, pero deben hacer algo. Así, especialmente si lo hacen en familia, construirán los cimientos para que su hijo crezca sabiendo en lo más profundo de su ser que el aborto está mal, que es un asesinato.
Fuente: Traducido de Cfr Susan Ciancio. (Julio 24, 2019). “Mommy, What’s Abortion?” https://www.hli.org/resources/mommy-whats-abortion/
Reflexión: ¿Doy buen ejemplo a mis hijos en lo que se refiere a la protección de toda vida humana desde la concepción hasta la muerte natural?
Audio 10
11.- ¿Qué puedo hacer para que mis hijos vivan la sexualidad de acuerdo con el plan de Dios?
En el mundo de hoy estamos expuestos a todo tipo de ideas falsas, especialmente en relación con la sexualidad, el matrimonio y la vida del ser humano. Ante esta realidad, como padres a veces sentimos la tentación de perder la esperanza, pero en realidad hay muchas cosas que podríamos hacer, incluso si nuestros hijos ya son mayores de edad.
Enfoquémonos en tres esenciales:
1. Orar y frecuentar los sacramentos
“Os aseguro también que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, sea lo que fuere, lo conseguirán de mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” Mt 18, 19-20. Si esto es cierto para cualquier grupo de personas lo es mucho más para los esposos. Oremos juntos por nuestros hijos, hagámoslo con fe y perseverancia. Nunca nos demos por vencidos. El Señor todo lo puede y sus tiempos y caminos son perfectos.
Pero no se trata únicamente de orar por ellos. Intensifiquemos nuestra vida de fe y nuestra relación con Dios a través de la participación en la misa, si es posible más allá de la dominical, y de la confesión y eucaristía. Dios quiere no solo la salvación de nuestros hijos, sino la nuestra también y los tropiezos de ellos pueden ser oportunidades para afianzar nuestra relación con Él.
2. Dar buen testimonio
Jason Evert, reconocido autor y conferencista sobre castidad, nos dice que quienes tienen más influencia en la vida de nuestros hijos no son sus amigos o las redes sociales, ¡somos nosotros los padres! Esto es una buena noticia. Pero, exactamente ¿cómo influimos en ellos? No es solo través de lo que decimos, sino principalmente por lo que hacemos. Lo que decimos pierde valor a los ojos de nuestros hijos si no lo vivimos.
¿En qué consiste dar buen testimonio? ¿Qué es exactamente lo que debemos hacer? La respuesta la encontramos en las Escrituras y en la doctrina de la Iglesia católica. Y esto nos lleva directamente al tercer punto.
3. Conocer lo que dice la Palabra de Dios y la Iglesia católica sobre sexualidad.
San Pablo le dijo a Timoteo: “… llegará un tiempo en que los hombres ya no soportarán la sana doctrina, sino que se buscarán maestros a su gusto, hábiles en captar su atención; cerrarán los oídos a la verdad y se volverán hacia puros cuentos”. (2 Tim 4, 3-4). Este mensaje cobra una fuerza especial hoy, cuando las ideologías respecto a la sexualidad parecen estar a la orden del día.
Ante esa situación ¿hay algo que podamos hacer? El mismo San Pablo nos da la respuesta en el siguiente versículo: “Por eso debes estar siempre alerta. No hagas caso de tus propias penas; dedícate a tu trabajo de evangelizador; cumple bien tu ministerio” (2 Tim 4, 5). Como padres estamos llamados no solo a la fecundidad carnal sino a la fecundidad espiritual. Nosotros somos los principales responsables de la evangelización de nuestros hijos, de mostrarles el amor de su Padre celestial que sabe mejor que nosotros lo que es bueno para ellos.
Para poder ser evangelizadores es fundamental que nos preparemos. La educación es indispensable en toda transformación, por eso resulta esencial que conozcamos las enseñanzas sobre sexualidad, amor y matrimonio contenidas en los documentos de la Iglesia. Te dejamos los nombres de algunos que resultan especialmente útiles en este propósito:
• Teología del Cuerpo: 129 catequesis que descubren en toda su belleza, verdad y bondad el plan de Dios para el amor, el matrimonio y la sexualidad. En YouTube puedes encontrar videos de reconocidos conferencistas sobre el tema como Christopher West, Jason Evert, Evan Lemoine, Rebeca Barba
• Humanae Vitae (Vida Humana): Encíclica que nos presenta cómo vivir la sexualidad como expresión de un amor libre, total, fiel y fecundo.
• Sexualidad Humana: Verdad y Significado: Orientaciones educativas para apoyar a los padres en la educación sexual de los hijos.
• Declaración acerca de ciertas cuestiones de ética sexual: Presenta la bondad de la ética sexual, la cual está basada en la ley divina y la naturaleza humana.
• Varón y mujer los creo, para una vía de diálogo sobre la cuestión del gender en la educación: Busca dar pautas educativas sobre afectividad y sexualidad que permitan reafirmar la diferencia y la reciprocidad natural del hombre y de la mujer.
• Evangelium Vitae (El evangelio de la vida): Encíclica que busca reafirmar “el valor y el carácter inviolable de la vida humana». Aborda el problema del aborto, el cual está en relación directa con la manera como se vive la sexualidad.
• Donum Vitae (El don de la vida) y Dignitas Personae (La dignidad de la persona): Desde una óptica científica y doctrinal, estos documentos analizan la reproducción artificial y sus implicaciones en relación con el matrimonio, la procreación y la dignidad de la vida humana.
En www.sexualidadexpresiondelamor.org encuentras los anteriores documentos, algunos de forma completa, otros en extractos con lo más importante del mensaje. La página web también cuenta con contenidos que te enseñan cómo aplicar la doctrina de la Iglesia en la vida diaria.
Imposible dejar de recomendar Amor y Responsabilidad, obra de Karol Wojtyla (Juan Pablo II cuando aún no era papa) en la que él establece un nuevo paradigma para entender la sexualidad.
Es cierto que los padres a veces no podemos evitar que nuestros hijos tomen malas decisiones, pero sí podemos orientarlos, animarlos a que cambien el rumbo de su vida y asegurarles que siempre estaremos allí para apoyarlos.
Fuente: Cfr Germán Gutiérrez y Carolina Ochoa. (Abril 1, 2024). ¿Qué hacer para que mis hijos vivan la sexualidad de acuerdo con el plan de Dios? https://www.institutojp2.es/firma-invitada/que-hacer-para-que-mis-hijos-vivan-la-sexualidad-de-acuerdo-con-el-plan-de-dios
Reflexión: ¿Qué estoy dispuesto a hacer para que mis hijos se acerquen a Dios y busquen vivir según Su voluntad?
Audio 11
11.- ¿Qué puedo hacer para que mis hijos vivan la sexualidad de acuerdo con el plan de Dios?
En el mundo de hoy estamos expuestos a todo tipo de ideas falsas, especialmente en relación con la sexualidad, el matrimonio y la vida del ser humano. Ante esta realidad, como padres a veces sentimos la tentación de perder la esperanza, pero en realidad hay muchas cosas que podríamos hacer, incluso si nuestros hijos ya son mayores de edad.
Enfoquémonos en tres esenciales:
1. Orar y frecuentar los sacramentos
“Os aseguro también que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, sea lo que fuere, lo conseguirán de mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” Mt 18, 19-20. Si esto es cierto para cualquier grupo de personas lo es mucho más para los esposos. Oremos juntos por nuestros hijos, hagámoslo con fe y perseverancia. Nunca nos demos por vencidos. El Señor todo lo puede y sus tiempos y caminos son perfectos.
Pero no se trata únicamente de orar por ellos. Intensifiquemos nuestra vida de fe y nuestra relación con Dios a través de la participación en la misa, si es posible más allá de la dominical, y de la confesión y eucaristía. Dios quiere no solo la salvación de nuestros hijos, sino la nuestra también y los tropiezos de ellos pueden ser oportunidades para afianzar nuestra relación con Él.
2. Dar buen testimonio
Jason Evert, reconocido autor y conferencista sobre castidad, nos dice que quienes tienen más influencia en la vida de nuestros hijos no son sus amigos o las redes sociales, ¡somos nosotros los padres! Esto es una buena noticia. Pero, exactamente ¿cómo influimos en ellos? No es solo través de lo que decimos, sino principalmente por lo que hacemos. Lo que decimos pierde valor a los ojos de nuestros hijos si no lo vivimos.
¿En qué consiste dar buen testimonio? ¿Qué es exactamente lo que debemos hacer? La respuesta la encontramos en las Escrituras y en la doctrina de la Iglesia católica. Y esto nos lleva directamente al tercer punto.
3. Conocer lo que dice la Palabra de Dios y la Iglesia católica sobre sexualidad.
San Pablo le dijo a Timoteo: “… llegará un tiempo en que los hombres ya no soportarán la sana doctrina, sino que se buscarán maestros a su gusto, hábiles en captar su atención; cerrarán los oídos a la verdad y se volverán hacia puros cuentos”. (2 Tim 4, 3-4). Este mensaje cobra una fuerza especial hoy, cuando las ideologías respecto a la sexualidad parecen estar a la orden del día.
Ante esa situación ¿hay algo que podamos hacer? El mismo San Pablo nos da la respuesta en el siguiente versículo: “Por eso debes estar siempre alerta. No hagas caso de tus propias penas; dedícate a tu trabajo de evangelizador; cumple bien tu ministerio” (2 Tim 4, 5). Como padres estamos llamados no solo a la fecundidad carnal sino a la fecundidad espiritual. Nosotros somos los principales responsables de la evangelización de nuestros hijos, de mostrarles el amor de su Padre celestial que sabe mejor que nosotros lo que es bueno para ellos.
Para poder ser evangelizadores es fundamental que nos preparemos. La educación es indispensable en toda transformación, por eso resulta esencial que conozcamos las enseñanzas sobre sexualidad, amor y matrimonio contenidas en los documentos de la Iglesia. Te dejamos los nombres de algunos que resultan especialmente útiles en este propósito:
• Teología del Cuerpo: 129 catequesis que descubren en toda su belleza, verdad y bondad el plan de Dios para el amor, el matrimonio y la sexualidad. En YouTube puedes encontrar videos de reconocidos conferencistas sobre el tema como Christopher West, Jason Evert, Evan Lemoine, Rebeca Barba
• Humanae Vitae (Vida Humana): Encíclica que nos presenta cómo vivir la sexualidad como expresión de un amor libre, total, fiel y fecundo.
• Sexualidad Humana: Verdad y Significado: Orientaciones educativas para apoyar a los padres en la educación sexual de los hijos.
• Declaración acerca de ciertas cuestiones de ética sexual: Presenta la bondad de la ética sexual, la cual está basada en la ley divina y la naturaleza humana.
• Varón y mujer los creo, para una vía de diálogo sobre la cuestión del gender en la educación: Busca dar pautas educativas sobre afectividad y sexualidad que permitan reafirmar la diferencia y la reciprocidad natural del hombre y de la mujer.
• Evangelium Vitae (El evangelio de la vida): Encíclica que busca reafirmar “el valor y el carácter inviolable de la vida humana». Aborda el problema del aborto, el cual está en relación directa con la manera como se vive la sexualidad.
• Donum Vitae (El don de la vida) y Dignitas Personae (La dignidad de la persona): Desde una óptica científica y doctrinal, estos documentos analizan la reproducción artificial y sus implicaciones en relación con el matrimonio, la procreación y la dignidad de la vida humana.
En www.sexualidadexpresiondelamor.org encuentras los anteriores documentos, algunos de forma completa, otros en extractos con lo más importante del mensaje. La página web también cuenta con contenidos que te enseñan cómo aplicar la doctrina de la Iglesia en la vida diaria.
Imposible dejar de recomendar Amor y Responsabilidad, obra de Karol Wojtyla (Juan Pablo II cuando aún no era papa) en la que él establece un nuevo paradigma para entender la sexualidad.
Es cierto que los padres a veces no podemos evitar que nuestros hijos tomen malas decisiones, pero sí podemos orientarlos, animarlos a que cambien el rumbo de su vida y asegurarles que siempre estaremos allí para apoyarlos.
Fuente: Cfr Germán Gutiérrez y Carolina Ochoa. (Abril 1, 2024). ¿Qué hacer para que mis hijos vivan la sexualidad de acuerdo con el plan de Dios? https://www.institutojp2.es/firma-invitada/que-hacer-para-que-mis-hijos-vivan-la-sexualidad-de-acuerdo-con-el-plan-de-dios
Reflexión: ¿Qué estoy dispuesto a hacer para que mis hijos se acerquen a Dios y busquen vivir según Su voluntad?
Audio 11
10.- ¿Cómo hablar con nuestros hijos acerca del aborto?
Quitarle la vida a un ser humano diminuto no solo es un mal grave y un pecado grave, sino también un tema muy difícil de abordar con los niños. ¿Cómo explica un padre a su hijo que hay personas que no solo aprueban la posibilidad de dar muerte a los bebés, sino que se regodean en la capacidad de hacerlo? Esto es una situación que puede detener a cualquiera en seco.
