Enciende tu vela

Símbolos de la luz de Cristo, de su presencia entre nosotros, de la continuidad de la oración y de la esperanza en la vida eterna.

¿ Por que encender una vela?

​Las velas tienen un significado simbólico profundo en el catolicismo, los dos más importantes son:

  1. Ser el símbolo de la Luz de Cristo: Las velas representan a Jesucristo, que es la luz del mundo. La luz de la vela simboliza la presencia de Cristo que guía y ilumina a los fieles en su camino espiritual.
  2. Ser motivo de ofrenda y oración: Encender una vela es un acto de ofrenda a Dios o a los santos intercesores. Es un gesto de oración, devoción y petición. La llama de la vela que arde representa la continuidad de la oración incluso cuando la persona que la enciende ya no esta presente.

​Algunos sacramentos y ritos litúrgicos donde se utilizan las velas son:

  • Bautismo: Durante el sacramento del bautismo, se entrega una vela encendida al bautizado o a sus padrinos, simbolizando la luz de Cristo que se recibe en el bautismo.
  • Eucaristía: En la misa, se utilizan velas en el altar para simbolizar la presencia divina.
  • Confirmación y Matrimonio: Las velas también se utilizan en las ceremonias de confirmación y matrimonio, simbolizando la luz de Cristo y la presencia del Espíritu Santo.
  • Adviento y Navidad: Durante la temporada de Adviento, se utiliza una corona de Adviento con cuatro velas. Cada vela representa una semana de Adviento y su encendido simboliza la espera y la preparación para la venida de Cristo en Navidad.
  • Cuaresma y Pascua: En la Vigilia Pascual, que es la celebración más importante del año litúrgico, se enciende el cirio pascual, una vela grande que simboliza a Cristo resucitado. Este cirio se enciende en cada misa durante la temporada de Pascua.
  • Recordatorio de los Difuntos: Las velas encendidas en memoria de los difuntos simbolizan las oraciones por sus almas y la esperanza de la vida eterna. La luz de la vela es un recordatorio de la presencia de Dios y de la vida eterna.
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¿ Que es «La Intercesión de los Santos» ?

​Consiste en orar pidiendo a los santos qué, como intercesores, medien en favor del peticionante o de las personas por las que se pide. La petición a los intercesores nos conforma y nos une a la oración de Jesús que intercede junto a Dios Padre por todos los hombres, en especial por los pecadores.

A pesar de que toda las oraciones tiene como destino final la Santísima Trinidad, los files católicos pidan la intercesión celestial, fundada en el dogma de la Comunión de los Santos. Es importante resaltar que dentro de la fe católica cuando ocurren favores concedidos o milagros, estos son una intervención divina, ya que los intercesores únicamente solicitan a Dios su intervención.

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Es el momento… ¡Enciende ahora tu vela!

Ya se han encendido: 192 velas

Oraciones Vocales

En este espacio encontrarás una selección de oraciones vocales para elevar
el espíritu al Señor y encontrar consuelo en cualquier momento y lugar.

Peticiones

«Creo en la comunión de los santos» rezamos cada vez que recitamos el Credo. La comunión de los santos es la unión común que hay entre Jesucristo, cabeza de la Iglesia, y sus miembros. (santos del cielo, las almas del purgatorio y los fieles de la tierra)
Por la comunión de los santos, un acto de virtud, abnegación o generosidad, se torna en auxilio para otros cristiano.
Basados en este dogma, podemos ofrecer una oración, por cualquiera de las peticiones aquí expresadas ya que por medio de ella, se interactúa e intercede para el bien del otro.

 

desde Chile / a San Alberto Hurtado /. Pido a Dios Padre por la salud de este amigo para que lo acompañe en su próxima intervención quirúrgica.

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desde Argentina / a Santa Teresita de Lisieux /. Por la Fe y conversión de José, para que conozca el amor de Jesús . Por los frutos del retiro de Pedro y Candela

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desde Perú /  a San José / . Aumento de vocaciones a la vida Monástica en la Comunidad Siervos reparadores

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desde Nicaragua / a Santa Rita de Cassia /. Le pido que Dios me ayude a saldar mis deudas, ya que son muchas, para que sepa también administrar bien los dones que Dios me ha regalado

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