Es sumamente importante establecer en los hijos la conciencia del valor de toda vida humana, desde la concepción hasta la muerte natural, desde que son lo suficientemente mayores como para entender acerca de los bebés. Los niños no tienen que saber específicamente sobre el aborto para entender que todos los seres humanos son valiosos. Los padres se lo pueden enseñar hablándoles del bebé que está en el vientre de alguna mujer embarazada que conozcan. Pueden mostrarles las imágenes de su ecografía y contarles cómo solían patear o moverse, o leerles la historia bíblica de la Visitación de la Virgen María a su prima Isabel y explicarles cómo Juan el Bautista saltó en el vientre de su madre ante la presencia de Cristo. Todo esto ayuda a los niños a entender que desde que una mujer queda embarazada, hay un bebé creciendo dentro de ella. Incluso pueden buscar en internet las diferentes etapas del desarrollo de un bebé y mostrarle a su hijo cómo crece cada semana. Si desean algo tangible, comprar un modelo fetal en alguna organización provida es una buena opción. A los niños les encantan porque caben en sus pequeñas manos.
A medida que los hijos crecen, los padres pueden ir ofreciendo gradualmente más información, siempre de acuerdo con lo que vean que su hijo puede manejar. Esto variará desde explicar que algunas mujeres no quieren un bebé en su vientre hasta discutir el hecho de que la ley dice que ella puede matarlo. No necesitan entrar en detalles sobre cómo se hace o mostrar imágenes. Saberlo es suficiente para entristecer a la mayoría de los niños.
Si su hijo les hace preguntas para cuya respuesta no está listo, simplemente dígale que es algo tan feo que no necesita conocer detalles hasta que sea mayor. Explíquenle que puede ayudar rezando por los bebés por nacer. Para esto pueden enseñarle la oración de adopción espiritual de Monseñor Fulton Sheen y animarlo a rezarla todos los días: «Jesús, María y José, los quiero mucho. Les ruego que salven la vida de [nombre del bebé], el bebé por nacer que he adoptado espiritualmente y que está en peligro de aborto» (se recomienda diariamente durante nueve meses).
Una vez que los niños llegan a alrededor de quinto grado, comenzarán a hacer más preguntas. Pueden enterarse de cosas en las noticias, en la escuela o en línea. Como padres es importante que puedan tener una conversación franca con sus hijos. Explíquenle que el aborto viola el quinto mandamiento y que quitarle la vida a un pequeño ser humano por nacer es una ofensa grave contra Dios. Explíquenle que no importa dónde viva una persona (en el útero o fuera), cómo se vea, lo que pueda hacer o si tiene una discapacidad. Todos merecemos ser amados y protegidos.
Los niños de secundaria probablemente tendrán preguntas más profundas y puede que conozcan a alguien que haya tenido un aborto. Incluso pueden aceptar el argumento de «mi cuerpo, mi elección». O tal vez sean apáticos porque no sienten que el problema les afecta. Ese es el momento de enfatizarles que este problema nos concierne a todos. Explíqueles que debemos ser la voz de esos bebés, ya que ellos no pueden defenderse por sí mismos.
A esa edad, también puede comenzar a hablarle sobre los «casos difíciles», como el de violación, incesto o el de peligro para la vida de la madre. Estos casos conmueven los corazones de muchos adolescentes. Explíqueles que un bebé nunca tiene que morir para salvar la vida de su madre y que, ante una situación que amenace la vida, un médico siempre debe intentar salvar a ambos. Si el bebé muere a pesar de estos esfuerzos, no se trata de un aborto. En el caso de una violación, muéstrele que esta nunca es culpa del niño, él no debería recibir una sentencia de muerte. Proporcione ejemplos (¡hay muchos en línea!) de personas que fueron concebidas como resultado de una violación y que están muy agradecidas de que sus madres les permitieran vivir. En el caso de los bebés muy enfermos, ayude al niño a entender que, aunque es muy difícil ver sufrir a alguien, ese bebé sigue siendo un regalo de Dios que debe ser valorado, incluso si vive solo unos minutos o aunque tenga discapacidades. Ninguna de estas situaciones disminuye el valor de un ser humano.
Una de las cosas más importantes que debe inculcar en su hijo es la valentía para defender a los bebés cuando nadie más lo haga, cuando otros se burlen o digan cosas crueles sobre ellos. Para los adolescentes puede ser extremadamente difícil hacer esto, por eso es muy importante mantener la comunicación. Ayude a su hijo a encontrar actividades donde pueda usar su voz de manera no confrontativa.
Lo más importante que pueden hacer como padres es ser un buen modelo a seguir. Su hijo se sentirá más cómodo defendiendo a los bebés por nacer si los ve hacerlo también. Sabrá cómo liderar si los ha visto liderar. Así que piensen en sus acciones y en el ejemplo que están dando. Si alguien está abogando por el aborto en una reunión social, ¿hablan o se quedan callados? ¿Usan una camiseta provida en público o se sienten avergonzados? ¿Oran frente a una clínica de abortos? ¿Apoyan películas como Unplanned (Inesperado) o Gosnell y llevan a sus hijos, que ya estén en edad de hacerlo, a verlas? ¿Son miembros del comité provida de su parroquia? ¿Donan o trabajan como voluntarios en centros de ayuda para las mujeres en embarazos con dificultades?
No es necesario que hagan todas estas cosas, pero deben hacer algo. Así, especialmente si lo hacen en familia, construirán los cimientos para que su hijo crezca sabiendo en lo más profundo de su ser que el aborto está mal, que es un asesinato.
Fuente: Traducido de Cfr Susan Ciancio. (Julio 24, 2019). “Mommy, What’s Abortion?” https://www.hli.org/resources/mommy-whats-abortion/
Reflexión: ¿Doy buen ejemplo a mis hijos en lo que se refiere a la protección de toda vida humana desde la concepción hasta la muerte natural?
Audio 10
11.- ¿Qué puedo hacer para que mis hijos vivan la sexualidad de acuerdo con el plan de Dios?
En el mundo de hoy estamos expuestos a todo tipo de ideas falsas, especialmente en relación con la sexualidad, el matrimonio y la vida del ser humano. Ante esta realidad, como padres a veces sentimos la tentación de perder la esperanza, pero en realidad hay muchas cosas que podríamos hacer, incluso si nuestros hijos ya son mayores de edad.
Enfoquémonos en tres esenciales:
1. Orar y frecuentar los sacramentos
“Os aseguro también que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, sea lo que fuere, lo conseguirán de mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” Mt 18, 19-20. Si esto es cierto para cualquier grupo de personas lo es mucho más para los esposos. Oremos juntos por nuestros hijos, hagámoslo con fe y perseverancia. Nunca nos demos por vencidos. El Señor todo lo puede y sus tiempos y caminos son perfectos.
Pero no se trata únicamente de orar por ellos. Intensifiquemos nuestra vida de fe y nuestra relación con Dios a través de la participación en la misa, si es posible más allá de la dominical, y de la confesión y eucaristía. Dios quiere no solo la salvación de nuestros hijos, sino la nuestra también y los tropiezos de ellos pueden ser oportunidades para afianzar nuestra relación con Él.
2. Dar buen testimonio
Jason Evert, reconocido autor y conferencista sobre castidad, nos dice que quienes tienen más influencia en la vida de nuestros hijos no son sus amigos o las redes sociales, ¡somos nosotros los padres! Esto es una buena noticia. Pero, exactamente ¿cómo influimos en ellos? No es solo través de lo que decimos, sino principalmente por lo que hacemos. Lo que decimos pierde valor a los ojos de nuestros hijos si no lo vivimos.
¿En qué consiste dar buen testimonio? ¿Qué es exactamente lo que debemos hacer? La respuesta la encontramos en las Escrituras y en la doctrina de la Iglesia católica. Y esto nos lleva directamente al tercer punto.
3. Conocer lo que dice la Palabra de Dios y la Iglesia católica sobre sexualidad.
San Pablo le dijo a Timoteo: “… llegará un tiempo en que los hombres ya no soportarán la sana doctrina, sino que se buscarán maestros a su gusto, hábiles en captar su atención; cerrarán los oídos a la verdad y se volverán hacia puros cuentos”. (2 Tim 4, 3-4). Este mensaje cobra una fuerza especial hoy, cuando las ideologías respecto a la sexualidad parecen estar a la orden del día.
Ante esa situación ¿hay algo que podamos hacer? El mismo San Pablo nos da la respuesta en el siguiente versículo: “Por eso debes estar siempre alerta. No hagas caso de tus propias penas; dedícate a tu trabajo de evangelizador; cumple bien tu ministerio” (2 Tim 4, 5). Como padres estamos llamados no solo a la fecundidad carnal sino a la fecundidad espiritual. Nosotros somos los principales responsables de la evangelización de nuestros hijos, de mostrarles el amor de su Padre celestial que sabe mejor que nosotros lo que es bueno para ellos.
Para poder ser evangelizadores es fundamental que nos preparemos. La educación es indispensable en toda transformación, por eso resulta esencial que conozcamos las enseñanzas sobre sexualidad, amor y matrimonio contenidas en los documentos de la Iglesia. Te dejamos los nombres de algunos que resultan especialmente útiles en este propósito:
• Teología del Cuerpo: 129 catequesis que descubren en toda su belleza, verdad y bondad el plan de Dios para el amor, el matrimonio y la sexualidad. En YouTube puedes encontrar videos de reconocidos conferencistas sobre el tema como Christopher West, Jason Evert, Evan Lemoine, Rebeca Barba
• Humanae Vitae (Vida Humana): Encíclica que nos presenta cómo vivir la sexualidad como expresión de un amor libre, total, fiel y fecundo.
• Sexualidad Humana: Verdad y Significado: Orientaciones educativas para apoyar a los padres en la educación sexual de los hijos.
• Declaración acerca de ciertas cuestiones de ética sexual: Presenta la bondad de la ética sexual, la cual está basada en la ley divina y la naturaleza humana.
• Varón y mujer los creo, para una vía de diálogo sobre la cuestión del gender en la educación: Busca dar pautas educativas sobre afectividad y sexualidad que permitan reafirmar la diferencia y la reciprocidad natural del hombre y de la mujer.
• Evangelium Vitae (El evangelio de la vida): Encíclica que busca reafirmar “el valor y el carácter inviolable de la vida humana». Aborda el problema del aborto, el cual está en relación directa con la manera como se vive la sexualidad.
• Donum Vitae (El don de la vida) y Dignitas Personae (La dignidad de la persona): Desde una óptica científica y doctrinal, estos documentos analizan la reproducción artificial y sus implicaciones en relación con el matrimonio, la procreación y la dignidad de la vida humana.
En www.sexualidadexpresiondelamor.org encuentras los anteriores documentos, algunos de forma completa, otros en extractos con lo más importante del mensaje. La página web también cuenta con contenidos que te enseñan cómo aplicar la doctrina de la Iglesia en la vida diaria.
Imposible dejar de recomendar Amor y Responsabilidad, obra de Karol Wojtyla (Juan Pablo II cuando aún no era papa) en la que él establece un nuevo paradigma para entender la sexualidad.
Es cierto que los padres a veces no podemos evitar que nuestros hijos tomen malas decisiones, pero sí podemos orientarlos, animarlos a que cambien el rumbo de su vida y asegurarles que siempre estaremos allí para apoyarlos.
Fuente: Cfr Germán Gutiérrez y Carolina Ochoa. (Abril 1, 2024). ¿Qué hacer para que mis hijos vivan la sexualidad de acuerdo con el plan de Dios? https://www.institutojp2.es/firma-invitada/que-hacer-para-que-mis-hijos-vivan-la-sexualidad-de-acuerdo-con-el-plan-de-dios
Reflexión: ¿Qué estoy dispuesto a hacer para que mis hijos se acerquen a Dios y busquen vivir según Su voluntad?
Audio 11
11.- ¿Qué puedo hacer para que mis hijos vivan la sexualidad de acuerdo con el plan de Dios?
En el mundo de hoy estamos expuestos a todo tipo de ideas falsas, especialmente en relación con la sexualidad, el matrimonio y la vida del ser humano. Ante esta realidad, como padres a veces sentimos la tentación de perder la esperanza, pero en realidad hay muchas cosas que podríamos hacer, incluso si nuestros hijos ya son mayores de edad.
Enfoquémonos en tres esenciales:
1. Orar y frecuentar los sacramentos
“Os aseguro también que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, sea lo que fuere, lo conseguirán de mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” Mt 18, 19-20. Si esto es cierto para cualquier grupo de personas lo es mucho más para los esposos. Oremos juntos por nuestros hijos, hagámoslo con fe y perseverancia. Nunca nos demos por vencidos. El Señor todo lo puede y sus tiempos y caminos son perfectos.
Pero no se trata únicamente de orar por ellos. Intensifiquemos nuestra vida de fe y nuestra relación con Dios a través de la participación en la misa, si es posible más allá de la dominical, y de la confesión y eucaristía. Dios quiere no solo la salvación de nuestros hijos, sino la nuestra también y los tropiezos de ellos pueden ser oportunidades para afianzar nuestra relación con Él.
2. Dar buen testimonio
Jason Evert, reconocido autor y conferencista sobre castidad, nos dice que quienes tienen más influencia en la vida de nuestros hijos no son sus amigos o las redes sociales, ¡somos nosotros los padres! Esto es una buena noticia. Pero, exactamente ¿cómo influimos en ellos? No es solo través de lo que decimos, sino principalmente por lo que hacemos. Lo que decimos pierde valor a los ojos de nuestros hijos si no lo vivimos.
¿En qué consiste dar buen testimonio? ¿Qué es exactamente lo que debemos hacer? La respuesta la encontramos en las Escrituras y en la doctrina de la Iglesia católica. Y esto nos lleva directamente al tercer punto.
3. Conocer lo que dice la Palabra de Dios y la Iglesia católica sobre sexualidad.
San Pablo le dijo a Timoteo: “… llegará un tiempo en que los hombres ya no soportarán la sana doctrina, sino que se buscarán maestros a su gusto, hábiles en captar su atención; cerrarán los oídos a la verdad y se volverán hacia puros cuentos”. (2 Tim 4, 3-4). Este mensaje cobra una fuerza especial hoy, cuando las ideologías respecto a la sexualidad parecen estar a la orden del día.
Ante esa situación ¿hay algo que podamos hacer? El mismo San Pablo nos da la respuesta en el siguiente versículo: “Por eso debes estar siempre alerta. No hagas caso de tus propias penas; dedícate a tu trabajo de evangelizador; cumple bien tu ministerio” (2 Tim 4, 5). Como padres estamos llamados no solo a la fecundidad carnal sino a la fecundidad espiritual. Nosotros somos los principales responsables de la evangelización de nuestros hijos, de mostrarles el amor de su Padre celestial que sabe mejor que nosotros lo que es bueno para ellos.
Para poder ser evangelizadores es fundamental que nos preparemos. La educación es indispensable en toda transformación, por eso resulta esencial que conozcamos las enseñanzas sobre sexualidad, amor y matrimonio contenidas en los documentos de la Iglesia. Te dejamos los nombres de algunos que resultan especialmente útiles en este propósito:
• Teología del Cuerpo: 129 catequesis que descubren en toda su belleza, verdad y bondad el plan de Dios para el amor, el matrimonio y la sexualidad. En YouTube puedes encontrar videos de reconocidos conferencistas sobre el tema como Christopher West, Jason Evert, Evan Lemoine, Rebeca Barba
• Humanae Vitae (Vida Humana): Encíclica que nos presenta cómo vivir la sexualidad como expresión de un amor libre, total, fiel y fecundo.
• Sexualidad Humana: Verdad y Significado: Orientaciones educativas para apoyar a los padres en la educación sexual de los hijos.
• Declaración acerca de ciertas cuestiones de ética sexual: Presenta la bondad de la ética sexual, la cual está basada en la ley divina y la naturaleza humana.
• Varón y mujer los creo, para una vía de diálogo sobre la cuestión del gender en la educación: Busca dar pautas educativas sobre afectividad y sexualidad que permitan reafirmar la diferencia y la reciprocidad natural del hombre y de la mujer.
• Evangelium Vitae (El evangelio de la vida): Encíclica que busca reafirmar “el valor y el carácter inviolable de la vida humana». Aborda el problema del aborto, el cual está en relación directa con la manera como se vive la sexualidad.
• Donum Vitae (El don de la vida) y Dignitas Personae (La dignidad de la persona): Desde una óptica científica y doctrinal, estos documentos analizan la reproducción artificial y sus implicaciones en relación con el matrimonio, la procreación y la dignidad de la vida humana.
En www.sexualidadexpresiondelamor.org encuentras los anteriores documentos, algunos de forma completa, otros en extractos con lo más importante del mensaje. La página web también cuenta con contenidos que te enseñan cómo aplicar la doctrina de la Iglesia en la vida diaria.
Imposible dejar de recomendar Amor y Responsabilidad, obra de Karol Wojtyla (Juan Pablo II cuando aún no era papa) en la que él establece un nuevo paradigma para entender la sexualidad.
Es cierto que los padres a veces no podemos evitar que nuestros hijos tomen malas decisiones, pero sí podemos orientarlos, animarlos a que cambien el rumbo de su vida y asegurarles que siempre estaremos allí para apoyarlos.
Fuente: Cfr Germán Gutiérrez y Carolina Ochoa. (Abril 1, 2024). ¿Qué hacer para que mis hijos vivan la sexualidad de acuerdo con el plan de Dios? https://www.institutojp2.es/firma-invitada/que-hacer-para-que-mis-hijos-vivan-la-sexualidad-de-acuerdo-con-el-plan-de-dios
Reflexión: ¿Qué estoy dispuesto a hacer para que mis hijos se acerquen a Dios y busquen vivir según Su voluntad?
Audio 11
10.- ¿Cómo hablar con nuestros hijos acerca del aborto?
Quitarle la vida a un ser humano diminuto no solo es un mal grave y un pecado grave, sino también un tema muy difícil de abordar con los niños. ¿Cómo explica un padre a su hijo que hay personas que no solo aprueban la posibilidad de dar muerte a los bebés, sino que se regodean en la capacidad de hacerlo? Esto es una situación que puede detener a cualquiera en seco.
Es sumamente importante establecer en los hijos la conciencia del valor de toda vida humana, desde la concepción hasta la muerte natural, desde que son lo suficientemente mayores como para entender acerca de los bebés. Los niños no tienen que saber específicamente sobre el aborto para entender que todos los seres humanos son valiosos. Los padres se lo pueden enseñar hablándoles del bebé que está en el vientre de alguna mujer embarazada que conozcan. Pueden mostrarles las imágenes de su ecografía y contarles cómo solían patear o moverse, o leerles la historia bíblica de la Visitación de la Virgen María a su prima Isabel y explicarles cómo Juan el Bautista saltó en el vientre de su madre ante la presencia de Cristo. Todo esto ayuda a los niños a entender que desde que una mujer queda embarazada, hay un bebé creciendo dentro de ella. Incluso pueden buscar en internet las diferentes etapas del desarrollo de un bebé y mostrarle a su hijo cómo crece cada semana. Si desean algo tangible, comprar un modelo fetal en alguna organización provida es una buena opción. A los niños les encantan porque caben en sus pequeñas manos.
A medida que los hijos crecen, los padres pueden ir ofreciendo gradualmente más información, siempre de acuerdo con lo que vean que su hijo puede manejar. Esto variará desde explicar que algunas mujeres no quieren un bebé en su vientre hasta discutir el hecho de que la ley dice que ella puede matarlo. No necesitan entrar en detalles sobre cómo se hace o mostrar imágenes. Saberlo es suficiente para entristecer a la mayoría de los niños.
Si su hijo les hace preguntas para cuya respuesta no está listo, simplemente dígale que es algo tan feo que no necesita conocer detalles hasta que sea mayor. Explíquenle que puede ayudar rezando por los bebés por nacer. Para esto pueden enseñarle la oración de adopción espiritual de Monseñor Fulton Sheen y animarlo a rezarla todos los días: «Jesús, María y José, los quiero mucho. Les ruego que salven la vida de [nombre del bebé], el bebé por nacer que he adoptado espiritualmente y que está en peligro de aborto» (se recomienda diariamente durante nueve meses).
Una vez que los niños llegan a alrededor de quinto grado, comenzarán a hacer más preguntas. Pueden enterarse de cosas en las noticias, en la escuela o en línea. Como padres es importante que puedan tener una conversación franca con sus hijos. Explíquenle que el aborto viola el quinto mandamiento y que quitarle la vida a un pequeño ser humano por nacer es una ofensa grave contra Dios. Explíquenle que no importa dónde viva una persona (en el útero o fuera), cómo se vea, lo que pueda hacer o si tiene una discapacidad. Todos merecemos ser amados y protegidos.
Los niños de secundaria probablemente tendrán preguntas más profundas y puede que conozcan a alguien que haya tenido un aborto. Incluso pueden aceptar el argumento de «mi cuerpo, mi elección». O tal vez sean apáticos porque no sienten que el problema les afecta. Ese es el momento de enfatizarles que este problema nos concierne a todos. Explíqueles que debemos ser la voz de esos bebés, ya que ellos no pueden defenderse por sí mismos.
A esa edad, también puede comenzar a hablarle sobre los «casos difíciles», como el de violación, incesto o el de peligro para la vida de la madre. Estos casos conmueven los corazones de muchos adolescentes. Explíqueles que un bebé nunca tiene que morir para salvar la vida de su madre y que, ante una situación que amenace la vida, un médico siempre debe intentar salvar a ambos. Si el bebé muere a pesar de estos esfuerzos, no se trata de un aborto. En el caso de una violación, muéstrele que esta nunca es culpa del niño, él no debería recibir una sentencia de muerte. Proporcione ejemplos (¡hay muchos en línea!) de personas que fueron concebidas como resultado de una violación y que están muy agradecidas de que sus madres les permitieran vivir. En el caso de los bebés muy enfermos, ayude al niño a entender que, aunque es muy difícil ver sufrir a alguien, ese bebé sigue siendo un regalo de Dios que debe ser valorado, incluso si vive solo unos minutos o aunque tenga discapacidades. Ninguna de estas situaciones disminuye el valor de un ser humano.
Una de las cosas más importantes que debe inculcar en su hijo es la valentía para defender a los bebés cuando nadie más lo haga, cuando otros se burlen o digan cosas crueles sobre ellos. Para los adolescentes puede ser extremadamente difícil hacer esto, por eso es muy importante mantener la comunicación. Ayude a su hijo a encontrar actividades donde pueda usar su voz de manera no confrontativa.
Lo más importante que pueden hacer como padres es ser un buen modelo a seguir. Su hijo se sentirá más cómodo defendiendo a los bebés por nacer si los ve hacerlo también. Sabrá cómo liderar si los ha visto liderar. Así que piensen en sus acciones y en el ejemplo que están dando. Si alguien está abogando por el aborto en una reunión social, ¿hablan o se quedan callados? ¿Usan una camiseta provida en público o se sienten avergonzados? ¿Oran frente a una clínica de abortos? ¿Apoyan películas como Unplanned (Inesperado) o Gosnell y llevan a sus hijos, que ya estén en edad de hacerlo, a verlas? ¿Son miembros del comité provida de su parroquia? ¿Donan o trabajan como voluntarios en centros de ayuda para las mujeres en embarazos con dificultades?
No es necesario que hagan todas estas cosas, pero deben hacer algo. Así, especialmente si lo hacen en familia, construirán los cimientos para que su hijo crezca sabiendo en lo más profundo de su ser que el aborto está mal, que es un asesinato.
Fuente: Traducido de Cfr Susan Ciancio. (Julio 24, 2019). “Mommy, What’s Abortion?” https://www.hli.org/resources/mommy-whats-abortion/
Reflexión: ¿Doy buen ejemplo a mis hijos en lo que se refiere a la protección de toda vida humana desde la concepción hasta la muerte natural?
Audio 10
11.- ¿Qué puedo hacer para que mis hijos vivan la sexualidad de acuerdo con el plan de Dios?
En el mundo de hoy estamos expuestos a todo tipo de ideas falsas, especialmente en relación con la sexualidad, el matrimonio y la vida del ser humano. Ante esta realidad, como padres a veces sentimos la tentación de perder la esperanza, pero en realidad hay muchas cosas que podríamos hacer, incluso si nuestros hijos ya son mayores de edad.
Enfoquémonos en tres esenciales:
1. Orar y frecuentar los sacramentos
“Os aseguro también que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, sea lo que fuere, lo conseguirán de mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” Mt 18, 19-20. Si esto es cierto para cualquier grupo de personas lo es mucho más para los esposos. Oremos juntos por nuestros hijos, hagámoslo con fe y perseverancia. Nunca nos demos por vencidos. El Señor todo lo puede y sus tiempos y caminos son perfectos.
Pero no se trata únicamente de orar por ellos. Intensifiquemos nuestra vida de fe y nuestra relación con Dios a través de la participación en la misa, si es posible más allá de la dominical, y de la confesión y eucaristía. Dios quiere no solo la salvación de nuestros hijos, sino la nuestra también y los tropiezos de ellos pueden ser oportunidades para afianzar nuestra relación con Él.
2. Dar buen testimonio
Jason Evert, reconocido autor y conferencista sobre castidad, nos dice que quienes tienen más influencia en la vida de nuestros hijos no son sus amigos o las redes sociales, ¡somos nosotros los padres! Esto es una buena noticia. Pero, exactamente ¿cómo influimos en ellos? No es solo través de lo que decimos, sino principalmente por lo que hacemos. Lo que decimos pierde valor a los ojos de nuestros hijos si no lo vivimos.
¿En qué consiste dar buen testimonio? ¿Qué es exactamente lo que debemos hacer? La respuesta la encontramos en las Escrituras y en la doctrina de la Iglesia católica. Y esto nos lleva directamente al tercer punto.
3. Conocer lo que dice la Palabra de Dios y la Iglesia católica sobre sexualidad.
San Pablo le dijo a Timoteo: “… llegará un tiempo en que los hombres ya no soportarán la sana doctrina, sino que se buscarán maestros a su gusto, hábiles en captar su atención; cerrarán los oídos a la verdad y se volverán hacia puros cuentos”. (2 Tim 4, 3-4). Este mensaje cobra una fuerza especial hoy, cuando las ideologías respecto a la sexualidad parecen estar a la orden del día.
Ante esa situación ¿hay algo que podamos hacer? El mismo San Pablo nos da la respuesta en el siguiente versículo: “Por eso debes estar siempre alerta. No hagas caso de tus propias penas; dedícate a tu trabajo de evangelizador; cumple bien tu ministerio” (2 Tim 4, 5). Como padres estamos llamados no solo a la fecundidad carnal sino a la fecundidad espiritual. Nosotros somos los principales responsables de la evangelización de nuestros hijos, de mostrarles el amor de su Padre celestial que sabe mejor que nosotros lo que es bueno para ellos.
Para poder ser evangelizadores es fundamental que nos preparemos. La educación es indispensable en toda transformación, por eso resulta esencial que conozcamos las enseñanzas sobre sexualidad, amor y matrimonio contenidas en los documentos de la Iglesia. Te dejamos los nombres de algunos que resultan especialmente útiles en este propósito:
• Teología del Cuerpo: 129 catequesis que descubren en toda su belleza, verdad y bondad el plan de Dios para el amor, el matrimonio y la sexualidad. En YouTube puedes encontrar videos de reconocidos conferencistas sobre el tema como Christopher West, Jason Evert, Evan Lemoine, Rebeca Barba
• Humanae Vitae (Vida Humana): Encíclica que nos presenta cómo vivir la sexualidad como expresión de un amor libre, total, fiel y fecundo.
• Sexualidad Humana: Verdad y Significado: Orientaciones educativas para apoyar a los padres en la educación sexual de los hijos.
• Declaración acerca de ciertas cuestiones de ética sexual: Presenta la bondad de la ética sexual, la cual está basada en la ley divina y la naturaleza humana.
• Varón y mujer los creo, para una vía de diálogo sobre la cuestión del gender en la educación: Busca dar pautas educativas sobre afectividad y sexualidad que permitan reafirmar la diferencia y la reciprocidad natural del hombre y de la mujer.
• Evangelium Vitae (El evangelio de la vida): Encíclica que busca reafirmar “el valor y el carácter inviolable de la vida humana». Aborda el problema del aborto, el cual está en relación directa con la manera como se vive la sexualidad.
• Donum Vitae (El don de la vida) y Dignitas Personae (La dignidad de la persona): Desde una óptica científica y doctrinal, estos documentos analizan la reproducción artificial y sus implicaciones en relación con el matrimonio, la procreación y la dignidad de la vida humana.
En www.sexualidadexpresiondelamor.org encuentras los anteriores documentos, algunos de forma completa, otros en extractos con lo más importante del mensaje. La página web también cuenta con contenidos que te enseñan cómo aplicar la doctrina de la Iglesia en la vida diaria.
Imposible dejar de recomendar Amor y Responsabilidad, obra de Karol Wojtyla (Juan Pablo II cuando aún no era papa) en la que él establece un nuevo paradigma para entender la sexualidad.
Es cierto que los padres a veces no podemos evitar que nuestros hijos tomen malas decisiones, pero sí podemos orientarlos, animarlos a que cambien el rumbo de su vida y asegurarles que siempre estaremos allí para apoyarlos.
Fuente: Cfr Germán Gutiérrez y Carolina Ochoa. (Abril 1, 2024). ¿Qué hacer para que mis hijos vivan la sexualidad de acuerdo con el plan de Dios? https://www.institutojp2.es/firma-invitada/que-hacer-para-que-mis-hijos-vivan-la-sexualidad-de-acuerdo-con-el-plan-de-dios
Reflexión: ¿Qué estoy dispuesto a hacer para que mis hijos se acerquen a Dios y busquen vivir según Su voluntad?
Audio 11
11.- ¿Qué puedo hacer para que mis hijos vivan la sexualidad de acuerdo con el plan de Dios?
En el mundo de hoy estamos expuestos a todo tipo de ideas falsas, especialmente en relación con la sexualidad, el matrimonio y la vida del ser humano. Ante esta realidad, como padres a veces sentimos la tentación de perder la esperanza, pero en realidad hay muchas cosas que podríamos hacer, incluso si nuestros hijos ya son mayores de edad.
Enfoquémonos en tres esenciales:
1. Orar y frecuentar los sacramentos
“Os aseguro también que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, sea lo que fuere, lo conseguirán de mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” Mt 18, 19-20. Si esto es cierto para cualquier grupo de personas lo es mucho más para los esposos. Oremos juntos por nuestros hijos, hagámoslo con fe y perseverancia. Nunca nos demos por vencidos. El Señor todo lo puede y sus tiempos y caminos son perfectos.
Pero no se trata únicamente de orar por ellos. Intensifiquemos nuestra vida de fe y nuestra relación con Dios a través de la participación en la misa, si es posible más allá de la dominical, y de la confesión y eucaristía. Dios quiere no solo la salvación de nuestros hijos, sino la nuestra también y los tropiezos de ellos pueden ser oportunidades para afianzar nuestra relación con Él.
2. Dar buen testimonio
Jason Evert, reconocido autor y conferencista sobre castidad, nos dice que quienes tienen más influencia en la vida de nuestros hijos no son sus amigos o las redes sociales, ¡somos nosotros los padres! Esto es una buena noticia. Pero, exactamente ¿cómo influimos en ellos? No es solo través de lo que decimos, sino principalmente por lo que hacemos. Lo que decimos pierde valor a los ojos de nuestros hijos si no lo vivimos.
¿En qué consiste dar buen testimonio? ¿Qué es exactamente lo que debemos hacer? La respuesta la encontramos en las Escrituras y en la doctrina de la Iglesia católica. Y esto nos lleva directamente al tercer punto.
3. Conocer lo que dice la Palabra de Dios y la Iglesia católica sobre sexualidad.
San Pablo le dijo a Timoteo: “… llegará un tiempo en que los hombres ya no soportarán la sana doctrina, sino que se buscarán maestros a su gusto, hábiles en captar su atención; cerrarán los oídos a la verdad y se volverán hacia puros cuentos”. (2 Tim 4, 3-4). Este mensaje cobra una fuerza especial hoy, cuando las ideologías respecto a la sexualidad parecen estar a la orden del día.
Ante esa situación ¿hay algo que podamos hacer? El mismo San Pablo nos da la respuesta en el siguiente versículo: “Por eso debes estar siempre alerta. No hagas caso de tus propias penas; dedícate a tu trabajo de evangelizador; cumple bien tu ministerio” (2 Tim 4, 5). Como padres estamos llamados no solo a la fecundidad carnal sino a la fecundidad espiritual. Nosotros somos los principales responsables de la evangelización de nuestros hijos, de mostrarles el amor de su Padre celestial que sabe mejor que nosotros lo que es bueno para ellos.
Para poder ser evangelizadores es fundamental que nos preparemos. La educación es indispensable en toda transformación, por eso resulta esencial que conozcamos las enseñanzas sobre sexualidad, amor y matrimonio contenidas en los documentos de la Iglesia. Te dejamos los nombres de algunos que resultan especialmente útiles en este propósito:
• Teología del Cuerpo: 129 catequesis que descubren en toda su belleza, verdad y bondad el plan de Dios para el amor, el matrimonio y la sexualidad. En YouTube puedes encontrar videos de reconocidos conferencistas sobre el tema como Christopher West, Jason Evert, Evan Lemoine, Rebeca Barba
• Humanae Vitae (Vida Humana): Encíclica que nos presenta cómo vivir la sexualidad como expresión de un amor libre, total, fiel y fecundo.
• Sexualidad Humana: Verdad y Significado: Orientaciones educativas para apoyar a los padres en la educación sexual de los hijos.
• Declaración acerca de ciertas cuestiones de ética sexual: Presenta la bondad de la ética sexual, la cual está basada en la ley divina y la naturaleza humana.
• Varón y mujer los creo, para una vía de diálogo sobre la cuestión del gender en la educación: Busca dar pautas educativas sobre afectividad y sexualidad que permitan reafirmar la diferencia y la reciprocidad natural del hombre y de la mujer.
• Evangelium Vitae (El evangelio de la vida): Encíclica que busca reafirmar “el valor y el carácter inviolable de la vida humana». Aborda el problema del aborto, el cual está en relación directa con la manera como se vive la sexualidad.
• Donum Vitae (El don de la vida) y Dignitas Personae (La dignidad de la persona): Desde una óptica científica y doctrinal, estos documentos analizan la reproducción artificial y sus implicaciones en relación con el matrimonio, la procreación y la dignidad de la vida humana.
En www.sexualidadexpresiondelamor.org encuentras los anteriores documentos, algunos de forma completa, otros en extractos con lo más importante del mensaje. La página web también cuenta con contenidos que te enseñan cómo aplicar la doctrina de la Iglesia en la vida diaria.
Imposible dejar de recomendar Amor y Responsabilidad, obra de Karol Wojtyla (Juan Pablo II cuando aún no era papa) en la que él establece un nuevo paradigma para entender la sexualidad.
Es cierto que los padres a veces no podemos evitar que nuestros hijos tomen malas decisiones, pero sí podemos orientarlos, animarlos a que cambien el rumbo de su vida y asegurarles que siempre estaremos allí para apoyarlos.
Fuente: Cfr Germán Gutiérrez y Carolina Ochoa. (Abril 1, 2024). ¿Qué hacer para que mis hijos vivan la sexualidad de acuerdo con el plan de Dios? https://www.institutojp2.es/firma-invitada/que-hacer-para-que-mis-hijos-vivan-la-sexualidad-de-acuerdo-con-el-plan-de-dios
Reflexión: ¿Qué estoy dispuesto a hacer para que mis hijos se acerquen a Dios y busquen vivir según Su voluntad?
Audio 11
10.- ¿Cómo hablar con nuestros hijos acerca del aborto?
Quitarle la vida a un ser humano diminuto no solo es un mal grave y un pecado grave, sino también un tema muy difícil de abordar con los niños. ¿Cómo explica un padre a su hijo que hay personas que no solo aprueban la posibilidad de dar muerte a los bebés, sino que se regodean en la capacidad de hacerlo? Esto es una situación que puede detener a cualquiera en seco.
Es sumamente importante establecer en los hijos la conciencia del valor de toda vida humana, desde la concepción hasta la muerte natural, desde que son lo suficientemente mayores como para entender acerca de los bebés. Los niños no tienen que saber específicamente sobre el aborto para entender que todos los seres humanos son valiosos. Los padres se lo pueden enseñar hablándoles del bebé que está en el vientre de alguna mujer embarazada que conozcan. Pueden mostrarles las imágenes de su ecografía y contarles cómo solían patear o moverse, o leerles la historia bíblica de la Visitación de la Virgen María a su prima Isabel y explicarles cómo Juan el Bautista saltó en el vientre de su madre ante la presencia de Cristo. Todo esto ayuda a los niños a entender que desde que una mujer queda embarazada, hay un bebé creciendo dentro de ella. Incluso pueden buscar en internet las diferentes etapas del desarrollo de un bebé y mostrarle a su hijo cómo crece cada semana. Si desean algo tangible, comprar un modelo fetal en alguna organización provida es una buena opción. A los niños les encantan porque caben en sus pequeñas manos.
A medida que los hijos crecen, los padres pueden ir ofreciendo gradualmente más información, siempre de acuerdo con lo que vean que su hijo puede manejar. Esto variará desde explicar que algunas mujeres no quieren un bebé en su vientre hasta discutir el hecho de que la ley dice que ella puede matarlo. No necesitan entrar en detalles sobre cómo se hace o mostrar imágenes. Saberlo es suficiente para entristecer a la mayoría de los niños.
Si su hijo les hace preguntas para cuya respuesta no está listo, simplemente dígale que es algo tan feo que no necesita conocer detalles hasta que sea mayor. Explíquenle que puede ayudar rezando por los bebés por nacer. Para esto pueden enseñarle la oración de adopción espiritual de Monseñor Fulton Sheen y animarlo a rezarla todos los días: «Jesús, María y José, los quiero mucho. Les ruego que salven la vida de [nombre del bebé], el bebé por nacer que he adoptado espiritualmente y que está en peligro de aborto» (se recomienda diariamente durante nueve meses).
Una vez que los niños llegan a alrededor de quinto grado, comenzarán a hacer más preguntas. Pueden enterarse de cosas en las noticias, en la escuela o en línea. Como padres es importante que puedan tener una conversación franca con sus hijos. Explíquenle que el aborto viola el quinto mandamiento y que quitarle la vida a un pequeño ser humano por nacer es una ofensa grave contra Dios. Explíquenle que no importa dónde viva una persona (en el útero o fuera), cómo se vea, lo que pueda hacer o si tiene una discapacidad. Todos merecemos ser amados y protegidos.
Los niños de secundaria probablemente tendrán preguntas más profundas y puede que conozcan a alguien que haya tenido un aborto. Incluso pueden aceptar el argumento de «mi cuerpo, mi elección». O tal vez sean apáticos porque no sienten que el problema les afecta. Ese es el momento de enfatizarles que este problema nos concierne a todos. Explíqueles que debemos ser la voz de esos bebés, ya que ellos no pueden defenderse por sí mismos.
A esa edad, también puede comenzar a hablarle sobre los «casos difíciles», como el de violación, incesto o el de peligro para la vida de la madre. Estos casos conmueven los corazones de muchos adolescentes. Explíqueles que un bebé nunca tiene que morir para salvar la vida de su madre y que, ante una situación que amenace la vida, un médico siempre debe intentar salvar a ambos. Si el bebé muere a pesar de estos esfuerzos, no se trata de un aborto. En el caso de una violación, muéstrele que esta nunca es culpa del niño, él no debería recibir una sentencia de muerte. Proporcione ejemplos (¡hay muchos en línea!) de personas que fueron concebidas como resultado de una violación y que están muy agradecidas de que sus madres les permitieran vivir. En el caso de los bebés muy enfermos, ayude al niño a entender que, aunque es muy difícil ver sufrir a alguien, ese bebé sigue siendo un regalo de Dios que debe ser valorado, incluso si vive solo unos minutos o aunque tenga discapacidades. Ninguna de estas situaciones disminuye el valor de un ser humano.
Una de las cosas más importantes que debe inculcar en su hijo es la valentía para defender a los bebés cuando nadie más lo haga, cuando otros se burlen o digan cosas crueles sobre ellos. Para los adolescentes puede ser extremadamente difícil hacer esto, por eso es muy importante mantener la comunicación. Ayude a su hijo a encontrar actividades donde pueda usar su voz de manera no confrontativa.
Lo más importante que pueden hacer como padres es ser un buen modelo a seguir. Su hijo se sentirá más cómodo defendiendo a los bebés por nacer si los ve hacerlo también. Sabrá cómo liderar si los ha visto liderar. Así que piensen en sus acciones y en el ejemplo que están dando. Si alguien está abogando por el aborto en una reunión social, ¿hablan o se quedan callados? ¿Usan una camiseta provida en público o se sienten avergonzados? ¿Oran frente a una clínica de abortos? ¿Apoyan películas como Unplanned (Inesperado) o Gosnell y llevan a sus hijos, que ya estén en edad de hacerlo, a verlas? ¿Son miembros del comité provida de su parroquia? ¿Donan o trabajan como voluntarios en centros de ayuda para las mujeres en embarazos con dificultades?
No es necesario que hagan todas estas cosas, pero deben hacer algo. Así, especialmente si lo hacen en familia, construirán los cimientos para que su hijo crezca sabiendo en lo más profundo de su ser que el aborto está mal, que es un asesinato.
Fuente: Traducido de Cfr Susan Ciancio. (Julio 24, 2019). “Mommy, What’s Abortion?” https://www.hli.org/resources/mommy-whats-abortion/
Reflexión: ¿Doy buen ejemplo a mis hijos en lo que se refiere a la protección de toda vida humana desde la concepción hasta la muerte natural?
Audio 10
11.- ¿Qué puedo hacer para que mis hijos vivan la sexualidad de acuerdo con el plan de Dios?
En el mundo de hoy estamos expuestos a todo tipo de ideas falsas, especialmente en relación con la sexualidad, el matrimonio y la vida del ser humano. Ante esta realidad, como padres a veces sentimos la tentación de perder la esperanza, pero en realidad hay muchas cosas que podríamos hacer, incluso si nuestros hijos ya son mayores de edad.
Enfoquémonos en tres esenciales:
1. Orar y frecuentar los sacramentos
“Os aseguro también que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, sea lo que fuere, lo conseguirán de mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” Mt 18, 19-20. Si esto es cierto para cualquier grupo de personas lo es mucho más para los esposos. Oremos juntos por nuestros hijos, hagámoslo con fe y perseverancia. Nunca nos demos por vencidos. El Señor todo lo puede y sus tiempos y caminos son perfectos.
Pero no se trata únicamente de orar por ellos. Intensifiquemos nuestra vida de fe y nuestra relación con Dios a través de la participación en la misa, si es posible más allá de la dominical, y de la confesión y eucaristía. Dios quiere no solo la salvación de nuestros hijos, sino la nuestra también y los tropiezos de ellos pueden ser oportunidades para afianzar nuestra relación con Él.
2. Dar buen testimonio
Jason Evert, reconocido autor y conferencista sobre castidad, nos dice que quienes tienen más influencia en la vida de nuestros hijos no son sus amigos o las redes sociales, ¡somos nosotros los padres! Esto es una buena noticia. Pero, exactamente ¿cómo influimos en ellos? No es solo través de lo que decimos, sino principalmente por lo que hacemos. Lo que decimos pierde valor a los ojos de nuestros hijos si no lo vivimos.
¿En qué consiste dar buen testimonio? ¿Qué es exactamente lo que debemos hacer? La respuesta la encontramos en las Escrituras y en la doctrina de la Iglesia católica. Y esto nos lleva directamente al tercer punto.
3. Conocer lo que dice la Palabra de Dios y la Iglesia católica sobre sexualidad.
San Pablo le dijo a Timoteo: “… llegará un tiempo en que los hombres ya no soportarán la sana doctrina, sino que se buscarán maestros a su gusto, hábiles en captar su atención; cerrarán los oídos a la verdad y se volverán hacia puros cuentos”. (2 Tim 4, 3-4). Este mensaje cobra una fuerza especial hoy, cuando las ideologías respecto a la sexualidad parecen estar a la orden del día.
Ante esa situación ¿hay algo que podamos hacer? El mismo San Pablo nos da la respuesta en el siguiente versículo: “Por eso debes estar siempre alerta. No hagas caso de tus propias penas; dedícate a tu trabajo de evangelizador; cumple bien tu ministerio” (2 Tim 4, 5). Como padres estamos llamados no solo a la fecundidad carnal sino a la fecundidad espiritual. Nosotros somos los principales responsables de la evangelización de nuestros hijos, de mostrarles el amor de su Padre celestial que sabe mejor que nosotros lo que es bueno para ellos.
Para poder ser evangelizadores es fundamental que nos preparemos. La educación es indispensable en toda transformación, por eso resulta esencial que conozcamos las enseñanzas sobre sexualidad, amor y matrimonio contenidas en los documentos de la Iglesia. Te dejamos los nombres de algunos que resultan especialmente útiles en este propósito:
• Teología del Cuerpo: 129 catequesis que descubren en toda su belleza, verdad y bondad el plan de Dios para el amor, el matrimonio y la sexualidad. En YouTube puedes encontrar videos de reconocidos conferencistas sobre el tema como Christopher West, Jason Evert, Evan Lemoine, Rebeca Barba
• Humanae Vitae (Vida Humana): Encíclica que nos presenta cómo vivir la sexualidad como expresión de un amor libre, total, fiel y fecundo.
• Sexualidad Humana: Verdad y Significado: Orientaciones educativas para apoyar a los padres en la educación sexual de los hijos.
• Declaración acerca de ciertas cuestiones de ética sexual: Presenta la bondad de la ética sexual, la cual está basada en la ley divina y la naturaleza humana.
• Varón y mujer los creo, para una vía de diálogo sobre la cuestión del gender en la educación: Busca dar pautas educativas sobre afectividad y sexualidad que permitan reafirmar la diferencia y la reciprocidad natural del hombre y de la mujer.
• Evangelium Vitae (El evangelio de la vida): Encíclica que busca reafirmar “el valor y el carácter inviolable de la vida humana». Aborda el problema del aborto, el cual está en relación directa con la manera como se vive la sexualidad.
• Donum Vitae (El don de la vida) y Dignitas Personae (La dignidad de la persona): Desde una óptica científica y doctrinal, estos documentos analizan la reproducción artificial y sus implicaciones en relación con el matrimonio, la procreación y la dignidad de la vida humana.
En www.sexualidadexpresiondelamor.org encuentras los anteriores documentos, algunos de forma completa, otros en extractos con lo más importante del mensaje. La página web también cuenta con contenidos que te enseñan cómo aplicar la doctrina de la Iglesia en la vida diaria.
Imposible dejar de recomendar Amor y Responsabilidad, obra de Karol Wojtyla (Juan Pablo II cuando aún no era papa) en la que él establece un nuevo paradigma para entender la sexualidad.
Es cierto que los padres a veces no podemos evitar que nuestros hijos tomen malas decisiones, pero sí podemos orientarlos, animarlos a que cambien el rumbo de su vida y asegurarles que siempre estaremos allí para apoyarlos.
Fuente: Cfr Germán Gutiérrez y Carolina Ochoa. (Abril 1, 2024). ¿Qué hacer para que mis hijos vivan la sexualidad de acuerdo con el plan de Dios? https://www.institutojp2.es/firma-invitada/que-hacer-para-que-mis-hijos-vivan-la-sexualidad-de-acuerdo-con-el-plan-de-dios
Reflexión: ¿Qué estoy dispuesto a hacer para que mis hijos se acerquen a Dios y busquen vivir según Su voluntad?
Audio 11
11.- ¿Qué puedo hacer para que mis hijos vivan la sexualidad de acuerdo con el plan de Dios?
En el mundo de hoy estamos expuestos a todo tipo de ideas falsas, especialmente en relación con la sexualidad, el matrimonio y la vida del ser humano. Ante esta realidad, como padres a veces sentimos la tentación de perder la esperanza, pero en realidad hay muchas cosas que podríamos hacer, incluso si nuestros hijos ya son mayores de edad.
Enfoquémonos en tres esenciales:
1. Orar y frecuentar los sacramentos
“Os aseguro también que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, sea lo que fuere, lo conseguirán de mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” Mt 18, 19-20. Si esto es cierto para cualquier grupo de personas lo es mucho más para los esposos. Oremos juntos por nuestros hijos, hagámoslo con fe y perseverancia. Nunca nos demos por vencidos. El Señor todo lo puede y sus tiempos y caminos son perfectos.
Pero no se trata únicamente de orar por ellos. Intensifiquemos nuestra vida de fe y nuestra relación con Dios a través de la participación en la misa, si es posible más allá de la dominical, y de la confesión y eucaristía. Dios quiere no solo la salvación de nuestros hijos, sino la nuestra también y los tropiezos de ellos pueden ser oportunidades para afianzar nuestra relación con Él.
2. Dar buen testimonio
Jason Evert, reconocido autor y conferencista sobre castidad, nos dice que quienes tienen más influencia en la vida de nuestros hijos no son sus amigos o las redes sociales, ¡somos nosotros los padres! Esto es una buena noticia. Pero, exactamente ¿cómo influimos en ellos? No es solo través de lo que decimos, sino principalmente por lo que hacemos. Lo que decimos pierde valor a los ojos de nuestros hijos si no lo vivimos.
¿En qué consiste dar buen testimonio? ¿Qué es exactamente lo que debemos hacer? La respuesta la encontramos en las Escrituras y en la doctrina de la Iglesia católica. Y esto nos lleva directamente al tercer punto.
3. Conocer lo que dice la Palabra de Dios y la Iglesia católica sobre sexualidad.
San Pablo le dijo a Timoteo: “… llegará un tiempo en que los hombres ya no soportarán la sana doctrina, sino que se buscarán maestros a su gusto, hábiles en captar su atención; cerrarán los oídos a la verdad y se volverán hacia puros cuentos”. (2 Tim 4, 3-4). Este mensaje cobra una fuerza especial hoy, cuando las ideologías respecto a la sexualidad parecen estar a la orden del día.
Ante esa situación ¿hay algo que podamos hacer? El mismo San Pablo nos da la respuesta en el siguiente versículo: “Por eso debes estar siempre alerta. No hagas caso de tus propias penas; dedícate a tu trabajo de evangelizador; cumple bien tu ministerio” (2 Tim 4, 5). Como padres estamos llamados no solo a la fecundidad carnal sino a la fecundidad espiritual. Nosotros somos los principales responsables de la evangelización de nuestros hijos, de mostrarles el amor de su Padre celestial que sabe mejor que nosotros lo que es bueno para ellos.
Para poder ser evangelizadores es fundamental que nos preparemos. La educación es indispensable en toda transformación, por eso resulta esencial que conozcamos las enseñanzas sobre sexualidad, amor y matrimonio contenidas en los documentos de la Iglesia. Te dejamos los nombres de algunos que resultan especialmente útiles en este propósito:
• Teología del Cuerpo: 129 catequesis que descubren en toda su belleza, verdad y bondad el plan de Dios para el amor, el matrimonio y la sexualidad. En YouTube puedes encontrar videos de reconocidos conferencistas sobre el tema como Christopher West, Jason Evert, Evan Lemoine, Rebeca Barba
• Humanae Vitae (Vida Humana): Encíclica que nos presenta cómo vivir la sexualidad como expresión de un amor libre, total, fiel y fecundo.
• Sexualidad Humana: Verdad y Significado: Orientaciones educativas para apoyar a los padres en la educación sexual de los hijos.
• Declaración acerca de ciertas cuestiones de ética sexual: Presenta la bondad de la ética sexual, la cual está basada en la ley divina y la naturaleza humana.
• Varón y mujer los creo, para una vía de diálogo sobre la cuestión del gender en la educación: Busca dar pautas educativas sobre afectividad y sexualidad que permitan reafirmar la diferencia y la reciprocidad natural del hombre y de la mujer.
• Evangelium Vitae (El evangelio de la vida): Encíclica que busca reafirmar “el valor y el carácter inviolable de la vida humana». Aborda el problema del aborto, el cual está en relación directa con la manera como se vive la sexualidad.
• Donum Vitae (El don de la vida) y Dignitas Personae (La dignidad de la persona): Desde una óptica científica y doctrinal, estos documentos analizan la reproducción artificial y sus implicaciones en relación con el matrimonio, la procreación y la dignidad de la vida humana.
En www.sexualidadexpresiondelamor.org encuentras los anteriores documentos, algunos de forma completa, otros en extractos con lo más importante del mensaje. La página web también cuenta con contenidos que te enseñan cómo aplicar la doctrina de la Iglesia en la vida diaria.
Imposible dejar de recomendar Amor y Responsabilidad, obra de Karol Wojtyla (Juan Pablo II cuando aún no era papa) en la que él establece un nuevo paradigma para entender la sexualidad.
Es cierto que los padres a veces no podemos evitar que nuestros hijos tomen malas decisiones, pero sí podemos orientarlos, animarlos a que cambien el rumbo de su vida y asegurarles que siempre estaremos allí para apoyarlos.
Fuente: Cfr Germán Gutiérrez y Carolina Ochoa. (Abril 1, 2024). ¿Qué hacer para que mis hijos vivan la sexualidad de acuerdo con el plan de Dios? https://www.institutojp2.es/firma-invitada/que-hacer-para-que-mis-hijos-vivan-la-sexualidad-de-acuerdo-con-el-plan-de-dios
Reflexión: ¿Qué estoy dispuesto a hacer para que mis hijos se acerquen a Dios y busquen vivir según Su voluntad?
Audio 11
10.- ¿Cómo hablar con nuestros hijos acerca del aborto?
Quitarle la vida a un ser humano diminuto no solo es un mal grave y un pecado grave, sino también un tema muy difícil de abordar con los niños. ¿Cómo explica un padre a su hijo que hay personas que no solo aprueban la posibilidad de dar muerte a los bebés, sino que se regodean en la capacidad de hacerlo? Esto es una situación que puede detener a cualquiera en seco.
Es sumamente importante establecer en los hijos la conciencia del valor de toda vida humana, desde la concepción hasta la muerte natural, desde que son lo suficientemente mayores como para entender acerca de los bebés. Los niños no tienen que saber específicamente sobre el aborto para entender que todos los seres humanos son valiosos. Los padres se lo pueden enseñar hablándoles del bebé que está en el vientre de alguna mujer embarazada que conozcan. Pueden mostrarles las imágenes de su ecografía y contarles cómo solían patear o moverse, o leerles la historia bíblica de la Visitación de la Virgen María a su prima Isabel y explicarles cómo Juan el Bautista saltó en el vientre de su madre ante la presencia de Cristo. Todo esto ayuda a los niños a entender que desde que una mujer queda embarazada, hay un bebé creciendo dentro de ella. Incluso pueden buscar en internet las diferentes etapas del desarrollo de un bebé y mostrarle a su hijo cómo crece cada semana. Si desean algo tangible, comprar un modelo fetal en alguna organización provida es una buena opción. A los niños les encantan porque caben en sus pequeñas manos.
A medida que los hijos crecen, los padres pueden ir ofreciendo gradualmente más información, siempre de acuerdo con lo que vean que su hijo puede manejar. Esto variará desde explicar que algunas mujeres no quieren un bebé en su vientre hasta discutir el hecho de que la ley dice que ella puede matarlo. No necesitan entrar en detalles sobre cómo se hace o mostrar imágenes. Saberlo es suficiente para entristecer a la mayoría de los niños.
Si su hijo les hace preguntas para cuya respuesta no está listo, simplemente dígale que es algo tan feo que no necesita conocer detalles hasta que sea mayor. Explíquenle que puede ayudar rezando por los bebés por nacer. Para esto pueden enseñarle la oración de adopción espiritual de Monseñor Fulton Sheen y animarlo a rezarla todos los días: «Jesús, María y José, los quiero mucho. Les ruego que salven la vida de [nombre del bebé], el bebé por nacer que he adoptado espiritualmente y que está en peligro de aborto» (se recomienda diariamente durante nueve meses).
Una vez que los niños llegan a alrededor de quinto grado, comenzarán a hacer más preguntas. Pueden enterarse de cosas en las noticias, en la escuela o en línea. Como padres es importante que puedan tener una conversación franca con sus hijos. Explíquenle que el aborto viola el quinto mandamiento y que quitarle la vida a un pequeño ser humano por nacer es una ofensa grave contra Dios. Explíquenle que no importa dónde viva una persona (en el útero o fuera), cómo se vea, lo que pueda hacer o si tiene una discapacidad. Todos merecemos ser amados y protegidos.
Los niños de secundaria probablemente tendrán preguntas más profundas y puede que conozcan a alguien que haya tenido un aborto. Incluso pueden aceptar el argumento de «mi cuerpo, mi elección». O tal vez sean apáticos porque no sienten que el problema les afecta. Ese es el momento de enfatizarles que este problema nos concierne a todos. Explíqueles que debemos ser la voz de esos bebés, ya que ellos no pueden defenderse por sí mismos.
A esa edad, también puede comenzar a hablarle sobre los «casos difíciles», como el de violación, incesto o el de peligro para la vida de la madre. Estos casos conmueven los corazones de muchos adolescentes. Explíqueles que un bebé nunca tiene que morir para salvar la vida de su madre y que, ante una situación que amenace la vida, un médico siempre debe intentar salvar a ambos. Si el bebé muere a pesar de estos esfuerzos, no se trata de un aborto. En el caso de una violación, muéstrele que esta nunca es culpa del niño, él no debería recibir una sentencia de muerte. Proporcione ejemplos (¡hay muchos en línea!) de personas que fueron concebidas como resultado de una violación y que están muy agradecidas de que sus madres les permitieran vivir. En el caso de los bebés muy enfermos, ayude al niño a entender que, aunque es muy difícil ver sufrir a alguien, ese bebé sigue siendo un regalo de Dios que debe ser valorado, incluso si vive solo unos minutos o aunque tenga discapacidades. Ninguna de estas situaciones disminuye el valor de un ser humano.
Una de las cosas más importantes que debe inculcar en su hijo es la valentía para defender a los bebés cuando nadie más lo haga, cuando otros se burlen o digan cosas crueles sobre ellos. Para los adolescentes puede ser extremadamente difícil hacer esto, por eso es muy importante mantener la comunicación. Ayude a su hijo a encontrar actividades donde pueda usar su voz de manera no confrontativa.
Lo más importante que pueden hacer como padres es ser un buen modelo a seguir. Su hijo se sentirá más cómodo defendiendo a los bebés por nacer si los ve hacerlo también. Sabrá cómo liderar si los ha visto liderar. Así que piensen en sus acciones y en el ejemplo que están dando. Si alguien está abogando por el aborto en una reunión social, ¿hablan o se quedan callados? ¿Usan una camiseta provida en público o se sienten avergonzados? ¿Oran frente a una clínica de abortos? ¿Apoyan películas como Unplanned (Inesperado) o Gosnell y llevan a sus hijos, que ya estén en edad de hacerlo, a verlas? ¿Son miembros del comité provida de su parroquia? ¿Donan o trabajan como voluntarios en centros de ayuda para las mujeres en embarazos con dificultades?
No es necesario que hagan todas estas cosas, pero deben hacer algo. Así, especialmente si lo hacen en familia, construirán los cimientos para que su hijo crezca sabiendo en lo más profundo de su ser que el aborto está mal, que es un asesinato.
Fuente: Traducido de Cfr Susan Ciancio. (Julio 24, 2019). “Mommy, What’s Abortion?” https://www.hli.org/resources/mommy-whats-abortion/
Reflexión: ¿Doy buen ejemplo a mis hijos en lo que se refiere a la protección de toda vida humana desde la concepción hasta la muerte natural?
Audio 10
11.- ¿Qué puedo hacer para que mis hijos vivan la sexualidad de acuerdo con el plan de Dios?
En el mundo de hoy estamos expuestos a todo tipo de ideas falsas, especialmente en relación con la sexualidad, el matrimonio y la vida del ser humano. Ante esta realidad, como padres a veces sentimos la tentación de perder la esperanza, pero en realidad hay muchas cosas que podríamos hacer, incluso si nuestros hijos ya son mayores de edad.
Enfoquémonos en tres esenciales:
1. Orar y frecuentar los sacramentos
“Os aseguro también que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, sea lo que fuere, lo conseguirán de mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” Mt 18, 19-20. Si esto es cierto para cualquier grupo de personas lo es mucho más para los esposos. Oremos juntos por nuestros hijos, hagámoslo con fe y perseverancia. Nunca nos demos por vencidos. El Señor todo lo puede y sus tiempos y caminos son perfectos.
Pero no se trata únicamente de orar por ellos. Intensifiquemos nuestra vida de fe y nuestra relación con Dios a través de la participación en la misa, si es posible más allá de la dominical, y de la confesión y eucaristía. Dios quiere no solo la salvación de nuestros hijos, sino la nuestra también y los tropiezos de ellos pueden ser oportunidades para afianzar nuestra relación con Él.
2. Dar buen testimonio
Jason Evert, reconocido autor y conferencista sobre castidad, nos dice que quienes tienen más influencia en la vida de nuestros hijos no son sus amigos o las redes sociales, ¡somos nosotros los padres! Esto es una buena noticia. Pero, exactamente ¿cómo influimos en ellos? No es solo través de lo que decimos, sino principalmente por lo que hacemos. Lo que decimos pierde valor a los ojos de nuestros hijos si no lo vivimos.
¿En qué consiste dar buen testimonio? ¿Qué es exactamente lo que debemos hacer? La respuesta la encontramos en las Escrituras y en la doctrina de la Iglesia católica. Y esto nos lleva directamente al tercer punto.
3. Conocer lo que dice la Palabra de Dios y la Iglesia católica sobre sexualidad.
San Pablo le dijo a Timoteo: “… llegará un tiempo en que los hombres ya no soportarán la sana doctrina, sino que se buscarán maestros a su gusto, hábiles en captar su atención; cerrarán los oídos a la verdad y se volverán hacia puros cuentos”. (2 Tim 4, 3-4). Este mensaje cobra una fuerza especial hoy, cuando las ideologías respecto a la sexualidad parecen estar a la orden del día.
Ante esa situación ¿hay algo que podamos hacer? El mismo San Pablo nos da la respuesta en el siguiente versículo: “Por eso debes estar siempre alerta. No hagas caso de tus propias penas; dedícate a tu trabajo de evangelizador; cumple bien tu ministerio” (2 Tim 4, 5). Como padres estamos llamados no solo a la fecundidad carnal sino a la fecundidad espiritual. Nosotros somos los principales responsables de la evangelización de nuestros hijos, de mostrarles el amor de su Padre celestial que sabe mejor que nosotros lo que es bueno para ellos.
Para poder ser evangelizadores es fundamental que nos preparemos. La educación es indispensable en toda transformación, por eso resulta esencial que conozcamos las enseñanzas sobre sexualidad, amor y matrimonio contenidas en los documentos de la Iglesia. Te dejamos los nombres de algunos que resultan especialmente útiles en este propósito:
• Teología del Cuerpo: 129 catequesis que descubren en toda su belleza, verdad y bondad el plan de Dios para el amor, el matrimonio y la sexualidad. En YouTube puedes encontrar videos de reconocidos conferencistas sobre el tema como Christopher West, Jason Evert, Evan Lemoine, Rebeca Barba
• Humanae Vitae (Vida Humana): Encíclica que nos presenta cómo vivir la sexualidad como expresión de un amor libre, total, fiel y fecundo.
• Sexualidad Humana: Verdad y Significado: Orientaciones educativas para apoyar a los padres en la educación sexual de los hijos.
• Declaración acerca de ciertas cuestiones de ética sexual: Presenta la bondad de la ética sexual, la cual está basada en la ley divina y la naturaleza humana.
• Varón y mujer los creo, para una vía de diálogo sobre la cuestión del gender en la educación: Busca dar pautas educativas sobre afectividad y sexualidad que permitan reafirmar la diferencia y la reciprocidad natural del hombre y de la mujer.
• Evangelium Vitae (El evangelio de la vida): Encíclica que busca reafirmar “el valor y el carácter inviolable de la vida humana». Aborda el problema del aborto, el cual está en relación directa con la manera como se vive la sexualidad.
• Donum Vitae (El don de la vida) y Dignitas Personae (La dignidad de la persona): Desde una óptica científica y doctrinal, estos documentos analizan la reproducción artificial y sus implicaciones en relación con el matrimonio, la procreación y la dignidad de la vida humana.
En www.sexualidadexpresiondelamor.org encuentras los anteriores documentos, algunos de forma completa, otros en extractos con lo más importante del mensaje. La página web también cuenta con contenidos que te enseñan cómo aplicar la doctrina de la Iglesia en la vida diaria.
Imposible dejar de recomendar Amor y Responsabilidad, obra de Karol Wojtyla (Juan Pablo II cuando aún no era papa) en la que él establece un nuevo paradigma para entender la sexualidad.
Es cierto que los padres a veces no podemos evitar que nuestros hijos tomen malas decisiones, pero sí podemos orientarlos, animarlos a que cambien el rumbo de su vida y asegurarles que siempre estaremos allí para apoyarlos.
Fuente: Cfr Germán Gutiérrez y Carolina Ochoa. (Abril 1, 2024). ¿Qué hacer para que mis hijos vivan la sexualidad de acuerdo con el plan de Dios? https://www.institutojp2.es/firma-invitada/que-hacer-para-que-mis-hijos-vivan-la-sexualidad-de-acuerdo-con-el-plan-de-dios
Reflexión: ¿Qué estoy dispuesto a hacer para que mis hijos se acerquen a Dios y busquen vivir según Su voluntad?
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11.- ¿Qué puedo hacer para que mis hijos vivan la sexualidad de acuerdo con el plan de Dios?
En el mundo de hoy estamos expuestos a todo tipo de ideas falsas, especialmente en relación con la sexualidad, el matrimonio y la vida del ser humano. Ante esta realidad, como padres a veces sentimos la tentación de perder la esperanza, pero en realidad hay muchas cosas que podríamos hacer, incluso si nuestros hijos ya son mayores de edad.
Enfoquémonos en tres esenciales:
1. Orar y frecuentar los sacramentos
“Os aseguro también que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, sea lo que fuere, lo conseguirán de mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” Mt 18, 19-20. Si esto es cierto para cualquier grupo de personas lo es mucho más para los esposos. Oremos juntos por nuestros hijos, hagámoslo con fe y perseverancia. Nunca nos demos por vencidos. El Señor todo lo puede y sus tiempos y caminos son perfectos.
Pero no se trata únicamente de orar por ellos. Intensifiquemos nuestra vida de fe y nuestra relación con Dios a través de la participación en la misa, si es posible más allá de la dominical, y de la confesión y eucaristía. Dios quiere no solo la salvación de nuestros hijos, sino la nuestra también y los tropiezos de ellos pueden ser oportunidades para afianzar nuestra relación con Él.
2. Dar buen testimonio
Jason Evert, reconocido autor y conferencista sobre castidad, nos dice que quienes tienen más influencia en la vida de nuestros hijos no son sus amigos o las redes sociales, ¡somos nosotros los padres! Esto es una buena noticia. Pero, exactamente ¿cómo influimos en ellos? No es solo través de lo que decimos, sino principalmente por lo que hacemos. Lo que decimos pierde valor a los ojos de nuestros hijos si no lo vivimos.
¿En qué consiste dar buen testimonio? ¿Qué es exactamente lo que debemos hacer? La respuesta la encontramos en las Escrituras y en la doctrina de la Iglesia católica. Y esto nos lleva directamente al tercer punto.
3. Conocer lo que dice la Palabra de Dios y la Iglesia católica sobre sexualidad.
San Pablo le dijo a Timoteo: “… llegará un tiempo en que los hombres ya no soportarán la sana doctrina, sino que se buscarán maestros a su gusto, hábiles en captar su atención; cerrarán los oídos a la verdad y se volverán hacia puros cuentos”. (2 Tim 4, 3-4). Este mensaje cobra una fuerza especial hoy, cuando las ideologías respecto a la sexualidad parecen estar a la orden del día.
Ante esa situación ¿hay algo que podamos hacer? El mismo San Pablo nos da la respuesta en el siguiente versículo: “Por eso debes estar siempre alerta. No hagas caso de tus propias penas; dedícate a tu trabajo de evangelizador; cumple bien tu ministerio” (2 Tim 4, 5). Como padres estamos llamados no solo a la fecundidad carnal sino a la fecundidad espiritual. Nosotros somos los principales responsables de la evangelización de nuestros hijos, de mostrarles el amor de su Padre celestial que sabe mejor que nosotros lo que es bueno para ellos.
Para poder ser evangelizadores es fundamental que nos preparemos. La educación es indispensable en toda transformación, por eso resulta esencial que conozcamos las enseñanzas sobre sexualidad, amor y matrimonio contenidas en los documentos de la Iglesia. Te dejamos los nombres de algunos que resultan especialmente útiles en este propósito:
• Teología del Cuerpo: 129 catequesis que descubren en toda su belleza, verdad y bondad el plan de Dios para el amor, el matrimonio y la sexualidad. En YouTube puedes encontrar videos de reconocidos conferencistas sobre el tema como Christopher West, Jason Evert, Evan Lemoine, Rebeca Barba
• Humanae Vitae (Vida Humana): Encíclica que nos presenta cómo vivir la sexualidad como expresión de un amor libre, total, fiel y fecundo.
• Sexualidad Humana: Verdad y Significado: Orientaciones educativas para apoyar a los padres en la educación sexual de los hijos.
• Declaración acerca de ciertas cuestiones de ética sexual: Presenta la bondad de la ética sexual, la cual está basada en la ley divina y la naturaleza humana.
• Varón y mujer los creo, para una vía de diálogo sobre la cuestión del gender en la educación: Busca dar pautas educativas sobre afectividad y sexualidad que permitan reafirmar la diferencia y la reciprocidad natural del hombre y de la mujer.
• Evangelium Vitae (El evangelio de la vida): Encíclica que busca reafirmar “el valor y el carácter inviolable de la vida humana». Aborda el problema del aborto, el cual está en relación directa con la manera como se vive la sexualidad.
• Donum Vitae (El don de la vida) y Dignitas Personae (La dignidad de la persona): Desde una óptica científica y doctrinal, estos documentos analizan la reproducción artificial y sus implicaciones en relación con el matrimonio, la procreación y la dignidad de la vida humana.
En www.sexualidadexpresiondelamor.org encuentras los anteriores documentos, algunos de forma completa, otros en extractos con lo más importante del mensaje. La página web también cuenta con contenidos que te enseñan cómo aplicar la doctrina de la Iglesia en la vida diaria.
Imposible dejar de recomendar Amor y Responsabilidad, obra de Karol Wojtyla (Juan Pablo II cuando aún no era papa) en la que él establece un nuevo paradigma para entender la sexualidad.
Es cierto que los padres a veces no podemos evitar que nuestros hijos tomen malas decisiones, pero sí podemos orientarlos, animarlos a que cambien el rumbo de su vida y asegurarles que siempre estaremos allí para apoyarlos.
Fuente: Cfr Germán Gutiérrez y Carolina Ochoa. (Abril 1, 2024). ¿Qué hacer para que mis hijos vivan la sexualidad de acuerdo con el plan de Dios? https://www.institutojp2.es/firma-invitada/que-hacer-para-que-mis-hijos-vivan-la-sexualidad-de-acuerdo-con-el-plan-de-dios
Reflexión: ¿Qué estoy dispuesto a hacer para que mis hijos se acerquen a Dios y busquen vivir según Su voluntad?
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10.- ¿Cómo hablar con nuestros hijos acerca del aborto?
Quitarle la vida a un ser humano diminuto no solo es un mal grave y un pecado grave, sino también un tema muy difícil de abordar con los niños. ¿Cómo explica un padre a su hijo que hay personas que no solo aprueban la posibilidad de dar muerte a los bebés, sino que se regodean en la capacidad de hacerlo? Esto es una situación que puede detener a cualquiera en seco.
Es sumamente importante establecer en los hijos la conciencia del valor de toda vida humana, desde la concepción hasta la muerte natural, desde que son lo suficientemente mayores como para entender acerca de los bebés. Los niños no tienen que saber específicamente sobre el aborto para entender que todos los seres humanos son valiosos. Los padres se lo pueden enseñar hablándoles del bebé que está en el vientre de alguna mujer embarazada que conozcan. Pueden mostrarles las imágenes de su ecografía y contarles cómo solían patear o moverse, o leerles la historia bíblica de la Visitación de la Virgen María a su prima Isabel y explicarles cómo Juan el Bautista saltó en el vientre de su madre ante la presencia de Cristo. Todo esto ayuda a los niños a entender que desde que una mujer queda embarazada, hay un bebé creciendo dentro de ella. Incluso pueden buscar en internet las diferentes etapas del desarrollo de un bebé y mostrarle a su hijo cómo crece cada semana. Si desean algo tangible, comprar un modelo fetal en alguna organización provida es una buena opción. A los niños les encantan porque caben en sus pequeñas manos.
A medida que los hijos crecen, los padres pueden ir ofreciendo gradualmente más información, siempre de acuerdo con lo que vean que su hijo puede manejar. Esto variará desde explicar que algunas mujeres no quieren un bebé en su vientre hasta discutir el hecho de que la ley dice que ella puede matarlo. No necesitan entrar en detalles sobre cómo se hace o mostrar imágenes. Saberlo es suficiente para entristecer a la mayoría de los niños.
Si su hijo les hace preguntas para cuya respuesta no está listo, simplemente dígale que es algo tan feo que no necesita conocer detalles hasta que sea mayor. Explíquenle que puede ayudar rezando por los bebés por nacer. Para esto pueden enseñarle la oración de adopción espiritual de Monseñor Fulton Sheen y animarlo a rezarla todos los días: «Jesús, María y José, los quiero mucho. Les ruego que salven la vida de [nombre del bebé], el bebé por nacer que he adoptado espiritualmente y que está en peligro de aborto» (se recomienda diariamente durante nueve meses).
Una vez que los niños llegan a alrededor de quinto grado, comenzarán a hacer más preguntas. Pueden enterarse de cosas en las noticias, en la escuela o en línea. Como padres es importante que puedan tener una conversación franca con sus hijos. Explíquenle que el aborto viola el quinto mandamiento y que quitarle la vida a un pequeño ser humano por nacer es una ofensa grave contra Dios. Explíquenle que no importa dónde viva una persona (en el útero o fuera), cómo se vea, lo que pueda hacer o si tiene una discapacidad. Todos merecemos ser amados y protegidos.
Los niños de secundaria probablemente tendrán preguntas más profundas y puede que conozcan a alguien que haya tenido un aborto. Incluso pueden aceptar el argumento de «mi cuerpo, mi elección». O tal vez sean apáticos porque no sienten que el problema les afecta. Ese es el momento de enfatizarles que este problema nos concierne a todos. Explíqueles que debemos ser la voz de esos bebés, ya que ellos no pueden defenderse por sí mismos.
A esa edad, también puede comenzar a hablarle sobre los «casos difíciles», como el de violación, incesto o el de peligro para la vida de la madre. Estos casos conmueven los corazones de muchos adolescentes. Explíqueles que un bebé nunca tiene que morir para salvar la vida de su madre y que, ante una situación que amenace la vida, un médico siempre debe intentar salvar a ambos. Si el bebé muere a pesar de estos esfuerzos, no se trata de un aborto. En el caso de una violación, muéstrele que esta nunca es culpa del niño, él no debería recibir una sentencia de muerte. Proporcione ejemplos (¡hay muchos en línea!) de personas que fueron concebidas como resultado de una violación y que están muy agradecidas de que sus madres les permitieran vivir. En el caso de los bebés muy enfermos, ayude al niño a entender que, aunque es muy difícil ver sufrir a alguien, ese bebé sigue siendo un regalo de Dios que debe ser valorado, incluso si vive solo unos minutos o aunque tenga discapacidades. Ninguna de estas situaciones disminuye el valor de un ser humano.
Una de las cosas más importantes que debe inculcar en su hijo es la valentía para defender a los bebés cuando nadie más lo haga, cuando otros se burlen o digan cosas crueles sobre ellos. Para los adolescentes puede ser extremadamente difícil hacer esto, por eso es muy importante mantener la comunicación. Ayude a su hijo a encontrar actividades donde pueda usar su voz de manera no confrontativa.
Lo más importante que pueden hacer como padres es ser un buen modelo a seguir. Su hijo se sentirá más cómodo defendiendo a los bebés por nacer si los ve hacerlo también. Sabrá cómo liderar si los ha visto liderar. Así que piensen en sus acciones y en el ejemplo que están dando. Si alguien está abogando por el aborto en una reunión social, ¿hablan o se quedan callados? ¿Usan una camiseta provida en público o se sienten avergonzados? ¿Oran frente a una clínica de abortos? ¿Apoyan películas como Unplanned (Inesperado) o Gosnell y llevan a sus hijos, que ya estén en edad de hacerlo, a verlas? ¿Son miembros del comité provida de su parroquia? ¿Donan o trabajan como voluntarios en centros de ayuda para las mujeres en embarazos con dificultades?
No es necesario que hagan todas estas cosas, pero deben hacer algo. Así, especialmente si lo hacen en familia, construirán los cimientos para que su hijo crezca sabiendo en lo más profundo de su ser que el aborto está mal, que es un asesinato.
Fuente: Traducido de Cfr Susan Ciancio. (Julio 24, 2019). “Mommy, What’s Abortion?” https://www.hli.org/resources/mommy-whats-abortion/
Reflexión: ¿Doy buen ejemplo a mis hijos en lo que se refiere a la protección de toda vida humana desde la concepción hasta la muerte natural?
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11.- ¿Qué puedo hacer para que mis hijos vivan la sexualidad de acuerdo con el plan de Dios?
En el mundo de hoy estamos expuestos a todo tipo de ideas falsas, especialmente en relación con la sexualidad, el matrimonio y la vida del ser humano. Ante esta realidad, como padres a veces sentimos la tentación de perder la esperanza, pero en realidad hay muchas cosas que podríamos hacer, incluso si nuestros hijos ya son mayores de edad.
Enfoquémonos en tres esenciales:
1. Orar y frecuentar los sacramentos
“Os aseguro también que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, sea lo que fuere, lo conseguirán de mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” Mt 18, 19-20. Si esto es cierto para cualquier grupo de personas lo es mucho más para los esposos. Oremos juntos por nuestros hijos, hagámoslo con fe y perseverancia. Nunca nos demos por vencidos. El Señor todo lo puede y sus tiempos y caminos son perfectos.
Pero no se trata únicamente de orar por ellos. Intensifiquemos nuestra vida de fe y nuestra relación con Dios a través de la participación en la misa, si es posible más allá de la dominical, y de la confesión y eucaristía. Dios quiere no solo la salvación de nuestros hijos, sino la nuestra también y los tropiezos de ellos pueden ser oportunidades para afianzar nuestra relación con Él.
2. Dar buen testimonio
Jason Evert, reconocido autor y conferencista sobre castidad, nos dice que quienes tienen más influencia en la vida de nuestros hijos no son sus amigos o las redes sociales, ¡somos nosotros los padres! Esto es una buena noticia. Pero, exactamente ¿cómo influimos en ellos? No es solo través de lo que decimos, sino principalmente por lo que hacemos. Lo que decimos pierde valor a los ojos de nuestros hijos si no lo vivimos.
¿En qué consiste dar buen testimonio? ¿Qué es exactamente lo que debemos hacer? La respuesta la encontramos en las Escrituras y en la doctrina de la Iglesia católica. Y esto nos lleva directamente al tercer punto.
3. Conocer lo que dice la Palabra de Dios y la Iglesia católica sobre sexualidad.
San Pablo le dijo a Timoteo: “… llegará un tiempo en que los hombres ya no soportarán la sana doctrina, sino que se buscarán maestros a su gusto, hábiles en captar su atención; cerrarán los oídos a la verdad y se volverán hacia puros cuentos”. (2 Tim 4, 3-4). Este mensaje cobra una fuerza especial hoy, cuando las ideologías respecto a la sexualidad parecen estar a la orden del día.
Ante esa situación ¿hay algo que podamos hacer? El mismo San Pablo nos da la respuesta en el siguiente versículo: “Por eso debes estar siempre alerta. No hagas caso de tus propias penas; dedícate a tu trabajo de evangelizador; cumple bien tu ministerio” (2 Tim 4, 5). Como padres estamos llamados no solo a la fecundidad carnal sino a la fecundidad espiritual. Nosotros somos los principales responsables de la evangelización de nuestros hijos, de mostrarles el amor de su Padre celestial que sabe mejor que nosotros lo que es bueno para ellos.
Para poder ser evangelizadores es fundamental que nos preparemos. La educación es indispensable en toda transformación, por eso resulta esencial que conozcamos las enseñanzas sobre sexualidad, amor y matrimonio contenidas en los documentos de la Iglesia. Te dejamos los nombres de algunos que resultan especialmente útiles en este propósito:
• Teología del Cuerpo: 129 catequesis que descubren en toda su belleza, verdad y bondad el plan de Dios para el amor, el matrimonio y la sexualidad. En YouTube puedes encontrar videos de reconocidos conferencistas sobre el tema como Christopher West, Jason Evert, Evan Lemoine, Rebeca Barba
• Humanae Vitae (Vida Humana): Encíclica que nos presenta cómo vivir la sexualidad como expresión de un amor libre, total, fiel y fecundo.
• Sexualidad Humana: Verdad y Significado: Orientaciones educativas para apoyar a los padres en la educación sexual de los hijos.
• Declaración acerca de ciertas cuestiones de ética sexual: Presenta la bondad de la ética sexual, la cual está basada en la ley divina y la naturaleza humana.
• Varón y mujer los creo, para una vía de diálogo sobre la cuestión del gender en la educación: Busca dar pautas educativas sobre afectividad y sexualidad que permitan reafirmar la diferencia y la reciprocidad natural del hombre y de la mujer.
• Evangelium Vitae (El evangelio de la vida): Encíclica que busca reafirmar “el valor y el carácter inviolable de la vida humana». Aborda el problema del aborto, el cual está en relación directa con la manera como se vive la sexualidad.
• Donum Vitae (El don de la vida) y Dignitas Personae (La dignidad de la persona): Desde una óptica científica y doctrinal, estos documentos analizan la reproducción artificial y sus implicaciones en relación con el matrimonio, la procreación y la dignidad de la vida humana.
En www.sexualidadexpresiondelamor.org encuentras los anteriores documentos, algunos de forma completa, otros en extractos con lo más importante del mensaje. La página web también cuenta con contenidos que te enseñan cómo aplicar la doctrina de la Iglesia en la vida diaria.
Imposible dejar de recomendar Amor y Responsabilidad, obra de Karol Wojtyla (Juan Pablo II cuando aún no era papa) en la que él establece un nuevo paradigma para entender la sexualidad.
Es cierto que los padres a veces no podemos evitar que nuestros hijos tomen malas decisiones, pero sí podemos orientarlos, animarlos a que cambien el rumbo de su vida y asegurarles que siempre estaremos allí para apoyarlos.
Fuente: Cfr Germán Gutiérrez y Carolina Ochoa. (Abril 1, 2024). ¿Qué hacer para que mis hijos vivan la sexualidad de acuerdo con el plan de Dios? https://www.institutojp2.es/firma-invitada/que-hacer-para-que-mis-hijos-vivan-la-sexualidad-de-acuerdo-con-el-plan-de-dios
Reflexión: ¿Qué estoy dispuesto a hacer para que mis hijos se acerquen a Dios y busquen vivir según Su voluntad?
Audio 11
11.- ¿Qué puedo hacer para que mis hijos vivan la sexualidad de acuerdo con el plan de Dios?
En el mundo de hoy estamos expuestos a todo tipo de ideas falsas, especialmente en relación con la sexualidad, el matrimonio y la vida del ser humano. Ante esta realidad, como padres a veces sentimos la tentación de perder la esperanza, pero en realidad hay muchas cosas que podríamos hacer, incluso si nuestros hijos ya son mayores de edad.
Enfoquémonos en tres esenciales:
1. Orar y frecuentar los sacramentos
“Os aseguro también que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, sea lo que fuere, lo conseguirán de mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” Mt 18, 19-20. Si esto es cierto para cualquier grupo de personas lo es mucho más para los esposos. Oremos juntos por nuestros hijos, hagámoslo con fe y perseverancia. Nunca nos demos por vencidos. El Señor todo lo puede y sus tiempos y caminos son perfectos.
Pero no se trata únicamente de orar por ellos. Intensifiquemos nuestra vida de fe y nuestra relación con Dios a través de la participación en la misa, si es posible más allá de la dominical, y de la confesión y eucaristía. Dios quiere no solo la salvación de nuestros hijos, sino la nuestra también y los tropiezos de ellos pueden ser oportunidades para afianzar nuestra relación con Él.
2. Dar buen testimonio
Jason Evert, reconocido autor y conferencista sobre castidad, nos dice que quienes tienen más influencia en la vida de nuestros hijos no son sus amigos o las redes sociales, ¡somos nosotros los padres! Esto es una buena noticia. Pero, exactamente ¿cómo influimos en ellos? No es solo través de lo que decimos, sino principalmente por lo que hacemos. Lo que decimos pierde valor a los ojos de nuestros hijos si no lo vivimos.
¿En qué consiste dar buen testimonio? ¿Qué es exactamente lo que debemos hacer? La respuesta la encontramos en las Escrituras y en la doctrina de la Iglesia católica. Y esto nos lleva directamente al tercer punto.
3. Conocer lo que dice la Palabra de Dios y la Iglesia católica sobre sexualidad.
San Pablo le dijo a Timoteo: “… llegará un tiempo en que los hombres ya no soportarán la sana doctrina, sino que se buscarán maestros a su gusto, hábiles en captar su atención; cerrarán los oídos a la verdad y se volverán hacia puros cuentos”. (2 Tim 4, 3-4). Este mensaje cobra una fuerza especial hoy, cuando las ideologías respecto a la sexualidad parecen estar a la orden del día.
Ante esa situación ¿hay algo que podamos hacer? El mismo San Pablo nos da la respuesta en el siguiente versículo: “Por eso debes estar siempre alerta. No hagas caso de tus propias penas; dedícate a tu trabajo de evangelizador; cumple bien tu ministerio” (2 Tim 4, 5). Como padres estamos llamados no solo a la fecundidad carnal sino a la fecundidad espiritual. Nosotros somos los principales responsables de la evangelización de nuestros hijos, de mostrarles el amor de su Padre celestial que sabe mejor que nosotros lo que es bueno para ellos.
Para poder ser evangelizadores es fundamental que nos preparemos. La educación es indispensable en toda transformación, por eso resulta esencial que conozcamos las enseñanzas sobre sexualidad, amor y matrimonio contenidas en los documentos de la Iglesia. Te dejamos los nombres de algunos que resultan especialmente útiles en este propósito:
• Teología del Cuerpo: 129 catequesis que descubren en toda su belleza, verdad y bondad el plan de Dios para el amor, el matrimonio y la sexualidad. En YouTube puedes encontrar videos de reconocidos conferencistas sobre el tema como Christopher West, Jason Evert, Evan Lemoine, Rebeca Barba
• Humanae Vitae (Vida Humana): Encíclica que nos presenta cómo vivir la sexualidad como expresión de un amor libre, total, fiel y fecundo.
• Sexualidad Humana: Verdad y Significado: Orientaciones educativas para apoyar a los padres en la educación sexual de los hijos.
• Declaración acerca de ciertas cuestiones de ética sexual: Presenta la bondad de la ética sexual, la cual está basada en la ley divina y la naturaleza humana.
• Varón y mujer los creo, para una vía de diálogo sobre la cuestión del gender en la educación: Busca dar pautas educativas sobre afectividad y sexualidad que permitan reafirmar la diferencia y la reciprocidad natural del hombre y de la mujer.
• Evangelium Vitae (El evangelio de la vida): Encíclica que busca reafirmar “el valor y el carácter inviolable de la vida humana». Aborda el problema del aborto, el cual está en relación directa con la manera como se vive la sexualidad.
• Donum Vitae (El don de la vida) y Dignitas Personae (La dignidad de la persona): Desde una óptica científica y doctrinal, estos documentos analizan la reproducción artificial y sus implicaciones en relación con el matrimonio, la procreación y la dignidad de la vida humana.
En www.sexualidadexpresiondelamor.org encuentras los anteriores documentos, algunos de forma completa, otros en extractos con lo más importante del mensaje. La página web también cuenta con contenidos que te enseñan cómo aplicar la doctrina de la Iglesia en la vida diaria.
Imposible dejar de recomendar Amor y Responsabilidad, obra de Karol Wojtyla (Juan Pablo II cuando aún no era papa) en la que él establece un nuevo paradigma para entender la sexualidad.
Es cierto que los padres a veces no podemos evitar que nuestros hijos tomen malas decisiones, pero sí podemos orientarlos, animarlos a que cambien el rumbo de su vida y asegurarles que siempre estaremos allí para apoyarlos.
Fuente: Cfr Germán Gutiérrez y Carolina Ochoa. (Abril 1, 2024). ¿Qué hacer para que mis hijos vivan la sexualidad de acuerdo con el plan de Dios? https://www.institutojp2.es/firma-invitada/que-hacer-para-que-mis-hijos-vivan-la-sexualidad-de-acuerdo-con-el-plan-de-dios
Reflexión: ¿Qué estoy dispuesto a hacer para que mis hijos se acerquen a Dios y busquen vivir según Su voluntad?
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